De vuelta a los orígenes
Por Paul Rigg
Cuando el líder de los Black Keys, Dan Auerbach, y el baterista Patrick Carney terminaron su gira en apoyo de Let's Rock de 2019, se dirigieron al estudio Easy Eye de Auerbach en Nashville para relajarse, y el resultado es este maravilloso disco de 11 canciones de "blues pantanoso" Delta Kream (14 de mayo de 2021; Nonesuch Records).
Ayudó el hecho de que el dúo, que siempre ha amado a los héroes del blues Junior Kimbrough -véase, por ejemplo, su homenaje en el EP de 2006 Chulahoma- y R.L. Burnside, se encerrara con el antiguo bajista de Kimbrough, Eric Deaton, y el guitarrista de Burnside, Kenny Brown. Juntos volvieron a sus raíces musicales a lo largo de una sesión de dos días y 10 horas, que fluyó con facilidad para el dúo, que famosamente dijo que nunca quisieron ser estrellas del rock. "Puede que sea el disco más auténtico de The Black Keys", dice Carney. "Estábamos grabando con estos tipos que tocaban con nuestros héroes. Fue literalmente el disco más fácil que hemos hecho nunca. No hubo ninguna discusión. Simplemente salió".
Auerbach visitó Mississippi por primera vez cuando aún era un adolescente, y tocó en el club Kimbrough's Junior's Juke Joint de Chulahoma. Allí, al parecer, se enganchó a las "hipnotizantes estructuras de las canciones circulares, con pocos cambios de acordes y un énfasis en el groove", que la banda ha tratado de recuperar en este álbum. Tanto Burnside como Kimborough ya se han ido, pero su espíritu y su energía siguen vivos en este cálido homenaje a los dos bluesmen.
El álbum comienza con Crawling Kingsnake, que los fans pueden reconocer por las versiones de John Lee Hooker, Blind Lemon Jefferson y los Doors. Se cantó originalmente en un estilo casi country, y la guitarra slide de esta versión todavía se inclina un poco en esa dirección, como subraya Auerbach: "Kenny tiene su slide en las seis cuerdas, y yo le dije: '¡Eso es! Ese es el sonido de esos discos de Junior Kimbrough". El vídeo musical de Crawling Kingsnake, dirigido por Tim Hardiman y rodado en parte en el Blue Front Café de Jimmy Duck Holmes, en Mississippi, parece estar protagonizado por el guitarrista de Black Keys con su Fender Telecaster.
Poor Boy A Long Way From Home, de Burnside, es el siguiente tema destacado que ejemplifica el sonido del blues de Mississippi. Se ha escrito que aquí el solo de Auerbach está tocado en su Gibson Trini Lopez roja, pero de cualquier manera su trabajo de guitarra vuelve a combinarse maravillosamente con el magistral control del slide de Brown.
La siguiente es una versión de Stay All Night de Kimbrough, que con un poco de imaginación, puede hacerte sentir como si estuvieras tocando una en el bar Juke Joint de la leyenda del blues. "Esa canción, todo el sentimiento, me lleva a la primera vez que vi Deep Blues", recuerda Carney. "Ese documental cambió mi vida".
La versión de Going Down South de Burnside es otro gran corte, tanto por su uso del slide como por la potente línea de bajo rítmica de Deaton. La influencia de Kimbrough vuelve en Do The Romp, en la que la risa de los músicos al final refuerza el ambiente relajado en el que se produjo todo el álbum.
Sad Days, Lonely Nights nos encuentra de nuevo en el territorio nocturno de Tom Waits, con Auerbach sonando apropiadamente como si estuviera a tres velas cuando canta "My mamma told me, When I was a child, She said, 'Son, Gonna have hard days'".
Delta Kream concluye con otro número de Kimbrough, el atmosférico Come On And Go With Me, que cuenta con más slide de Brown, a quien el dúo muestra un gran respeto. "Crecimos aprendiendo a tocar como estos tipos", explica Carney, mientras reflexiona sobre el regreso de la banda a sus raíces. "Por eso seguimos volviendo a esta música. Es la razón por la que la banda existe. Hicimos este álbum para recordar a la gente lo que nos inspiró".