Pasando del pop al blues
Por Paul Rigg
En Continuum (12 de septiembre de 2006; Colombia Records) John Mayer buscó el espíritu de Hendrix, Clapton y BB King para dar a su música un toque de blues que había faltado en sus dos propuestas anteriores: Room for Squares (2001) y Heavier Things (2003). La apuesta le salió bien, ya que Continuum vendió más que cualquiera de sus anteriores éxitos de ventas, le valió un Grammy y generó nada menos que cinco sencillos de éxito.
Conviene recordar que el contexto de este lanzamiento en 2006 era el del pop de gran éxito. El 21 de mayo Madonna inició su gira Confessions Tour en Los Ángeles, con entradas agotadas en cuestión de minutos en Europa, Norteamérica y Asia; convirtiéndose en la gira más taquillera de la historia de una artista femenina. El 12 de septiembre, Justin Timberlake publica su segundo álbum FutureSex/LoveSounds que, entre otros hitos, produce nada menos que tres números uno consecutivos en el Billboard Hot 100 de Estados Unidos. Ah, y una joven de 16 años llamada Taylor Swift lanzó su disco de debut autotitulado ese año... En otras palabras, en un año en el que las estrellas del pop daban pasos de gigante en el terreno comercial, Mayer hizo su propia declaración al triunfar con un disco orientado al blues.
Grabado en Los Ángeles, Memphis y Nueva York, el respetado bajista Pino Palladino y el batería Steve Jordan (que coprodujo Continuum con Mayer) aportaron su experiencia, así como los guitarristas Ben Harper, Charlie Hunter y James Valentine (de Maroon 5), el bajista Willie Weeks y el trompetista de jazz Roy Hargrove. El resultado es un giro en el estilo musical de Mayer, en gran parte hacia el blues, pero también por los elementos de soul y R&B que introduce.
Waiting On The World To Change fue el primer single de Continuum, publicado el 11 de julio de 2006. En una versión en directo en el Nokia Theatre de Los Ángeles se puede ver a Mayer tocando una Jimi Hendrix Monterey Pop Strat, lo que resulta apropiado ya que más tarde versiona de forma competente Bold as Love; su primera grabación de estudio de una versión de Hendrix.
Sin embargo, Mayer cambia su Pop Strat por su Signature de 2004 "Black one" en I Don't Trust Myself With Loving You (al menos para sus actuaciones en directo en la gira que lo acompaña).
Le siguen los dos siguientes sencillos, Belief y Gravity, con este última se conviertiéndose en un elemento básico de sus directos. Muchas de las canciones de Mayer tratan inevitablemente sobre el desamor y las relaciones difíciles -escuchen, por ejemplo, Slow Dancing in a Burning Room, The Heart of Life, Dreaming With a Broken Heart y I'm Gonna Find Another You-, pero en Gravity reflexiona sobre cómo está resultando su vida. A medida que la canción se acerca al final, Mayer suplica que "me mantengan donde está la luz"; en un recordatorio para sí mismo de que debe intentar mantenerse fuerte, tranquilo y positivo cuando las cosas se pongan difíciles. Se puede encontrar una mayor autoreflexión en Stop This Train, donde admite que tiene "tanto miedo a envejecer", porque "sólo soy bueno siendo joven".
Continuum representó un paso adelante en el desarrollo artístico de Mayer y le hizo ganar un público más amplio, ya que confirmó tanto sus habilidades con la guitarra como sus credenciales de blues. Al pasar de baladas ligeramente azucaradas como Daughters y Your Body Is A Wonderland o canciones como In Repair en este disco, también mostró más profundidad como persona. "Nunca estoy realmente preparado...", canta en esta última, "no estoy entero, pero estoy llegando".