Peter Gabriel, saliendo de la jaula

Por Sergio Ariza

A Peter Gabriel los géneros le parecen totalmente reductivos y sin sentido, para él solo hay buena música o mala música, da igual que la llames progresiva o punk, country o soul, rock o World Music, lo importante para él siempre será cómo se llega a una canción y los procesos por los que se pasa, da igual si la canción es de Randy Newman o de Youssou N'Dour, uno de los artistas a los que dio a conocer en Occidente, lo único que hacen las etiquetas es meter a la música en una jaula de la que Gabriel siempre la ha querido liberar.   

Su carrera es un logro en sí misma pero, también, fue uno de los primeros artistas del mundo anglosajón que dejó de mirarse el ombligo y vio que había todo un mundo de músicas y probabilidades fuera de EEUU e Inglaterra, siendo uno de los principales impulsores de eso que se vino en llamar World Music y que tuvo como uno de sus principales impulsores el WOMAD creado por el propio Gabriel, un evento que podría tener como lema una de las frases más conocidas de este artista: "Si conoces la música de otros países no puedes ser racista".
  

  

Nacido en Chobham, Surrey, un 13 de febrero de 1950 Peter Brian Gabriel provenía de una familia de clase media alta, en la que un antepasado suyo había llegado a ser alcalde de Londres, mientras que la familia de su madre estaba metida en el mundo del arte y la música. Fue su progenitora la que le enseñó a tocar el piano a una tierna edad, aunque, como todos los chicos de su generación cayó prendado del rock & roll y la música americana. Una de sus primeras pasiones fue el soul y el primer instrumento que tocó en un grupo fue la batería, en 1965 creó The Garden Wall un trío en el que cantaba junto a sus amigos Tony Banks, al teclado, y Chris Stewart, a la batería.
   

En diciembre de ese año tocaron junto a otra banda que se había formado en la escuela Charterhouse, se llamaban Anon y en sus filas estaban  Anthony Phillips y Mike Rutherford. En enero de 1967 estos dos últimos invitaron a los miembros de Garden Wall a grabar unas demos con ellos. Las demos llegaron a los oídos de otro ex alumno de Charterhouse, Jonathan King, que los fichó para Decca. Tenían sello pero no nombre, así que se pusieron a ello y, tras rechazar el nombre de Gabriel’s Angels, se terminaron decidiendo por Genesis.
   Tras unos cuantos sencillos de folk pastoral sin mucha enjundia, grabaron en 1969 su primer disco, From Genesis to Revelation, todavía sin una dirección clara, mezclando psicodelia y ecos de los primeros Bee Gees, para ese momento John Silver ya había reemplazado a Stewart como batería de la banda. El disco vendió solo 650 copias y los miembros de Genesis se pensaron seriamente seguir con sus estudio y olvidarse de la música pop.  

  

No lo hicieron y encorajinados por Phillips decidieron tomarse la música como su única profesión y comenzaron a escribir y tocar material mucho más complejo y avanzado. Para ello se pusieron a ensayar y a tocar como locos, hubo un nuevo cambio en la batería, entrando John Mayhew y saliendo Silver. Sus numerosas actuaciones en vivo les estaban convirtiendo en buenos músicos y el material iba mejorando, normalmente escribían por parejas, por un lado estaba el dúo de Garden Wall formado por Gabriel y Banks, y, por otro, el de Anon, formado por Rutherford y Phillips. La mejor canción de ese momento, que aparecería en su segundo disco, Trespass, llamada The Knife, era obra principalmente de los primeros.
   

Al poco de publicarlo Phillips tuvo una crisis, aumentada por su pánico escénico, y dejó la banda, pero los otros tres componentes principales decidieron seguir adelante sustituyendo a Mayhew por Phil Collins a la batería, Fue un cambio fundamental que hizo que la banda mejorase mucho musicalmente, además de ser un gran batería, Collins podía cantar y hacer coros a Gabriel. Poco antes de comenzar a grabar su tercer disco entró la pieza que cerraba la mejor formación que tuvo nunca la banda, Steve Hackett como guitarrista. El resultado fue Nursery Cryme, su mejor obra hasta la fecha.
  

  

Aun así, se podría decir que Genesis comenzó a ser una banda realmente importante a partir del siguiente disco, Foxtrot, publicado un 6 de octubre de 1972. Para entonces Gabriel ya habría introducido su sentido de la teatralidad en sus directos y sus letras complejas y literarias le habían convertido en el centro de atención de la banda. El disco incluía los dos primeros grandes clásicos de la banda, el rock progresivo y de ciencia ficción de Watcher of the Skies y la extensa suite titulada Supper's Ready, que contenía una pieza acústica de Gabriel llamada Willow Farm y una jam del resto de la banda titulada Apocalypse in 9/8.
    

Fue el comienzo de su época dorada pero también de la separación entre el frontman y el resto de la banda. Luego llegaría su primera obra maestra, Selling England by the Pound, con las letras de Gabriel sobre el declive de la cultura inglesa y el aumento de las influencias americanas, además de sobre el capitalismo. Musicalmente la banda iba un paso más allá musicalmente en temas como Firth Of Fifth, en la que Hackett entraba en el Olimpo de los grandes guitarristas con un increíble solo en su Les Paul del 57, pero también había cosas con mucho más gancho como I Know What I Like (In Your Wardrobe), que podría haber pasado por un sencillo del glam rock en boga en esa época.
 

 

Luego llegaría su mejor disco, The Lamb Lies Down on Broadway, una obra que avanzaba la carrera en solitario de Gabriel pero, también, demostraba la enorme fuerza del resto de músicos de la banda, baste escuchar el agresivo bajo de Rutherford en la canción titular o la batería de Collins en Fly on a Windshield. El cantante logró meter su historia conceptual sobre Rael, un portorriqueño de pantalones vaqueros y chupa de cuero que anticipaba a los punks, a costa del resto de la banda que prefería hacer algo sobre El Principito. Pero es que era 1974 y Gabriel ya había visto como el barco del rock progresivo se había convertido en un transatlántico de excesos, y no quería hundirse "en ese Titanic". El caso es que lo consiguió, The Lamb Lies Down On Broadway sigue siendo progresivo pero está lleno de rabia y agresividad, lo que le hace muy especial, además de contener algunas de las mejores canciones de la banda, como la titular, In The Cage, The Lamia, Back in NYC, Fly on a Windshield, The Chamber of 32 Doors o, por encima de todas, la magistral Carpet Crawlers.
   

Tras su exitosa presentación llegó la ruptura, Gabriel dijo que estaba desilusionado con la industria de la música y quería pasar más tiempo con su familia, los otros miembros no lo vieron mal porque era evidente que la figura del cantante era la que se llevaba todos los focos, así que así surgieron dos carreras separadas. Todo lo que sentía en esa época se ve reflejado en la mítica Solsbury Hill que aparece en su primer disco en solitario. El primero de una serie de cuatro obras tituladas con su nombre en las que se puede ver que el espíritu aventurero de Gabriel sigue con él, experimentando con diferentes sonidos y músicos, siempre con el prestigio del músico que busca siempre innovar en su arte y no buscar las listas de éxitos.
   

    

La lista de colaboradores en esos primeros discos es amplísima y de un nivel extraordinario, nosotros, como página amante de las guitarras, podemos destacar a Steve Hunter que fue el encargado de tocar la acústica en Solsbury Hill, con una Martin D-18 o28, su compañero Dick Wagner, que toca la eléctrica en Here Comes The Flood, o el increíble Robert Fripp, de King Crimson, que fue el encargado de producir el segundo disco de Gabriel, además de tocar la guitarra en la mayoría de sus canciones. En el tercero nos encontramos con la aparición sorpresa del líder de los Jam, Paul Weller, que toca en la directa And Through the Wire, Fripp vuelve a dejarse notar, aunque es el primer disco en el que aparece el que se convertirá en su guitarrista fijo, haciendo compañía en su banda al imprescindible Tony Levin al bajo, David Rhodes.
   

Pero puede que la colaboración más importante de su carrera fuera con la gran Kate Bush, a la que se puede considerar un alma gemela, siempre buscando nuevos caminos para lograr algo totalmente personal. Es más, el instrumento sobre el que Bush construiría futuras obras maestras como The Dreaming o Hounds Of Love, el sintetizador Fairlight CMI lo conoció grabando junto a Gabriel ese himno accidental contra la guerra que es Games Without Frontiers. En 1986 grabarían su colaboración más recordada, el tema Don't Give Up, del disco más importante de la carrera de Gabriel, So, el que le abrió definitivamente las puertas del megaestrellato, con Sledgehammer convertido en el vídeo más puesto por la historia de la MTV y temas como In Your Eyes pasando a formar parte de la cultura pop de la década gracias a su inclusión en Un Gran Amor (Say Anything) de Cameron Crowe, con la mítica escena de John Cusack poniéndola en su radiocasstte.
  

  

Pero, en vez de vivir de las rentas, Gabriel aprovechó su fama para explorar su faceta más humanitaria y política con conciertos para Amnistía Internacional o para consolidar su recién creado festival World of Music, Arts and Dance, mejor conocido como WOMAD, con el que quiso visibilizar la música de todas las partes del planeta, una influencia que ya se notaba en sus trabajos como en la impresionante Biko, con la que visibilizó a este luchador contra el Apartheid.
   

El caso es que la cosa no comenzó con buen pie y en 1982, en la primera edición del WOMAD, Gabriel estuvo a punto de verse en la bancarrota a pesar de un cartel que incluía a sí mismo, Don Cherry, The Beat, Drummers of Burundi, Echo & The Bunnymen, Imrat Khan, Prince Nico Mbarga, Simple Minds, Suns of Arqa, The Chieftains y Ekome National Dance Company. Por suerte sus amigos de Genesis le echaron una mano y ese mismo año Gabriel se reunió con ellos para un evento llamado Six Of The Best, al que también se unió Hackett, cuya recaudación salvó futuras ediciones del WOMAD. Este año se celebra su 40 aniversario y se espera un éxito similar al de su 35, en 2017, en el que participaron entre otros, Emir Kusturica & The No Smoking Orchestra, Toots and The Maytals, Seun Kuti & Egypt 80 o Roy Ayers, ante un público de más de 10.000 personas.
   

Sigue siendo uno de los mayores logros de un tipo para el que siempre tuvo más importancia el arte que el negocio y que llegó a declarar: "Me encantaría celebrar un evento de compositores en el que los hermanos Sherman tocasen sus canciones para 'Mary Poppins' y 'El libro de la selva' junto a Trent Reznor y Dr. Dre, y todos hablasen de cómo han compuesto las canciones", reflexionaba. "Eso es lo que me fascina: cómo se llega a una canción y los procesos por los que se pasa. Todo lo demás son tonterías".
   

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