Su obra más accesible

Por Sergio Ariza

El disco de debut de Captain Beefheart & His Magic Band, Safe As Milk, sigue siendo la mejor puerta de entrada para uno de los tipos más inclasificables de la historia del rock, el disco es explosivo y extraño pero, a la vez, totalmente accesible y está lleno de melodías memorables, hasta en sus momentos más experimentales como Electricity o Abba Zaba, aunque lo que aquí predomina es un blues rock totalmente fresco, con los feroces aullidos de Beefheart y la maravillosa guitarra de un joven Ry Cooder.  

   

Don Vliet
se había unido a la Magic Band de su amigo Alex Snouffer en 1964 como cantante, pero en poco tiempo su profunda voz a lo Howlin' Wolf, sus surrealistas letras y su carismática y desbordante personalidad le habían convertido en el líder de la banda, que comenzó a llamarse Captain Beefheart & His Magic Band. Vliet se convirtió en Beefheart y le añadió un Van a su apellido, Snoffer pasó a ser Alex St. Clair y la banda se consolidó con Jerry Handley al bajo y John French a la batería, tras un par de sencillos en A&M Buddah les fichó para grabar su primer disco y Beefheart decidió que necesitaba un nuevo elemento mágico en su banda, se trataba de Ry Cooder, de apenas 20 años, que había sobresalido en los Rising Sons de Taj Mahal.
   

Cooder aceptó la invitación y aprovechó la ocasión para conseguir su primera guitarra eléctrica, una Stratocaster Daphne Blue del 67, que se convertiría en el instrumento principal de su carrera. Aquí ya empieza a sacarla oro desde las primeras notas de Sure ‘Nuff ‘N Yes I Do, una canción que demostraba que Beefheart estaba en lo cierto y Cooder era la pieza perfecta para la banda, siendo el arreglista de la misma. La canción, y el disco, se abrían descubriendo al mundo el sonido eléctrico del slide más reconocible del mundo, el de Ry Cooder.
Al poco se le unía la voz de Beefheart aullando la siguiente afirmación: "Well I was born in the desert came on up from New Orleans, Came up on a tornado sunlight in the sky, I went around all day with the moon sticking in my eye" y luego entraba el resto de la banda como un torbellino.
  

   

Zig Zag Wanderer
era pura gloria, con un riff propio de los primeros Stones y un sonido sucio y salvaje sobre el que se imponía el alarido del cantante. Call On Me era una antigua canción compuesta por el anterior batería de la banda, Vic Mortensen, con letra de Van Vliet que la firma en solitario. Es otra muestra de una banda explosiva pero que no le hace ascos a su lado más pop y ácido. Dropout Boogie suena amenazante y garajera, comenzando a enseñar el lado más innovador de la banda pero sin perder de vista la accesibilidad. I'm Glad es una encantadora balada doo wop con Beefheart luciéndose a la voz con falsetes incluidos, parece increíble que en menos de dos años Beefheart pasara de esto a Hair Pie: Bake 1.
   

Pero las primeras huellas de Trout Mask Replica también pueden verse en este disco, en concreto en la experimental Electricity, con su alocado Theremin y sus extrañas voces. Aun así, sigue siendo mucho más accesible que cualquier canción de aquel disco, Moonlight In Vermont incluida. Yellow Brick Road es lo más parecido a una canción con potencial de sencillo de éxito de la banda, una especie de country blues, con un estribillo brutal y unas estrofas totalmente tarareables.
  

   

Las aristas vuelven con la psicodélica Abba Zaba, la canción que más suena a 1967 de todo el disco. Claro que la psicodelia de Beefheart también es totalmente original y propia, con solo de bajo de Ry Cooder incluido. Plastic Factory vuelve a sonar a los primeros Stones, con la armónica de Beefheart echando humo, pero a pesar de ser de las más convencionales del disco también tiene sus aristas, como ese cambio a ritmo de vals. Where There's A Woman es otra balada R&B en la que Vliet demuestra lo gran cantante que es y lo expresiva que puede llegar a ser su voz.
   

En Grown So Ugly Cooder vuelve a entregar un riff blues enorme sobre el que Beefheart se desata vocalmente mientras que en Autumn's Child vuelven los efluvios psicodélicos en una canción que es una extraña delicia, con un estribillo bizarro y unas estrofas encantadoras, sobre las que vuelve a sobrevolar la surrealista poesía de Beefheart.
  

   

El disco no obtuvo mucho éxito por varias razones, principalmente que Van Vliet estaba tan metido en el LSD y su comportamiento era tan errático que Cooder se marchó de la banda y se tuvo que cancelar su programada actuación en el Festival de Monterrey, pero también tuvo que ver una compañía que no apostó por ellos debido a que canciones como Electricity les asustaban. De todas formas estaba claro que Beefheart nunca tuvo en mente vender discos, solo hay que echar un vistazo a su carrera, lo suyo era otra cosa, puro arte.
    

Puede que Trout Mask Replica siga siendo la obra más controvertida y aclamada de su carrera pero yo sigo prefiriendo este disco, una obra que cautivó a los Beatles, principalmente a John Lennon, y a todas las mentes inquietas que lo escucharon, un disco de blues rock valiente y poco convencional pero totalmente normal si lo comparamos con lo que estaba por venir. Y es que, como declaró más tarde Cooder, “Beefheart tenía grandes ideas, no siempre lógicas, pero siempre interesantes”.
  

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