Las mejores canciones de George Harrison después de los Beatles
Por Sergio Ariza
A George Harrison la ruptura de los Beatles le llegó en el mejor momento de su carrera, acababa de firmar las dos mejores canciones del último disco grabado por la banda, Abbey Road, y, musicalmente, había encontrado en el slide el elemento definitorio de su forma de tocar la guitarra. Cuando llegó el momento de presentarse en solitario Harrison tenía un saco lleno de grandes canciones que habían sido rechazadas por los dos líderes de la banda, John Lennon y Paul McCartney, y un sonido totalmente propio. El resultado fue que durante un par de años el Beatle callado tuvo la carrera en solitario más exitosa entre sus compañeros. La pena es que entre 1982 y su muerte el 29 de noviembre de 2001 solo apareció un único disco en solitario, Cloud Nine, aunque sus últimas grabaciones aparecerían en el disco póstumo Brainwashed, publicado un año después de su muerte.
Desde Guitars Exchange queremos aprovechar el 20 aniversario de aquella fatídica fecha, el 29 de noviembre de 2001, con una lista con nuestras 10 canciones favoritas de su carrera, una vez terminado su periplo en los Beatles.
What Is Life (1970)
Cuatro minutos de pura gloria pop, el segundo sencillo de All Things Must Pass demostraba que Harrison, cuando se ponía a ello, tenía la misma facilidad melódica que McCartney. Aquí entrega su mejor, y más adictiva, canción, un riff irresistible abre un tema en el que Phil Spector se deja notar metiendo su famoso Muro de Sonido, con eco, vientos, cuerdas, un coro de voces (todas ellas a cargo de Harrison) y hasta Eric Clapton acompañándole con Brownie en la rítmica. Todo ello coronado por el estribillo más contagioso y celestial de toda su carrera, Beatles incluidos.
Handle With Care (1988)
Después de cinco años sin grabar nada, Harrison volvió por todo lo alto con Cloud Nine en 1987, logrando uno de los mayores éxitos de su carrera con aquel disco producido por Jeff Lynne. La compañía le pidió una nueva canción para sacar con el tercer sencillo, This Is Love, y Harrison, que estaba en Los Ángeles con Lynne, se puso manos a la obra. Lo curioso del caso es que en pocos momentos y por pura casualidad iba a reunir a un increíble grupo para acompañarle. Lynne estaba produciendo a la vez el disco Mystery Girl de Roy Orbison y el legendario cantante expresó su deseo de pasarse por la sesión. Harrison, que siempre había sido un gran fan, no dudó en invitarle, como no tenían un estudio disponible llamó a su amigo Bob Dylan que le ofreció grabar en el estudio que tenía en el garaje de su casa en Malibú. De camino hacia allí, Harrison se pasó por casa de Tom Petty, que tenía una guitarra suya, y cuando éste se enteró de los participantes también se apuntó. Harrison tenía una canción, en la que le había ayudado Lynne, en la que había metido una parte para que la cantara Orbison, al estar todos allí reunidos Harrison se dirigió a Dylan para pedirle ayuda con la letra y éste no lo dudó, pidiéndole al ex Beatle un título, Harrison echó un vistazo al garaje de Dylan y tras vez una caja con un rótulo que ponía, “manejar con cuidado”, no lo dudó y le dijo Handle With Care. En pocos minutos todos estaban aportando ideas y así surgió este temazo que se consideró demasiado bueno como para desperdiciarlo como cara B y terminó dando vida al supergrupo definitivo, los Traveling Wilburys. En la sesión también estuvo presente Mike Campbell, de los Heartbreakers, pero intimidado ante la presencia de un Beatle le cedió a este la parte solista, que terminó utilizando su característico slide. En el vídeo que se grabó para promocionar la canción, Harrison utiliza una Danelectro TW-100 Traveling Wilbury.
Give Me Love (Give Me Peace On Earth) (1973)
El sencillo principal de Living in the Material World le dio a George Harrison el segundo número uno en solitario de su carrera en EEUU. Era una canción en la que volvía a mostrar su cara más espiritual, como en My Sweet Lord, una especie de oración en la que se encuentran algunas de las mejores notas de su carrera como guitarrista. Solo con escuchar las primeras notas de su slide ya encuentras el perfecto resumen de su estilo, una prolongación de su personalidad, espiritual, alegre y triste a la vez, como un soplo de vida hecho música.
My Sweet Lord (1970)
Su primer sencillo en solitario, y la canción que sirvió de carta de presentación del esencial All Things Must Pass, era una maravilla pop en la que se mostraba su devoción espiritual con un estribillo magnífico y una increíble producción a cargo de Phil Spector. También fue la encargada de presentar al mundo su particular sonido al slide, posiblemente con su Stratocaster, tan distintivo como los cameos del director en las películas de Alfred Hitchcock. Entre los músicos que le acompañan, Ringo Starr, Eric Clapton, Billy Preston (para el que estaba escrita originalmente) o miembros de Badfinger, una pequeña gran ayuda a cargo de sus amigos.
Isn't It a Pity (1970)
Esta es una de esas canciones que cuesta creer que fuera rechazada por los Beatles, para colmo, no una, sino dos veces. Harrison había presentado esta canción en 1966 pero fue vetada por Lennon, inexplicablemente la canción volvió a quedarse fuera cuando Harrison la llevó a las sesiones de Let It Be. Como si se estuviera resarciendo Harrison la grabó dos veces en All Things Must Pass, siendo la mejor de ambas la primera, de más de siete minutos de duración con la melancolía habitual de Harrison y una excelente coda final en la que brilla con fuerza su solo con el slide, probablemente con su Fender Sonic Blue Stratocaster del 61, mejor conocida como Rocky, la misma guitarra con la que aparecía en Magical Mystery Tour.
I'd Have You Anytime (1970)
En noviembre de 1968 George Harrison fue a visitar a Bob Dylan y The Band a su refugio cerca de Woodstock, allí el guitarrista de los Beatles y el futuro Premio Nobel de Literatura sacaron sus guitarras acústicas y compusieron esta maravilla que Harrison decidió colocar en la primera posición de su primer disco post Beatles, All Things Must Pass. Cuando llegó el momento de grabarla Harrison llamó a Eric Clapton que se lució sin buscar los focos, con esas notas iniciales en las que el guitarrista de Cream rinde pleitesía a su amigo sonando parecido al estilo de Harrison y haciendo guiños a Something.
When We Was Fab (1987)
Harrison siempre fue el más reacio a caer en la nostalgia sobre los Beatles pero en esta maravilla de Cloud Nine decidió echar la vista atrás sin ira y hacer un homenaje a su ex banda, sonando como los psicodélicos Beatles de 1967, a medio camino entre I Am the Walrus y Strawberry Fields Forever, con Harrison incluso recuperando el sitar. Para cerrarlo todo Ringo se vuelve a hacer cargo de la batería y aparece junto a George en el innovador vídeo. McCartney también fue invitado pero no pudo asistir así que le dijo a Harrison que sacara a alguien con su disfraz de morsa y tocando el bajo con la zurda y contara a todo el mundo que era él, cosa que, por supuesto, Harrison hizo. La imposible reunión de los Fab Four la cierra Neil Aspinall, el antiguo colaborador de la banda, apareciendo llevando una copia del Imagine de John Lennon.
Stuck Inside A Cloud (2002)
La grabación de Brainwashed estuvo plagada de problemas, tanto empresariales y financieros, principalmente con su mánager Denis O'Brien, pero también por parones en los que Harrison grabó con los Traveling Wilburys, Ravi Shankar o sus ex compañeros en The Beatles Anthology. Al final no lo pudo ver editado en vida pero le había dado instrucciones precisas a su hijo Dhani sobre cómo quería que fuese. Cuando finalmente se publicó Dhani colocó esta preciosidad, llamada Stuck Inside A Cloud, en la posición número siete, que era el número favorito de su padre, y la posición en la que solía colocar sus canciones preferidas de cada disco.
All Things Must Pass (1970)
La canción que dio título al mejor disco de la carrera de Harrison llevaba clara la influencia de The Band. A pesar de que fue ensayada en varias ocasiones por los propios Beatles en las sesiones de Let It Be, la canción fue vista como la declaración de Harrison tras la ruptura de los Beatles, como fue el God de John Lennon. A pesar de que Harrison siempre la imaginó como un perfecto vehículo para la voz de Levon Helm, el batería de The Band, su amigo Paul McCartney hizo un magnífico trabajo en su versión con motivo del emotivo Concert For George de 2002, junto a algunos de los músicos originales de la grabación como Ringo o Clapton.
Got My Mind Set On You (1987)
La canción con la que volvió a lo más alto de las listas de sencillos de EEUU, 14 años después de que lo hiciera la anterior, Give Me Love (Give Me Peace On Earth). Se trataba de una versión de una canción escrita por Rudy Clark e interpretada originalmente por James Ray en 1962, Harrison se la llevaba a su terreno y la convertía en una de sus canciones más conocidas e instantáneas.