Los mejores solos de George Harrison con los Beatles

Por Sergio Ariza

George Harrison siempre fue el tímido, o el callado, de los Beatles pero nunca lo fue cuando se refería a la guitarra. Desde niño tuvo una verdadera obsesión por el instrumento y se dedicaba a dibujar Gretschs en su cuaderno mientras el profesor de turno daba la lección. Cuando con 14 años Paul McCartney le puso frente a John Lennon, tres años mayor que él, no le tembló el pulso a la hora de clavar Raunchy y hacerse con un puesto en la banda. Tampoco dudó o se quedó callado cuando tras marcharse Stuart Sutcliffe, tuvieron que decidir quién le sustituía. Harrison lo tenía claro "alguien tiene que ser el bajista del grupo y no voy a ser yo". Y es que mucho antes de florecer como un compositor increíble Harrison tenía claro que lo que él quería ser era guitarrista de rock. Algo que consiguió con creces en la banda más famosa de todos los tiempos. Así que aquí están 10 de los solos que más nos gustan de su paso por los Fab Four.  



Something (1969)
 

La canción más conocida de su carrera, la misma de la que Frank Sinatra dijo que era su “canción favorita de Lennon/McCartney", está impregnada de su maravilloso trabajo a la guitarra. Tanto es así que, a pesar de ser una de las canciones con más versiones de la historia, nadie ha conseguido igualar la belleza de su melódico solo con 'Lucy', su querida Les Paul Standard de 1957, uno de los más emocionantes de todos los tiempos.
 



Let it Be (1970)
 

Hay dos versiones distintas de una de las canciones más famosas de la banda. Una es la que se editó como single el 6 de marzo de 1970 y otra es la que apareció 20 días después en el disco del mismo nombre. Las dos parten de una misma toma, grabada el 31 de enero de 1969, pero contienen dos solos totalmente distintos, grabados por George Harrison en dos fechas posteriores. Y es que al guitarrista no le había gustado especialmente su solo original, grabado con su Strato a través de un Leslie, y decidió volver a grabar uno con su Telecaster Rosewood de 1968, también a través del Leslie, el 30 de abril de 1969. Pero el 4 de enero de 1970, cuando la banda ya estaba virtualmente separada, Harrison, Paul McCartney y Ringo Starr volvieron a reunirse para dar los últimos toques al disco antes de su publicación. Así que Harrison volvió a grabar un nuevo solo, esta vez con 'Lucy' su Les Paul Standard. George Martin quedó a cargo de la producción del single, mientras que Phil Spector hizo lo mismo con el disco. Cada uno escogió uno distinto, Martin el de abril y Spector el de enero. Creo que el segundo es el mejor de ambos, volviendo a demostrar la musicalidad de Harrison, siempre al servicio de la canción, con un tono algo distorsionado en contraposición con la sencillez de la canción, es melódico y simple, y queda grabado a fuego en la cabeza. Al final vuelve con fuerza, poniendo el contrapunto a la voz de Paul.
 



You Never Give Me Your Money (1969)
 

Uno de los mejores solos de guitarra de Harrison, también a través del Leslie, que sirve como puente musical en la canción entre la parte calmada al piano del principio y una parte en la que las guitarras de Harrison y Lennon brillan especialmente, llegando al final de 'All the children go to heaven…' en el que hay otro espectacular solo a cargo de la Telecaster Rosewood de Harrison. Una canción perfecta para poner a todos aquellos que piensan que los de Liverpool no sabían tocar...
 



The End (1969)
 

Grabado en el verano de 1969, Abbey Road fue el último disco grabado por la banda más famosa de todos los tiempos. Puede que no fueran conscientes pero es significativo que el disco terminara con este mítico The End, parte de una maravillosa suite de canciones junto a Golden Slumbers y Carry That Weight. Como si quisieran probar la explosiva química que surgía cuando tocaban juntos, en sus pocos más de dos minutos hay tiempo para que cada uno de los cuatro miembros se luzca personalmente, primero llega el momento del único solo de batería de Ringo en toda la carrera de los Beatles, luego llega el duelo de guitarras con pequeños turnos para cada uno de los tres restantes, primero entra McCartney con su Epiphone ES-230TD del 62, luego Harrison con su Les Paul ‘Lucy’ y, por último, Lennon con su Epiphone del 65, cada uno tiene tres turnos que sirven para ver tres estilos bien distintos. El de Harrison es el más complicado, en medio de Paul y John, sirviendo de puente entre el melodicismo del primero y la agresividad del segundo de manera perfecta, demostrando, una vez más, que su papel como guitarrista principal de la banda era totalmente merecido.
 



A Hard Day's Night (1964)
 

Aunque solo fuera por el tintineante acorde inicial en su Rickenbacker 360 de 12 cuerdas ya habría que nombrar esta canción por su importancia a la hora de perfilar el sonido de la guitarra eléctrica (y si no que se lo pregunten a Roger McGuinn y sus Byrds) pero es que en el pequeño solo da toda una lección con una excelente selección de notas tocadas dos veces y coronada con un llamativo efecto circular. Lo curioso del caso es que se había atascado con el solo y no sabía muy bien que hacer. Se llegó a pensar en la probabilidad de que fuera Paul el que lo grabara pero, al final, trabajó sobre el solo y se lo enseñó al productor, George Martin, que quedó tan encantado que decidió doblarlo el mismo con el piano, tocando simultáneamente a Harrison y logrando ese singular sonido.
 



Til There Was You (1963)
 

Normalmente cuando pensamos en las contribuciones de Harrison lo hacemos sobre la guitarra eléctrica pero también dejó cosas excepcionales con la acústica o, como en este caso, con la guitarra española. Cambiando su Gretsch por una Ramírez Harrison puso la guinda a esta preciosidad cantada por McCartney con un solo que es, a la vez, melódico y 'jazzy'. Poco después haría lo mismo con And I Love Her.
 



Old Brown Shoe (1969)
 

A pesar de aparecer solo como la cara B de The Ballad of John and Yoko, Old Brown Shoe es otra de las grandes canciones de Harrison. Con un sonido blues y furioso, Harrison se hace cargo del distorsionado bajo, además de entregar otro prodigioso solo, uno de los mejores técnicamente de su carrera.
 



Octopus Garden (1969)
 

La mejor canción de Ringo en la historia de los Beatles, claro que la competencia no es mucha siendo la segunda, y última, composición que aportó a la banda. Claro que es una canción notable, principalmente por la ayuda prestada por Harrison, mucho más preocupado que sus otros dos compañeros en echar una mano a su amigo a la hora de componer y arreglar sus canciones. Su trabajo a la guitarra, con una Strato del ’61 esta vez (nuevamente a través del Leslie), es una verdadera maravilla y sobresale en la introducción, el final y el fantástico solo. Como curiosidad decir que mientras suena el solo las voces de Harrison y McCartney se pasaron por compresores para parecer que estaban debajo del agua, además Ringo se puso a soplar una pajita en un vaso de leche para obtener el sonido de burbujas...  



Free As A Bird (1995)  
 

Aunque solo fuera por tener una canción de los Beatles con el slide de Harrison en primer plano mereció la pena este reencuentro de los tres miembros vivos para trabajar en una maqueta de Lennon. Sé que hay mucha gente a la que no le parece una gran canción pero a mí me emociona y mucho de ello tiene que ver con el excelente trabajo de George en, no podía ser de otra forma, 'Rocky' su Strato de 1961. Una verdadera belleza.
 



Hey Bulldog (1968)
 

Una de las canciones más roqueras de la historia de la banda, con un tremendo riff en el que Harrison se luce con su SG cereza. El solo es agresivo y directo lo que ha llevado a algunos a pensar que es obra de Lennon, pero el propio Geoff Emerick, el ingeniero de la grabación, recuerda que fue grabado por George, usando uno de sus nuevos Fuzz, haciendo que su guitarra gritara.