El canto de cisne de los Small Faces
Por Sergio Ariza
Gran Bretaña a mediados de los años 60 fue un
hervidero de grandes bandas que protagonizaron la famosa 'Invasión Británica'
de las listas estadounidenses capitaneados por los Beatles, podemos añadir a los Rolling
Stones, los Kinks y los Who para completar el maravilloso póker
de sus bandas principales, seguidos por un innumerable número de notables como
los Animals, los Yardbirds, los Pretty Things, los Hollies,
los Zombies, los Them, los Searchers, los Creation,
Manfred Mann, The Spencer Davis Group... Bien pues si pudiera elegir una banda
para completar el repóker, no tendría duda, mis elegidos serían los Small Faces de Steve Marriott y Ronnie Lane, y su principal carta
ganadora sería este disco, Ogdens’ Nut
Gone Flake, que no ha recibido todo el mérito que se merece, siendo unos de
los mejores discos de los años 60 y una de las mejores representaciones de la
psicodelia británica.
A pesar de haber sacado un notable disco en
1967 tras su fichaje por Inmediate, los Small Faces eran conocidos
principalmente como una banda de singles, con himnos como All Or Nothing, Itchycoo Park o Tin
Soldier, así que a principios de 1968 se encerraron en el estudio con la
intención de grabar un disco a la altura del nuevo signo de los tiempos que
había comenzado con la aparición de Sgt.
Pepper's. Lo lograrían con creces, creando una obra maestra dividida en
dos partes, una primera con seis de las mejores canciones de su carrera y una
segunda en la que se adelantarían al nacimiento de las óperas rock.
Pero vayamos por partes, la primera cara se
abre con la canción titular, un instrumental que adelanta la carrera de los Charlatans en más de 20 años, luego
suena la imparable Afterglow Of Your Love
con una intro acústica que da paso a la volcánica aparición del resto de la
banda, comandados por el órgano de Ian
McLagan y la batería de Kenny Jones,
luego aparece la voz de Marriott y demuestra que existen muy pocos cantantes
mejores que él. McLagan es el responsable de escribir y cantar Long Agos and Worlds Apart que da paso a
los primeros coqueteos de Marriott con el 'music hall' y su acento 'cockney' en
Rene. Luego llega el turno de Lane
con Song Of A Baker, una de sus
canciones y la que mejor adelanta el futuro que hubieran tenido de seguir
juntos. Es un hard rock imparable, cantado por Lane, con un volcánico Marriott
uniéndose a él para el estribillo, además de contar con su mejor momento a la
guitarra en la historia de la banda, posiblemente con su favorita de esos
tiempos, una Telecaster Sunburst modificada con una P-90 en el mástil. La
primera cara se cierra con una de sus canciones más conocidas, Lazy Sunday, una irresistible broma de
Marriott, cantada nuevamente con su mejor acento 'cockney', en la que habla
sobre sus problemas con los vecinos. La compañía la sacó sin su consentimiento
como single, convirtiéndose en uno de sus mayores éxitos, pero ni Marriott, ni
la banda se quedaron muy contentos de que fuera la elegida para representar el
disco.
Y en la segunda cara; antes de que Tommy fuera al espejo, antes que Ziggy tocara su guitarra e, incluso,
antes de que S.F. Sorrow naciera (el
disco de los Pretty Things no vería la luz hasta diciembre de 1968); los Small
Faces iniciaban la moda de las óperas rock con la historia de Happiness Stan y su búsqueda de la otra
cara de la luna. Las canciones están engarzadas con intervenciones habladas de Stanley Unwin, relatando la historia.
La historia es bastante tonta (tampoco es que Tommy fuera Shakespeare)
pero divertida y cuenta con grandes canciones para apoyarla, como la rockera Rollin' Over (de la que Brian May haría una versión a
principios de los 90), la psicodélica The
Hungry Intruder o la folkie Mad John,
con Marriott luciéndose con su Epiphone Hummingbird (si hacemos caso de las
imágenes del programa de televisión en el que lo presentaron), hasta llegar al
optimista final con el ‘Music Hall’ de HappyDaysToyTown.
El disco apareció el 24 de mayo de 1968 en las
tiendas y la banda lo presentó en el programa Colour Me Pop el 21 de junio, tocando (en play-back) toda la
segunda cara, más Song Of A Baker y
un vídeo de Lazy Sunday. Dos días más
tarde subió a lo más alto de las listas británicas de álbumes, lugar en el que
permanecería durante seis semanas seguidas hasta el 4 de agosto. Pudiera
parecer que la banda lo había conseguido pero, a pesar de que llegarían a
grabar algo más, se puede ver también Ogdens’
como el canto de cisne de la banda, su despedida por todo lo alto.
En poco tiempo Marriott abandonaría el barco,
cansado de la imagen demasiado blanda que tenía la banda, y se iría con su
joven protegido Peter Frampton, al que había
intentado meter en la banda como segundo guitarrista, para formar Humble Pie. Por su parte el trío
restante ficharía a Rod Stewart y Ronnie Wood para sustituir el
tremendo vacío dejado por Marriott, se quitaría el Small del nombre y pasarían
a ser los Faces. Dos grandes bandas
que sacarían grandes canciones y buenos discos a finales de los 60 y principios
de los 70. Ninguno de ellos, eso sí, sería capaz de superar a esta maravilla.