La gran obra de madurez de su carrera

Por Sergio Ariza

"A la mitad de su vida dejó a su mujer y se marchó para ser malo, oh chico, fue triste de ver" (In the middle of his life, He left his wife and ran off to be bad, boy, it was sad).    

     

Tom Petty tenía 44 años cuando salió Wildflowers y estaba en el momento de mayor éxito de su carrera, con la generación X viéndole como uno de los pocos roqueros clásicos de fiar. Pero su vida no era precisamente un camino de rosas, su matrimonio de 20 años se estaba viniendo abajo y el batería de su banda de toda la vida, los Heartbreakers, no se había tomado a bien que Petty hubiera decidido dejarle fuera de la grabación de este disco. Por si fuera poco, el dolor de todo ello, principalmente su separación, le empujó a la heroína. Todos esos sentimientos pueden verse reflejados en un disco que puede lucharle el título a Damn The Torpedoes como el definitivo de su carrera.
    

Los orígenes de Wildflowers se pueden ver años atrás cuando Petty se enroló con varios de sus mitos, George Harrison, Bob Dylan, Roy Orbison y su amigo Jeff Lynne en los Traveling Wilburys. A espaldas de su compañía de entonces, MCA, Petty negoció un lucrativo contrato en solitario con Warner Bros, la compañía que había fichado a los Wilburys. En 1992 comenzó a grabar un disco en solitario y llamó a Rick Rubin como productor. Fue un hecho significativo porque desde ese momento ya se vio que buscaba un efecto distinto. Si para la épica, en plan Free Fallin', confiaba en Lynne, para su lado más confesional y espartano lo hacía en Rubin.
    

     

Petty tenía claro que esto iba a ser su segundo disco en solitario tras Full Moon Fever pero también que no había mejores músicos para acompañarle que sus queridos Heartbreakers, principalmente su capitán, Mike Campbell. Eso sí, Petty sembró el final de los días de Stan Lynch en la banda al ser el único miembro con el que no contó, siendo sustituido por Steve Ferrone, aunque también se dio el lujo de contar con Ringo Starr en un par de temas.
    

El disco es un ejemplo glorioso de esos grandes discos de madurez tipo Time Out Of Mind o Tunnel Of Love, también es un disco de ruptura, aunque su divorcio no se formalizó hasta dos años después. El disco comienza con la canción titular, dejando claro por dónde van los tiros: "Tu lugar está entre las flores silvestres, Tu lugar está en un barco en el mar, Navegar, matar las horas, Perteneces a un lugar donde te sientas libre". Petty se acompaña de su querida Gibson SJ-200 que incluso daría paso a un modelo personalizado, la Tom Petty SJ-200 Wildflower.
    

     

Es un inicio tranquilo y pastoral, digno del After The Gold Rush de Neil Young, luego llega el mayor éxito del disco, You Don't Know How It Feels, la última vez que un sencillo de Petty se coló entre los 20 primeros de las listas de sencillos, gracias también a un vídeo en rotación permanente en la MTV en el que se puede ver a Petty blandir su querida Gibson Firebird. La armónica y la juguetona melodía nos llevan al Dylan de Rainy Day Woman, precisamente la canción que Petty y los Heartbreakers tocaron durante el concierto de 30 Aniversario de Dylan en 1992. La letra nos deja claro que la marihuana se había convertido en parte esencial de su dieta, siendo ese "so let's get to the point, let's roll another joint" la parte más celebrada en todos sus conciertos.
    

Time To Move On
nos recuerda al Springsteen de Tunnel Of Love, otro disco herido por una relación rota, pero You Wreck Me nos recuerda que detrás de Petty están los Heartbreakers, incluido un Mike Campbell responsable de la música de esa canción y de echar la casa abajo con su Gibson ES-335 enchufada a un arsenal de amplis, como un Vox AC30, Fender Bassman y un Fender Deluxe. En Cabin Down Below también se les puede escuchar disfrutando de su propia energía. Es una jugada que vuelven a repetir en la explosiva Honey Bee, construida sobre un riff escultural y cuya interpretación en el Saturday Night Live supuso la vuelta de Dave Grohl a la batería tras la muerte de Kurt Cobain y una oferta para convertirse en el batería fijo de los Heartbreakers que el ex de Nirvana rechazó para comenzar con Foo Fighters.
    

     

Pero, más allá de esas tres explosiones de electricidad, Wildflowers es un disco más melancólico y calmado, con ejemplos gloriosos como It's Good To Be King o To Find A Friend, que recuerda al mejor Harrison y es la canción con la letra que abre este artículo, en la que Petty tira de ironía sobre su propia situación. También hay espacio para una gema de power pop, influida por sus queridos Byrds, llamada A Higher Place, con una de sus melodías más luminosas.
   

A pesar de ello este es uno de sus discos más oscuros y melancólicos, también uno de los dos mejores. Una obra en cuya realización Petty sufrió una enorme explosión creativa, con material suficiente para editar un disco doble con 25 canciones, algo que su compañía le negó pero que finalmente vio la luz en 2020 con el notable Wildflowers and All the Rest.
    

Galería de fotos

© tompetty.com