Emergiendo de la alargada sombra de Duane Allman

Por Sergio Ariza

Normalmente hay dos puntos de vista distintos sobre la vida, uno dice que la vida es injusta y terrible, otro dice que la vida es bella, puede que ninguno tenga razón del todo y que la vida sea injusta y terrible, a la vez que bella. La vida nos quitó a Duane Allman a los 24 años de edad, una tremenda injusticia y crueldad, pero la vida nos dio a Derek Trucks para que pudiéramos escuchar hasta donde podría haber llegado de haber vivido más (aunque fuera casi 30 años después del triste adiós de Duane).    

A veces es también difícil creer en el destino pero cuando ves la historia de Derek Trucks y los Allman Brothers, puedes pensar que parece sacada de una vieja fábula mitológica. Derek Trucks vino al mundo un 8 de junio de 1979, su tío era Butch Trucks el batería original de los Allman Brothers y su padre le llamó así, Derek, en homenaje a Derek & The Dominos, la banda en la que Eric Clapton invitó a Duane Allman a tocar y juntos crearon el inmortal Layla & Other Assorted Love Songs. Su lugar de nacimiento, Jacksonville, Florida, es el mismo sitio donde se habían formado los Allman diez años antes. No fue el único miembro de la familia de los Allman al que nombraron en su honor, la huella de Duane en el resto de integrantes de la banda seguía siendo tan profunda que el hijo de Dickey Betts se llama Duane, el hijo de Berry Oakley se llama Berry Duane Oakley, la última hija de Gregg Allman se llama Layla, e incluso el hermano menor de Derek se llama Duane. Parece evidente que el hueco dejado era difícil de llenar pero, como en la mitología universal, todos parecían estar esperando la llegada del heredero…
   

Derek no tardó mucho en despuntar, criado en base a una estricta dieta musical consistente en Eat a Peach, At Fillmore East, Layla y algo de Elmore James, el sonido de Duane era parte de él casi desde su nacimiento, casi como si, además del nombre, le hubieran puesto un slide en el dedo nada más nacer. A los 8 años se hizo con su primera guitarra, una Jay acústica por la que pagó 5 dólares, su primera eléctrica tampoco era una maravilla pero el niño era capaz de hacer diabluras con ella, el slide parecía el paso natural, tanto por aquello de la influencia, como por el hecho de que sus pequeñas manos infantiles lo tuvieran más fácil.
   



Como si el destino volviera a llamar a su puerta, en 1989 los Allman Brothers volvieron a reunirse, por primera vez desde el nacimiento de Derek, para celebrar su 20 aniversario. Así que su padre invitó a su hermano, Butch Trucks y a varios miembros más de la banda para que fueran a verle, fueron Trucks, Warren Haynes, Allan Woody y Gregg Allman. Este se le acercó después del concierto y le dio uno de los ‘bottleneck’ de Duane, la primera parte de su destino se había cumplido, en unos años pasaría a formar parte de la banda y el fantasma del mayor de los hermanos Allman volvería a pasearse por los escenarios, sobre todo cuando sus padres decidan comprarle la guitarra de sus sueños, una reedición del año 90 de una Gibson SG ’62.
 



Habrá momentos en el futuro en los que Gregg cerrará los ojos y se volverá a ver en un escenario con Duane, Derek siempre será consciente de cuando el único hermano Allman vivo le mira de esa manera especial. Una de las primeras veces fue el 4 de julio de 1993, con solo 14 años, cuando Derek abre para la banda y, vestido con una camiseta de Duane, se lanza a una increíble versión de la coda final de Layla.
   

Al año siguiente forma la Derek Trucks Band, para esa época ya ha tocado con Bob Dylan y B.B. King que, además, le ha firmado su guitarra. En 1997 aparece su disco de debut, The Derek Trucks Band, en el que se puede comprobar como sus influencias se han ido ampliando, apareciendo la enorme huella dejada en él por grandes del jazz como John Coltrane o Wayne Shorter, además de su gusto por la música tradicional india, en especial Ali Akbar Khan, otra de las grandes influencias de su vida. Ese mismo año Warren Haynes y Allan Woody dejan los Allman Brothers para formar Gov’t Mule, les sustituyen Oteil Burbirdge y Jack Pearson pero un par de años después Pearson abandona y Butch Trucks decide llamar a su sobrino para que aparezca en la gira del 30 aniversario. Con 20 años de edad se convierte en el miembro más joven de la historia de la banda.
   



El heredero ya ha llegado pero las cosas en la banda no están en su mejor momento, Dickey Betts es el líder absoluto de la banda y el resto de miembros originales están resentidos con él. En el año 2000 aparece el disco en directo Peakin' at the Beacon que no es una de sus mejores actuaciones y al poco tiempo se produce la salida de Betts. Al principio los fans no pueden concebir unos Allman Brothers sin Betts pero tras la vuelta de Warren Haynes la banda recuperará su mejor nivel, haciendo sus mejores actuaciones desde los tiempos de Duane y Dickey. Una de las mejores parejas de guitarristas de la historia se encuentra con unos herederos a su altura. Como los primeros la conexión entre Trucks y Haynes es casi telepática, las dos guitarras principales vuelven a armonizar y a dialogar fluidamente como se puede comprobar en el único disco de estudio que llegaron a hacer con esta formación, Hittin’ The Note, publicado en 2003. Canciones como Desdemona están entre lo mejor que ha hecho nunca la banda y el solo de Derek con el slide es capaz de mandar escalofríos por la espalda. En directo se complementan a la perfección, prueba de ello es el notable One Way Out, publicado en 2004, donde los dos guitarristas muestran un tremendo respeto por sus predecesores pero, a la vez, son capaces de mantener sus propias voces en composiciones míticas como Dreams o Whipping Post.
   



Pero Trucks no olvida su carrera en solitario y en 2002 publica su primer disco notable con su propia banda, Joyful Noise, donde Trucks intenta demostrar que su universo se expande mucho más allá de la música de los Allman Brothers y la alargada sombra de Duane. Pero esta le volverá a alcanzar de lleno cuando en 2006 reciba una llamada desde el extranjero. Ante su sorpresa se encontrará con un mensaje de voz de Eric Clapton pidiéndole que colabore con él. El único eslabón que le faltaba para completar su vínculo con Duane.
   

Primero colaborarán en el disco que estaba haciendo Clapton con J.J. Cale, Road To Escondido, en el que también participó Billy Preston y en el que se puede escuchar a Trucks en canciones como Missing Person. Pero Clapton también verá en él lo mismo que vio décadas atrás en Duane, una alma gemela capaz de sacar lo mejor de sí mismo, así que lo invitará a formar parte de su banda y con él a bordo dará algunos de los mejores conciertos de sus últimos años de carrera, recuperando, como era obligatorio, varios de los clásicos de la etapa de Derek & The Dominos como Layla, Tell The Trutch, Anyday o la increíble Why Does Love Got To Be So Sad?, en la que las guitarras de Trucks y Clapton actualizarán el diálogo que mantuvieron años atrás Duane y Eric. Y es que Trucks siempre ha seguido la máxima de Elvin Jones, cada vez que toques un solo trata de contar una gran historia.
   



Tras esta excelente prueba, en la que dio lo mejor de sí mismo e hizo que Clapton volviera a sentirse inspirado, Derek se pudo liberar del enorme peso de ser el heredero de Duane y pudo volar libre, no es de extrañar que su siguiente disco con su banda se llamara Already Free y fuera el mejor de los que hubiera sacado hasta esa fecha, con una excelente versión del Down In The Flood de Dylan, tampoco que al poco decidiera formar una banda con su mujer, la excelente cantante y guitarrista Susan Tedeschi, con la que ha podido seguir extendiendo su paleta, esta vez con un numeroso grupo de músicos, reunidos bajo el nombre de Tedeschi Trucks Band, en los que el soul y el funk también ganan terreno, además de atreverse con otras guitarras fuera de sus queridas SG (de la que acabó teniendo, como no podía ser de otra forma, un modelo signature), como una Firebird V Sunburst del 65 conectada a un Ampeg V-12.
   



Su forma de tocar sigue mejorando con el paso de los años y en 2012 recibió el elogio definitivo cuando B.B. King le subió al escenario junto a su mujer Susan Tedeschi y a John Mayer e hizo uno de los solos más emocionantes de su carrera, haciendo que Mayer dejara de tocar para, simplemente, admirarle y que King, alguien que ha debido escuchar más de un millón solos a cargo de los mejores guitarristas de todos los tiempos, le dijera que era lo mejor que había escuchado nunca.
   

Trucks se ha ganado por méritos propios un sitio entre los más grandes fuera de la enorme presencia de Duane, pero hubo una vez más en la que volvió a ponerse en sus botas, fue el 28 de octubre de 2014, el último concierto de los Allman Brothers en el mítico Beacon Theatre de Nueva York. No era una ocasión más, era el fin de una era y, en cierta medida, el adiós definitivo para el grupo que creó Duane en 1969. Así que para la ocasión Galadrielle Allman, la hija de Duane, trajo las tres Les Paul de Skydog y Trucks y Haynes se turnaron para tocarlas. Gregg volvió a cerrar los ojos como en las ocasiones en las que la magia se hacía presente y volvió a verse tocando con su hermano mayor, al abrirlos y ver a aquel rubio sacar las notas más increíbles con su slide de la Les Paul de Duane durante Dreams se preguntó si no estaría soñando o había viajado atrás en el tiempo. Al final sonó el Trouble No More de Muddy Waters, la primera canción que tocaron juntos en Jacksonville, el día que Gregg se unió a la banda y su hermano le pidió que se dejara la garganta cantando.
   

 

Cuando el concierto acabó, a la una y 25 de la madrugada del 29 de octubre, se cumplían 43 años del fallecimiento de Duane Allman. Nuevamente, como en las películas, se rompió el hechizo y Derek Trucks pudo dejar de ser la reencarnación de éste para ser él mismo. Algo que, por otro lado, tampoco está nada mal, siendo como es uno de los mejores guitarristas que habitan el planeta Tierra. Esperemos que le queden muchas historias que contar a las seis cuerdas.


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