Bob Marley, golpeándonos con música

Por Sergio Ariza

"One good thing about music, when it hits, you feel no pain... /Hit me with music now, oh now, hit me with music now. (Una cosa buena que tiene la música es que cuando te golpea no sientes dolor, así que golpéame con música)”  

Para cuando los oídos de occidente comenzaron a ser golpeados deliciosamente por la música de Bob Marley este llevaba más de diez años grabando en Jamaica, y había viajado por toda su música desde el mento que escuchaba de niño al reggae del que se convirtió en principal embajador, pasando por el ska, el rocksteady e incluso coqueteando con el dub junto al mítico productor Lee ‘Scratch’ Perry.
  

Robert Nesta Marley
, nacido un 6 de febrero de 1945, se convirtió en la primera estrella del Tercer Mundo y su muerte, y la publicación de Legend, le elevaron a los altares de la música popular junto a sus figuras más significativas, Elvis, Beatles, Bowie, Stevie Wonder… No estaba mal para un chico que había nacido en un gueto de un país periférico, fruto de la relación prohibida entra un inglés blanco y una mujer jamaicana negra, que fue abandonado por su padre al nacer y creció en uno de los lugares más pobres de Jamaica, Nine Mile, donde le llamaban despectivamente “chico blanco”.
  

  

Pero aquel chico pudo superar todos los obstáculos gracias a la música, sin dinero para poder tener un instrumento propio, su primer acercamiento fue vocal, juntándose con su mejor amigo de la infancia, Neville Livingstone, al que el mundo conocería como Bunny Wailer, tratando de emular los discos de su banda favorita, los Impressions de Curtis Mayfield. Cuando emigraron a Trenchtown, en Kingston, se les unió otro chico duro como ellos llamado Peter Tosh, el primer nombre que le pusieron a la banda que formaron, The Teenagers, nos dejaba clara su tierna edad, con el tiempo cambiarían a The Wailing Rudeboys, The Wailing Wailers y, finalmente, The Wailers. Marley era el cantante y compositor principal, y fue él el primero en fichar y grabar para el productor Leslie Kong, su debut discográfico se produjo en febrero de 1962, con 17 años recién cumplidos, con la canción Judge Not. Poco después se produjo el primer contrato discográfico de su grupo que, para ese momento, además de Marley, Wailer y Tosh, estaba formado por Junior Braithwaite, Beverley Kelso, y Cherry Smith. En febrero de 1964, cuando Marley cumplía los 19 años de edad, su canción Simmer Down, grabada junto a los míticos Skatalites, se convertía en su primer número uno en Jamaica.
   

Cuando Occidente se enterara de su existencia, once años más tarde, en el momento en el que los Wailers grabaron el maravilloso Catch A Fire en Inglaterra, Marley ya había escrito, y grabado, muchas de las canciones que le darían la fama (One Love tuvo su primera versión en 1965, Bend Down Low apareció en 1967, al igual que la primera versión de Stir It Up, Kaya y Satisfy My Soul (como Don't Rock My Boat) llegaron en 1971…), pero esa fama supondría también el final del grupo, tras la aparición del gran Burnin’. Peter Tosh y Bunny Wailer emprenderían su carrera en solitario y Marley la suya, aunque conservaría el nombre de Bob Marley & The Wailers, ya que los músicos que les acompañaban, como la fundamental sección rítmica formada por los hermanos Barrett, se quedaron con él.
 

   

En ese tiempo Marley dio a conocer el reggae por todo el mundo, una música de la que fue, a la vez, su popularizador, su poeta laureado y su figura más conocida e importante, algo así como la Santísima Trinidad en persona, como si en el rock hubiéramos mezclado en una sola persona a Elvis Presley, Bob Dylan y los Beatles.
   

Es cierto que para los que disfrutamos de este maravillos género es una pena que Marley sea la única referencia para el público general, y que gente como Toots & The Maytals, Burning Spear, Jimmy Cliff, Culture, Lee ‘Scratch’ Perry o Dennis Brown no sean más conocidos, pero nadie puede dudar de que Marley y los Wailers son la mejor puerta de entrada al género. No en vano se podría decir que la música que entregó este en los 70 solo se puede comparar con el Bowie de esa década.
 

  

Pero desde Guitars Exchange no nos queremos olvidar de que Bob Marley, aparte de un cantante único y un compositor espectacular, también fue un gran guitarrista, uno rítmico sí, pero uno muy grande, que desde la sencillez se convertía en el corazón rítmico de la canción que tocaba. Su sentido del ritmo era impecable y nunca se desviaba de las partes más necesarias. Ese ritmo, casi hipnótico, que conseguía se puede escuchar a la perfección en la versión de Stir It Up que aparece en Catch A Fire, y si nos fiamos de su aparición en el Old Grey Whistle Test en 1973, está hecha con una de sus Stratocaster, antes de que poco después (se la compró en ese viaje a Inglaterra), pasara a tocar la guitarra por la que más se le recuerda, la Gibson Les Paul Special de los 70 que aparece en la portada del mítico Live! de 1975, el disco que incluía la versión de No Woman No Cry que se convirtió en su primer éxito fuera de Jamaica.
  

Sus primeros pasos con el instrumento no fueron fáciles y su primera guitarra, en exposición en su museo en Kingston, era un instrumento destartalado, casi hecho a mano, con el que aprendió los rudimentos necesarios para comenzar a tocar. Luego llegarían otras seis cuerdas como la Guild Madeira A-9 que tenía siempre en su casa y con la que compuso muchas de sus canciones. Esta guitarra daba fe de su creciente fe rastafari y tenía pegada una foto de Haile Selassie y una pegatina con la forma de África en la que se leía “África debe ser libre para 1983”.
 

 

Aunque si hay una guitarra acústica mítica en su carrera, es la Ovation Adamas con la que grabó una de sus últimas canciones, Redemption Song. En 1979 a Bob Marley le habían diagnosticado un cáncer y la primera superestrella del Tercer Mundo tuvo que lidiar con su propia mortalidad.

Esta canción fue su testamento musical y también espiritual, Marley se despedía del mundo afirmando que todo lo que tenía era eso, canciones de libertad, canciones de redención, desnudando por completo su música y abandonando el reggae, por una vez, para entregar una sentida balada folk con acústica, "Emancipate yourselves from mental slavery, none but ourselves can free our minds (emanciparos de la esclavitud mental porque solo nosotros mismos podemos liberar nuestras mentes)", Marley se despedía por la puerta grande citando a Marcus Garvey y dejaba un vacío tan grande que solo se podía llenar con canciones tan grandes como esta.
   

Bob Marley tuvo una carrera que apenas duró veinte años, pues al final abandonó este mundo un 11 de mayo de 1981, poco después de la publicación de Uprising, el duodécimo disco de estudio de su carrera. Apenas tenía 36 años de edad, pero tras de sí dejaba un increíble legado de canciones redentoras y de libertad que continúan golpeándonos con fuerza.
  

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