El sumo sacerdote del rock de Detroit

Por Sergio Ariza

Fred 'Sonic' Smith fue el sumo sacerdote de la Iglesia del Rock de Alto Octanaje de Detroit. Junto a MC5 y Sonic’s Rendezvous Band se adelantó al punk y a las tormentas de distorsión del rock alternativo. Sus intercambios de furiosas descargas de electricidad con Wayne Kramer fueron el equivalente punk a los de Duane Allman y Dickey Betts. Nunca tuvo éxito pero su huella sonora es absolutamente esencial, ejerciendo de maestro para bandas posteriores como Ramones o Sonic Youth.    

Frederick Dewey Smith
nació un 13 de septiembre de 1949 en West Virginia pero siendo un niño sus padres se mudaron a un suburbio de Detroit. Sería en la ciudad del motor donde daría rienda suelta a su amor por el rock & roll. Junto a otros adolescentes, como su vecino Wayne Kambes, comenzó a formar varias bandas de garaje. Fred era el guitarrista principal de los Vibratones mientras que Wayne hacía lo mismo en los Bounty Hunters. Wayne le había enseñado unos cuantos acordes pero ahora eran rivales en la competitiva escena de Detroit. Smith se compró una Fender Duo-Sonic y, a pesar de que no le gustó su sonido, decidió quedarse con su apodo. A partir de ese momento fue Fred 'Sonic' Smith. Poco después los dos guitarristas más ruidosos de la ciudad unieron fuerzas, Smith no era el único que había cambiado de nombre, su amigo/rival Wayne Kambes, se hacía llamar ahora Wayne Kramer, juntos formarían la dupla perfecta de guitarristas del hard rock/punk.
 



Poco tiempo después se les unía otro amante del rock y el soul más sudorosos llamado Rob Derminer, aunque se hacía llamar Rob Tyner en homenaje al pianista de Coltrane. En 1965 entraron en escena Dennis 'Machine Gun' Thompson a la batería y Michael Davis al bajo. En poco tiempo hicieron el suficiente ruido como para que John Sinclair, uno de los personajes más conocidos de la ciudad, se convirtiera en su mánager. Sinclair había creado las Panteras Blancas cuyo lema rezaba "asalto total sobre la cultura bajo cualquier medio posible, incluyendo rock and roll, droga y follar en las calles". Los MC5, que así se hacían llamar, encajaban como un guante. Smith se hizo con una Gretsch Tennessean y comenzó a erigirse como el pilar sonoro de la banda. Si Kramer era el solista principal, Smith era el arquitecto de su sonido, como decía Thompson "Fred era la persona más creativa musicalmente en la banda (...) Como Brian Jones en los Stones, siempre salía con las partes de guitarra más molonas, mientras que Kramer era algo así como la guinda del pastel".
 



El grupo seguía mejorando en directo y a su amor por James Brown y Chuck Berry ahora se le sumaba el ataque sónico y espiritual del free jazz de Ornette Coleman o Sun Ra. Sus conciertos terminaban con Black to Comm, una orgía de distorsión y 'feedback' totalmente adelantada para la época. Sus conciertos en el Grande Ballroom de Detroit se estaban convirtiendo en acontecimientos y, después de que la naciente Rolling Stone les dedicara un artículo contando cómo habían destrozado a Cream tras abrir para ellos, fueron fichados por Elektra, a los que convencieron para que firmaran también a los Stooges de Iggy Pop y los hermanos Asheton. Para ese momento Smith ya había vuelto a cambiar de guitarra y utilizaba una Mosrite USA 65-SB. En la época de Les Pauls y Stratocasters, Smith buscaba otros sonidos, adquiriendo también una de las pocas Epiphone Crestwood que se fabricaron.
 



Su primer disco fue grabado en directo en el Grande Ballroom y las guitarras de Smith y Kramer sonaban más fuera de control que cualquier cosa hasta la fecha. El único grupo que había jugado con la distorsión y el ruido hasta esa fecha era la Velvet Underground, pero donde los neoyorquinos eran pura intelectualidad, los de Detroit eran puro rock & roll. En la portada del disco Smith aparece empuñando su Mosrite, adelantándose en unos años al momento en el que Johnny Ramone, con una guitarra similar, inventara el punk. Aquí Smith ejerce principalmente de guitarrista rítmico, llevando todo el peso de la banda y poniendo los cimientos para el lucimiento de la Strato de Kramer, aun así hay momentos para el lucimiento de ambos como el fantástico final de Rocket Reducer No 62 con dos salvajes solos a la vez, en una especie de reinterpretación rockera del free jazz. Kick Out The Jams fue una auténtica descarga de adrenalina que se adelantaba a la energía y la crudeza del punk. Su futuro parecía garantizado pero el hecho de que utilizaran la frase "kick out the jams, motherfuckers" llevó a un veto por parte de una importante tienda de discos. El hecho de que respondieran al veto insultando a la tienda de discos hizo que esta lo ampliara a Elektra. Poco después su compañía de discos les despedía.
 

Al poco tiempo lograron un contrato con Atlantic, Smith seguía demostrando que su elección de guitarras no era la típica y se hizo con una Rickenbacker 450 a la que añadió un 'humbucker'. Su nueva compañía les asignó como productor a Jon Landau, alguien con el que compartían un profundo amor por el rock & roll de los 50. Este decidió utilizarlo para buscar un retorno a las raíces con canciones cortas y directas. El disco se abría con una versión de Little Richard, Tutti Frutti, y se cerraba con una de Chuck Berry, Back In The USA, que además servía de título al disco. El enfoque parecía claro, Sun Ra salía de la ecuación y prevalecía Chuck Berry. Smith seguía creciendo como compositor y aportaba alguna de las mejores canciones del disco como Shakin' Street, en la que también cantaba, o The American Ruse, donde respondía al grito de Tyner "Rock 'em back, Sonic!" con un fabuloso solo en el que citaba paródicamente una antigua canción de la Guerra Civil americana.
 



El disco no tenía la misma fuerza de su directo pero su enfoque hacia lo básico sería todavía más influyente en el punk. Además, canción por canción, era mejor, con clásicos como las ya mencionadas, Looking At You, Tonight o Teenage Lust. Pero el momento parecía haber pasado para ellos, 1968 y su promesa de revolución parecían cosa del pasado y el público parecía ajeno a sus incendiarias soflamas. Pero, a pesar de todo, la banda estaba en su mejor momento, Smith seguía ganando en confianza y ahora parecía claro que era el líder, componiendo cada vez más y mejorando día a día en la guitarra. En 1970 durante un par de conciertos lució un traje de superhéroes espacial mucho antes de que la moda glam se pusiera de moda en Reino Unido y EEUU.
 

Para cuando los MC5 grabaron High Time, la distinción entre guitarra solista y rítmica se había diluido totalmente, compartiendo ambos los dos papeles como se puede comprobar en los increíbles solos a la vez de Baby Won't Ya y Future/Now. Kramer sudaba tinta para mantener a raya la efervescencia a las seis cuerdas de Smith quien, además, componía cuatro de las ocho canciones del disco. Entre ellas el magnífico arranque con Sister Anne y Baby Won't Ya y el demoledor final con Over And Over y Skunk (Sonicly Speaking). Para este disco decidieron encargarse de la producción ellos mismos y lograron combinar a la perfección la energía y ferocidad de Kick Out The Jams con las canciones de Back In The USA. Fue una maravilla pero al mundo pareció no importarle. Tras una accidentada gira por Inglaterra el resto de miembros se fue marchando hasta que solo quedaron los dos originales, Kramer y Smith. De vuelta a casa su carrera terminó en el Grande Ballroom, el 31 de diciembre de 1972, ante apenas unas decenas de personas, cuando Kramer decidió bajarse del escenario y renunciar.
 



En el momento en el que había explotado como compositor y músico Smith se encontró con que no tenía banda. Unos seis meses después del fin de MC5, Smith se reunió con Thompson y David para formar Ascension. Mientras un antiguo colega de la escena de Detroit se acercó a verles y se llevó a Smith al estudio de grabación para grabar un single formado por Take A Look y Soul Mover. Se trataba de Scott Morgan, ex cantante de los Rationals. Smith estuvo brillante en la grabación y la química entre ambos fue muy buena. Se habían plantado las semillas de la segunda gran banda de su carrera, Sonic's Rendezvous Band.
 

Todo mejoró con la llegada de otros dos pesos pesados de la escena rock de Detroit, el bajista Gary Rasmussen, proveniente de The Up, y, sobre todo, el batería Ron Asheton, de los Stooges. Morgan se encargaba de la guitarra rítmica, con una Telecaster o una Broadcaster, y Smith era el guitarra solista con su Rick 450. Su Epiphone Crestwood pasó a manos de Deniz Tek, uno de los mayores fans de la banda, que la pondría a buen usó en Australia al frente de Radio Birdman.
 



Pero de vuelta en Detroit la Sonic's Rendezvous Band comenzó a hacerse un nombre en la escena de la ciudad, Smith decidió que no se tocarían canciones de sus famosas ex bandas, así que el material eran versiones de rock, soul y r&b, además de canciones propias del propio Smith y Morgan.  
En un momento en el que los hijos de los MC5 estaban creando el punk en Nueva York, Smith estaba al frente de una banda que podía rivalizar con todos ellos. Cuando uno de esos grupos nuevos llegó en 1976 a la ciudad, el Patti Smith Group, su guitarrista, Lenny Kaye, les convenció que abrieran para ellos. Patti no había oído hablar de él pero Kaye le dijo que era el mejor, así que le subió al escenario en su actuación. Esa noche saltaron chispas entre la poetisa del punk y uno de los padrinos del género. Los dos Smith comenzaron una relación que se iría consolidando poco a poco.  

El amor triunfaría pero la carrera musical de Fred volvería a quedar truncada. A principios del 78 grabaron City Slang, la que iba a ser la cara A de su single de presentación. Era una de las mejores canciones que había compuesto y encapsulaba todo lo que hacía grande al rock de Detroit. Todo parecía dispuesto para su lanzamiento pero justo en ese momento recibieron la llamada del mismísimo Papa del rock de la ciudad, Iggy Pop. El ex Stooges se embarcaba en una gira europea y quería llevarse a la mejor banda posible… pero no había espacio para Morgan. Así tres cuartas partes se fueron con Iggy, dejando sin promoción aquella increíble canción. La gira fue muy bien e Iggy les trató de convencer de que se convirtieran en su banda fija pero Sonic se negó. Por un lado seguía creyendo en su banda, por otro su relación con Patti se afianzaba y la echaba de menos. Era recíproco, en poco tiempo la cantante le dedicó Because The Night, Frederick y Dancing Barefoot.
 



Cuando volvieron a Detroit decidieron sacar City Slang pero Morgan, despechado, decidió que no quería que se utilizara su excelente Electrophonic Tonic como cara B, con lo que tuvieron que utilizar una segunda versión en estudio de City Slang. La banda estaba rota casi antes de empezar y Sonic se centró en su relación con Patti. En 1979 esta se fue a vivir a Detroit y en 1980 la pareja se casó, se retiró del mundo del espectáculo y se marchó a criar una familia en los suburbios de Detroit.
 

No reaparecerían hasta ocho años después cuando Patti Smith publicó Dream of Life, producido y co escrito junto a Fred, que también se encarga de las guitarras del disco. A pesar de contener la emocionante People Have The Power, el disco no fue el éxito que preveía Fred, algo que todavía duele a Patti que afirma que el disco era más de Fred que de ella, "era su música, su filosofía". Su salud empeoró y terminó falleciendo el 4 de noviembre de 1994 de un ataque al corazón.
 

A pesar de que ninguna de sus bandas logró el éxito que merecía, nadie puede dudar de la tremenda importancia de Smith dentro del sagrado panteón del rock de Detroit, con nombres como los de Iggy Pop, Bob Seger, Ted Nugent, Mitch Ryder o su 'hermano' Wayne Kramer. De su música y sus canciones han bebido infinidad de bandas y su rastro se puede encontrar en la energía de Radio Birdman, el feroz ataque de los Hellacopters o el ruido blanco de Sonic Youth (un grupo que se bautizó así en su homenaje). El rock & roll sigue en deuda con él.


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