El pequeño gigante
Por Sergio Ariza
Steve
Marriott tenía una voz de gigante encerrada en un
cuerpo de niño, todo el mundo se quedaba asombrado cuando le escuchaba y fue la
principal referencia para todos los demás cantantes británicos que hubo después
de él, de Rod Stewart a Paul Rodgers, pasando por Robert Plant o Joe Cocker. Pero es que Marriott, a diferencia de estos, también
era un notable guitarrista por cuenta propia, además de un excelente
compositor. Una triple amenaza que lo convierte en uno de los 'frontman' más
importantes de la historia del rock.
Stephen Peter Marriott nació en Londres un 30
de enero de 1947, siendo un adolescente interpretó el papel de Artful Dodger en
el musical Oliver! y parte de este se
quedaría con él para siempre. Para esa época, 1960, ya tenía una banda con la
que interpretaba canciones de su adorado Buddy Holly, pero no sería hasta
que la casualidad le cruzara con Ronnie
Lane cuando su carrera despegó.
Marriott trabajaba en una tienda de música cuando
Lane apareció con su padre para comprar un bajo. Ambos se reconocían de verse
tocando en distintos grupos, tras comenzar a hablar y ver que tenían mucho en
común más allá de su pequeña estatura (ambos medían 165 centímetros).
Terminaron en casa de Marriott escuchando discos de James Brown y Otis Redding.
Al poco decidieron formar una banda, con Kenny
Jones a la batería y Jimmy Winston
al teclado, y comenzaron a dar rienda suelta a su pasión por el R&B. Todos
estaban metidos en el mundo Mod y cuando Winston presentó a sus compañeros de
banda a su novia esta exclamó: "¿no
tenéis unas caras muy pequeñas?". Poniendo que los líderes Mod solían
ser llamados 'The Face', el grupo decidió quedarse el nombre.
En poco tiempo eran la nueva sensación de los
pubs de Londres con su sudoroso R&B en el que primaban las versiones. Entre
ellas estaba You Need Loving, una
apropiación de un tema de Willie Dixon
en el que Marriott daba el do de pecho. Armado con su Gretsch 6120, que le
hacía parecer más pequeño aún, Steve lanzaba desafiante ese 'Woman Youuuu Neeed loving' que a
cualquier amante al rock le pondrá la piel de gallina. Entre el público Robert Plant tomaba notas. Años después
con Jimmy Page buscando un cantante
similar a Marriott lo haría exactamente igual en Whole Lotta Love.
Pero, como decía, los Small Faces se habían
convertido en la comidilla del mundo musical y no tardarían en ser fichados por
Don Arden que los pondría a grabar
para Decca. Su primer single sería Whatcha
Gonna Do About It, una canción construida sobre el Everybody Needs Somebody de Solomon
Burke en la que volvía a destacar Marriott con su voz y con su guitarra,
siendo su espartano solo uno de los primeros ejemplos de 'feedback'. La canción
se coló entre los 20 primeros en el Reino Unido. Después de su segundo single
Winston fue sustituido por Ian McLagan.
Cuando le vieron, con su 1'65 de altura supieron que había nacido para tocar en
los Small Faces.
Su primera grabación con ellos fue Sha La La Lee, una canción comercial que
ellos convirtieron en irresistible (y en clara precursora del power pop) y
metieron en el número 3 de las listas. Era febrero de 1966, al finalizar el año
habrían metido otras tres canciones en el Top Ten, incluido un número 1, All Or Nothing, una canción escrita por
Marriott que definiría su carrera. Solo les quedaba conquistar América pero
cuando iban a embarcar hacia allí McLagan fue procesado por posesión de drogas.
América tendría que esperar.
A pesar del éxito el dinero no llegaba, así
que el descontento con Arden crecía, todo estalló cuando sus padres fueron a
visitarle para preguntar por la situación económica de estos y este les dijo
que sus hijos eran drogadictos. Poco después los Small Faces dejaban Decca y
fichaban por Inmediate. Allí vivirían su época de esplendor, convirtiéndose en
mucho más que una banda de singles. Abandonaron los directos y se centraron en
el estudio con resultados espectaculares.
En 1967 sacaron su primera obra maestra, un
disco sencillamente titulado Small Faces con el que pasaron de
ser una gran banda de R&B a coquetear con la floreciente psicodelia. Pero
también siguieron sacando excelentes singles como Here Comes The Nice o la espectacular Itchycoo Park, un número 3 en Inglaterra y 16 en EEUU. Para esta
época Marriott había abandonado sus queridas Gretsch por su Telecaster
modificada con una P-90 en el mástil. 1967 se cerró con otra de sus mejores
canciones, Tin Soldier, donde volvían
los mejores aromas R&B. En su cara B, I
Feel Much Better, Marriott demostraba que podía sacar fuego de la
Telecaster.
En los primeros meses de 1968 la banda se
encerró en el estudio y grabó su obra maestra, Odgen's Nut Gone Flake, un disco dividido en dos partes, una
primera con seis de las mejores canciones de su carrera y una segunda en la que
se cuenta la historia de Happiness Stan y su búsqueda de la otra mitad de la
luna. Si bien esta segunda parte ha envejecido peor, con su narración haciendo
parones entre las canciones, la primera parte es uno de los Santos Griales del
pop británico. Desde su comienzo, con un instrumental que adelanta la carrera
de los Charlatans en más de 20 años, hasta la icónica Lazy Sunday, es un curso avanzado de música popular británica. Del
23 de junio de 1968 al 4 de agosto de 1968 el disco estuvo durante seis semanas
seguidas en lo más alto de las listas británicas. Pero el hecho de que
Inmediate sacara sin su permiso Lazy
Sunday como single molestó a Marriott que no la consideraba representativa
del disco. El hecho de que volvieran al directo y no lo hicieran bien hizo aún más
daño.
Marriott se había fijado en un joven talento,
llamado Peter Frampton, que brillaba
en un grupo llamado The Herd y lo quería
en la banda. Pero los otros tres miembros se negaron. El fin de año de 1968 los
Small Faces dieron un concierto en París y tras cuatro desastrosas canciones
Marriott dijo basta. Lanzó su Telecaster al suelo y se marchó de allí. Los
Small Faces dejaban de existir en su mejor momento.
Se había cansado de ser, a la vez, el Roger Daltrey y el Pete Townshend de la banda. El
enorme vacío que dejó se puede ver en que para sustituirle hicieran falta dos
pesos pesados como Rod Stewart y Ronnie Wood. Marriott decidió
unirse al grupo que había creado para Frampton, con Greg Ridley y Jerry Shirley,
y así nació Humble Pie.
La primera canción de su disco de debut era
puro Small Faces, Desperation, una
versión de Steppenwolf construida
sobre un humeante Hammond típico de McLagan tocado por un Frampton que también
se encargaba de la guitarra principal, con Marriott aportando una poderosa
rítmica y ese chorro de voz del que no me canso de hablar. Y es que As Safe As Yesterday fue el disco más
Small Faces de la carrera de Humble Pie, recordando a muchas de las canciones
de Autumn Stone, el disco póstumo de éstos,
sobre todo las acústicas con un aroma country. Para las canciones eléctricas
Marriott comenzó a utilizar una Epiphone Dwight, mientras que Frampton confiaba
en una Les Paul Standard.
Antes de que saliera a la luz ya habían
grabado un segundo disco. El hecho de que no pudieran tocar en directo por
asuntos legales les mantuvo en el estudio impidiéndoles comprobar su verdadera
popularidad en un momento en el que el rock se estaba endureciendo con grupos
como Blind Faith, Led Zeppelin o Black Sabbath. Hasta agosto no pudieron
sacar su primer single, Natural Born
Bugie, que escaló hasta los cinco primeros puestos de las listas en poco
tiempo. Ese mismo mes hicieron su esperado debut en directo y respondieron con
creces a las muchas expectativas que se habían creado sobre ellos, haciendo
conciertos de 2 o tres horas, con una primera parte acústica y una segunda
eléctrica. Marriott tenía claro que había que dar el máximo en el escenario. Lo
consiguieron, en la parte acústica eran una especie de Crosby, Stills & Nash, con tres de sus miembros cantando partes
pero cuando llegaba la parte rock golpeaban tan fuerte como los Zeppelin.
Eso sí, fue una pena que no encontraran
canciones a la altura de su tremendo talento. Hubo buenos momentos pero nada a
la altura de un Tin Soldier o un Afterglow Of Your Love. Eso sí, en
directo eran imparables, como prueba el notable Rockin' the Fillmore del 71, el último que grabaron antes de la
salida de Frampton, persiguiendo encontrar su propio hueco fuera de la alargada
sombra de Marriott. Fue su disco más exitoso hasta la fecha y supuso un cambio
hacia un sonido más duro y pesado, acomodándose a los gustos de ese tiempo. Su
continuación, ya sin Frampton, fue Smokin'
y fue el que les abrió las puertas del éxito masivo en EEUU, la americanización
de Marriott había tenido su recompensa y, por fin, se convirtió en una estrella
en el país del que procedía casi toda la música que amaba. Pero lo hizo
renunciando a su parte más inglesa y music hall, algo que también formaba parte
de él. Estos discos se convertirían en una inspiración para grupos como AC/DC, 30 Days In The Hole suena a los australianos antes de que estos
existiesen, o los Black Crowes, con
Marriott utilizando una Les Paul como el sustituto de Frampton, Clem Clempson.
Pero la popularidad del grupo fue decayendo al
mismo ritmo que la inspiración de Marriott, Thunderbox
de 1974 solo contenía cinco canciones originales por siete versiones. Su último
disco, Street Rats, fue un verdadero
desastre, Marriott ya estaba más pendiente de su disco en solitario y ya no
estaba allí, demasiado metido en drogas y alcohol como para preocuparse por el
fin de su segunda gran banda.
Por la misma época Mick Taylor abandonaba los Stones y
parece ser que Steve llegó a realizar una prueba como nuevo guitarrista. Mucha
gente está agradecida por la existencia de Steve Marriott pero puede que nadie
tanto como Ron Wood que ha hecho su carrera ocupando su sitio, primero como su
sustituto en los Small Faces (que pasarían a ser conocidos como los Faces) y
después en los Rolling Stones. Y es que pocos conocen que Keith Richards quería a Marriott en
la banda (tiempo después le nombró como uno de sus 5 artistas favoritos de
todos los tiempos) pero durante su audición no pudo resistirse a los 'licks' de
Keith y se lanzó a cantar como solo él sabía. MIck Jagger vetó su
incorporación, temeroso de tener que compartir focos con aquel pequeño ser
humano con voz de gigante, y Ronnie Wood se convirtió en un Rolling Stone...
Por su parte, Marriott sacó su debut en
solitario y se juntó con los Small Faces pero aquella reunión no llegó en el
mejor de los momentos y las viejas heridas se abrieron enseguida con Ronnie
Lane abandonando el barco al tercer ensayo. Las viejas heridas no habían
terminado de cicatrizarse y lo que es peor, Lane había comenzado a mostrar los
primeros síntomas de su esclerosis múltiple y los demás, con Marriott a la
cabeza, los interpretaron como si fuesen prueba de que estaba borracho. Los dos
discos resultantes fueron un fiasco y la magia parecía totalmente perdida.
Eso sí, el punk tuvo a los Small Faces en muy
buen lugar e incluso los primeros Sex Pistols
hacían versiones suyas, este renacimiento se extendió cuando las nuevas bandas
Mod, lideradas por los Jam de Paul Weller, los declararon su banda
favorita. Así que no fue extraño que cuando Johnny Thunders empezó a grabar un
disco en Londres con miembros de los Pistols, e incluso Phil Lynnott de Thin Lizzy,
Marriott se pasara por allí y acabara eclipsando a todos (como siempre que
tenía un micro delante, y si no escuchen el Good
Times de los Easybeats) en la
versión que hicieron de Daddy Rollin
Stone.
En 1981 decidió que había llegado el momento
de reunirse con el hombre junto al que escribió las mejores canciones de su
carrera. En ese momento Ronnie Lane ya estaba en una silla de ruedas por culpa
de la maldita esclerosis, aun así los dos viejos amigos se juntaron y Marriott
decidió que había llegado el momento de volver a tocar juntos, contrató a una
serie de músicos y alquiló el Bridge House, un pub de Canning Town para ver que
ocurría. El propio Marriott se paseó la noche anterior por la zona entregando
en mano unos flyers que había hecho para el concierto. Así que 12 años después
de aquel desastroso concierto que había puesto fin a una de las mejores bandas
británicas de todos los tiempos, sus dos líderes se encontraban de nuevo juntos
en un escenario, cuando comenzaron a sonar los primeros compases de All Or Nothing el pub se vino abajo. Al
día siguiente decidieron grabar un disco juntos. Lo hicieron pero no llegó a
ver la luz en su día, la enfermedad de Lane empeoraba y le hacía imposible
presentarlo en directo. Aun así, ese Majik
Mijits que así se iba a llamar estuvo más cerca de una verdadera reunión de
los Small Faces que los dos discos que hicieron en los 70 sin Lane.
Desencantado del ‘show bussiness’ Marriott
volvió durante los 80 a tocar en sus queridos pubs mientras seguía bebiendo acorde
a su leyenda. En esos conciertos demostró que sabía tocar la guitarra a la
perfección con sus actuaciones con Packet
Of Three y una Gibson ES335 que se convirtió en el modelo al que sería fiel
hasta el final de sus días. Un final que fue demasiado temprano y le impidió
ver la enorme huella que había dejado.
Un par de años después de su trágica muerte el
20 de abril de 1991 en un incendio (probablemente provocado por un cigarrillo
mal apagado) una nueva generación de bandas británicas le convirtió en su
referente principal. El Britpop, con Oasis
y Blur a la cabeza, no dudó en
destacar a los Small Faces como una de sus bandas favoritas. De todas formas
poco le habría importado a un hombre que siempre estuvo por la música y no por
el éxito. El que posiblemente sea el ‘frontman’ más importante de la historia
del rock se conformaba con una buena ración de tarta de humildad: "Tengo todo lo que quiero, lo que es el
dinero suficiente como para vivir, no con muchos lujos pero bien, tener el
respeto de otros músicos y tocar en pubs y clubs, donde la música todavía es
real". En su funeral sonó All Or
Nothing y todos los presentes lo tuvieron claro, para Steve Marriott fue
todo.