Con un poco de ayuda de los amigos

Por Sergio Ariza

En 1989 John Lee Hooker tenía 77 años, según otras fuentes 72, y llevaba cantando desde los años 30. Había tenido su primer éxito en 1948 gracias a Boogie Chillen', su música había influido a los Animals, los Stones o los Doors y hasta había aparecido en Granujas A Todo Ritmo (The Blues Brothers) en 1980, pero, aun así, su nombre estaba muy lejos de la popularidad de otros bluesman como B.B. King o Buddy Guy. Todo cambiaría ese año cuando su compañía discográfica decidió reunirle con varias figuras cercanas al blues pero con tirón entre el público rock, nombres como los de Santana, Bonnie Raitt, Los Lobos o Canned Heat.     

      

La colaboración más importante es la que dio título al disco, The Healer, con el guitarrista Carlos Santana y su banda. Es la mejor canción del disco y una prueba de que la voz de Hooker queda bien en casi cualquier cosa que la pongas. Se trata de un tema original compuesto por Santana, Hooker, el productor del disco, Roy Rogers, y Chester D. Thompson, aunque suena 100% Santana, gracias a los toques latinos y, sobre todo, al excelente trabajo a la guitarra de este, con un increíble tono, contestando a la perfección a cada inflexión vocal de Hooker. El mejicano ha llegado a decir que se basó en el When The Music's Over de los Doors para componerla, una canción que, a su vez, había estado inspirada por el propio Hooker. Posiblemente utilice una de sus fieles PRS en la versión de estudio pero, en el vídeo, aparece con una Les Paul Spotlight Special.
     

Le sigue I'm In The Mood, uno de los mayores clásicos de su carrera, la versión que aquí aparece pude que no sea la definitiva pero es un tema notable. Hooker comienza marcando el tono con su boogie y esa voz que parece la de un chamán con décadas de sabiduría, y problemas, a sus espaldas, luego entra la voz de Bonnie Raitt, juguetona y seductora, y luego la pelirroja se marca un sentido solo de slide con una de sus clásicas Stratocaster.
     

      

Inmediatamente llega el emparejamiento con Robert Cray, dos generaciones totalmente distintas de bluesman, pero claramente complementarias, un machacón riff, tocado por dos guitarras marca a la voz de John Lee, hasta que Cray entrega un sabroso solo, nuevamente con el tono Strat detrás. Cuttin' Out es puro Canned Heat, con Hooker aportando su boogie y su imponente voz, una colaboración que desprende química (algo normal por otra parte si tenemos en cuenta que ya grabaron un disco juntos en 1971 llamado Hooker 'n Heat). Por su parte Los Lobos aportan su sabor chicano, con acordeón incluido, y un conocimiento enciclopédico del blues. David Hidalgo demuestra, una vez más, que es uno de los guitarristas más infravalorados de las últimas décadas
     

George Thorogood
se marca un gran solo de slide en Sally Mae, lo más cercano al estilo espartano de Hooker, con poco más que su guitara, su voz y el acompañamiento de Thorogood. That's Allright es blues cocinado a fuego lento, con Charlie Musselwhite brillando a la armónica y Hooker demostrando que el blues se creó para ser cantado por una voz como esa.
     

      

Las tres últimas canciones son sin invitados y corren diversa suerte, Rockin' Chair es la mejor del lote y una de las mejores del disco, solo Hooker con su fiel resonador National Steel, en cambio My Dream es una balada 'springstiniana' que no pega muy bien con su estilo. Tras el pequeño bache el disco se cierra con Hooker cantando sus penas con una guitarra de 12 cuerdas en la arrastrada pero no menos conmovedora No Substitute.
      

Puede que esta no sea una obra absolutamente esencial de Hooker, para ello habría que conseguir algún recopilatorio que hiciera un repaso a sus mejores canciones desde los 40, con gemas como Boogie Chillen' o Crawlin' King Snake, hasta los 60, con maravillas como Boom, Boom, Dimple o One Bourbon, One Scotch, One Beer, pero es un disco muy satisfactorio de su última etapa y, mucho más importante, el álbum que hizo que, después de una carrera de 50 años, pudiera vivir confortablemente y sin preocupaciones el resto de los años de su vida. Solo por eso, y el solo de Santana, ya habría que celebrar la aparición de este disco.
     

Galería de fotos

© facebook.com/JohnLeeHookerofficial