La música americana según Mike Bloomfield

Por Sergio Ariza

Muchas veces nos olvidamos de la enorme huella dejada por Mike Bloomfield, si nadie en el Reino Unido quedó fuera del enorme impacto que supuso la aparición de Clapton, principalmente su disco con John Mayall, en EEUU el referente para todos los guitarristas posteriores fue Bloomfield, sus huellas se pueden trazar en Carlos Santana, Johnny Winter, Jerry Garcia, Duane Allman e incluso el mismísimo Stevie Ray Vaughan, baste escuchar el Texas que aquí aparece.   

    

Cuando Bloomfield formó Electric Flag en 1967; con una formación de lujo que incluía a Buddy Miles como baterista y vocalista, Barry Goldberg a las teclas, Harvey Brooks al bajo, Nick Gravenites a la voz, además de Herb Rich, Marcus Doubleday, Peter Strazza y Stemsy Hunter como sección de vientos; todo el mundo tenía claro que el grupo del guitarrista iba a ser la nueva sensación, Dylan (con el que había grabado Highway 61 Revisited) lo consideraba el mejor guitarrista de su generación, Clapton le llamaba "música sobre dos piernas" y David Crosby les decía a todos que tenían que escuchar a su banda, en medio del concierto de los Byrds en Monterrey.
     

Fue precisamente en aquel Festival en el que Electric Flag hicieron su debut, fueron una de las sensaciones del mismo pero no tanto como el hombre que sustituyó a Bloomfield como el nuevo faro para la guitarra eléctrica, Jimi Hendrix. La fulgurante aparición de este quitó los focos de Bloomfield, lo que fue una pena porque Bloomfield estaba en su mejor momento y creo que este disco y el que grabó a continuación, el mítico Super Session, junto a Al Kooper, son lo mejor que hizo nunca.
   

    

El disco se llamó A Long Time Comin' (Un largo tiempo de espera) e hizo honor a su nombre, en vez de publicarse nada más terminar Monterrey, hubo que esperar a marzo de 1968, cuando toda la llama del 'hype' que rodeaba a la banda y a su guitarrista se había acabado. No pasó del puesto 31 en las listas de Billboard lo que fue una pena porque era un disco excelente. Se abría con una gran versión del Killing Floor de Howlin' Wolf que comenzaba con un discurso del presidente Johnson cortado por unas carcajadas que daban paso a una canción en la que el blues, el soul y la psicodelia se daban la mano y Bloomfield brillaba con un solo explosivo, acompañado por una brillante sección de vientos.
     

Esto es la música con la que triunfarían muy poco después Blood, Sweat & Tears o Chicago, pero mucho mejor. Lo malo es que al principio de 1968 la gente estaba buscando todavía nuevos Sgt. Pepper's y esto, definitivamente, no lo era.
     

Este era un trabajo de un grupo de músicos locos por el blues y el soul, y toda la música negra, como esa otra gran versión que es Wine, ya adelantada en Monterrey, o ese blues cocinado a fuego lento que es Texas, en el que Bloomfield responde a cada inflexión vocal de Miles con un amplio muestrario de matices y sutileza en su Les Paul Standard de 1959. 
   

    

Y es que este era un disco americano por los cuatro costados, blues, soul, rock y pop conjuntados por una banda excepcional y un guitarrista en estado de gracia. Además las canciones originales tampoco desmerecían, Buddy Miles era el mejor vocalista de la banda y lo demuestra en Over Loomin You, compuesta por Bloomfield y Goldberg (y que contó con las bendiciones del mismísimo Miles Davis), y You Don’t Realize, obra en solitario del guitarrista, una gran pieza de soul, que hubiera sido perfecta para Otis Redding, posiblemente la canción sea la consecuencia de compartir escenario con Redding en Monterrey, con Bloomfield en su mejor modo Steve Cropper.
    

Aunque puede que las mejores canciones vengan firmadas por Ron Polte, amigo de la banda, que firma Groovin' Is Easy, el sencillo publicado en 1967 y el momento más pop de la banda, además de las dos piezas más largas del disco, She Should Have Just que comienza como una balada psicodélica hasta convertirse en otro tema soul con una buena melodía y Gravenites como voz principal. La canción tiene un puente instrumental que suena a Morricone, con trompeta y guitarra española y, al final, hay un excelente solo de saxo al que Bloomfield da respuesta con un solo que promete mucho pero que se pierde en un fade.
   

    

Otra joya escondida, firmada por Polte, es Another Country, una canción llena de cambios que demuestra el enorme potencial de esta banda. Luego hay un collage de sonidos del que se sale con un solo en el que se puede apreciar la enorme influencia que tuvo en Santana (Bloomfield era su guitarrista favorito y aquí se puede apreciar por qué) Es un solo jazzy y emocional pero que va subiendo en intensidad hasta convertirse en una tormenta de rock eléctrico y salvaje.
     

Cuando salió el disco, Miles ya había desplazado a Bloomfield como líder de la banda y este estaba comenzando a verse afectado por su perenne insomnio y su adicción a la heroína. A Long Time Comin' no tuvo una continuación, pero es otra prueba más de que Mike Bloomfield fue uno de los más grandes músicos de su generación.
  

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