Las mejores canciones de Neil Young

Por Sergio Ariza

Neil Young es uno de los mayores gigantes que dio la música popular del siglo XX, comenzando como cantautor, coqueteando con la psicodelia, fue uno de los pioneros del country rock, además de adelantarse al noise rock y al grunge con sus tormentas eléctricas. Su figura es una de las pocas que puede ser admirada por músicos tan alejados entre sí como James Taylor y Nirvana, Emmylou Harris y Sonic Youth, haciendo de él uno de los músicos más influyentes de la historia. Desde Guitars Exchange queremos aprovechar su 75 cumpleaños para repasar 10 de nuestras canciones favoritas de una legendaria carrera que se alarga ya por siete décadas. 

Cinnamon Girl (1969)
 

Mientras comenzaba a grabar su primer disco en solitario, Neil Young, Young conoció a los Rockets en agosto de 1968 en el Whiskey A Go-Go de Los Ángeles, tras gustarle lo que escuchó decidió ofrecerles que grabaran con él su segundo disco, los que aceptaron fueron Danny Whitten, Ralph Molina y Billy Talbot que se convertirían en Crazy Horse, su principal banda de acompañamiento durante el resto de su carrera. A comienzos de 1969, Neil Young contrajo una fiebre muy alta y mientras ardía con más de 39º escribió cuatro de las canciones fundamentales de su carrera, Cinnamon Girl, Down By The River, Cowgirl In The Sand y Everybody Knows This Is Nowhere, la canción que daría título a su primer disco con Crazy Horse. Por si bastara algún elemento mítico más, cuando fue a grabar esas canciones ya había llegado a su poder la guitarra que marcaría su sonido para el resto de su carrera, la Gibson Les Paul Goldtop del 53, pintada de negro, que todos conocemos como 'Old Black'. Junto a ella, conectada a uno de sus queridos Fender Tweed, y a Crazy Horse entregaría la canción que mejor define su carrera, esta maravilla cuyo trabajo de guitarra suena a grunge hecho en el año 69 y que contiene una de sus melodías más bellas, además de un magnífico solo de una nota inabarcable, todo ello en apenas dos minutos de magia eléctrica.
 

  

Hey Hey, My My (1979)
 

A finales de los 70 el punk llegaba como una bofetada en la cara para unas estrellas del rock que se habían alejado de la realidad desde sus lujosas mansiones. Pero Neil Young recogió el guante y respondió con la misma fiereza, suciedad y distorsión que la nueva generación para demostrar que la muerte de Elvis escocía, "the King is gone but is not forgotten", pero que al rock & roll todavía le quedaba cuerda para rato, "rock & roll will never die", avivado por las llamas de Johnny Rotten y sus Sex Pistols. Las nuevas generaciones lo entendieron y un heredero de ambas, Kurt Cobain, alguien inspirado a partes iguales por los Pistols y Young acabó utilizando una parte de la canción en su nota de suicidio "is better to burn out than to fade away". Una frase que escoció a muchos compañeros de generación, incluyendo a John Lennon, que pensaban que invitaba a glorificar a los muertos jóvenes, aunque Young siempre se ha mostrado ambiguo al respecto. Lo que está claro es que este escupitajo de rabia y electricidad es una de las grandes canciones de su carrera.
 

  

Rockin' In The Free World (1989)
 

Los 80 no fueron especialmente amables con Young, como le pasó a muchos de compañeros de quinta, pero justo cuando la década estaba a punto de desvanecerse el canadiense volvió por todo lo alto anticipando el grunge y consolidando su papel como Padrino del género con esta maravillosa canción. En un caso parecido al de Bruce Springsteen con Born In The USA fueron muchos los que no entendieron que esta canción era una crítica a la recién estrenada administración de George Bush padre. Tanto es así que décadas después Young se ha visto enzarzado en un litigio con Donald Trump que ha hecho uso repetido de la canción en sus mítines a pesar de las repetidas protestas por parte de Young, un declarado simpatizante de Bernie Sanders.
 

  

Like A Hurricane (1977)
 

Grabada en 1975, aunque publicada en 1977, está cabalgada eléctrica ve a Young reunirse con Crazy Horse para sacar oro puro de su 'Old Black'. Es posiblemente la canción que más fielmente refleja su sonido en directo, algo que ha hecho que la haya tocado en, prácticamente, todas sus giras desde entonces. La canción de amor más bonita de su carrera, junta un estribillo irreprochable con algunos de los mejores momentos de Young como guitarrista, mezclando distorsión, rabia y belleza a partes iguales. 

  

Heart Of Gold (1972)
 

Heart Of Gold
es una de las canciones más importantes de la carrera, no solo es su mayor éxito comercial, alcanzando el número uno de las listas en 1972, sino que su enorme éxito hizo que se abriera uno de los periodos más importantes de su carrera, la conocida trilogía de la zanja. El propio Young escribió esto a propósito de la canción: "Esta canción me convirtió en un artista aceptable para el gran público. Viajar hasta allí pronto se convirtió en un aburrimiento, así que me dirigí a la zanja. Un viaje más duro pero vi más gente interesante allí" ("This song put me in the middle of the road. Traveling there soon became a bore so I headed for the ditch. A rougher ride but I saw more interesting people there"). Aun así nadie puede negar la belleza de esta pieza de soft rock que sonaba a Laurel Canyon por los cuatro costados, no en vano James Taylor y Linda Ronstadt aparecen haciendo coros, y que contaba con un trabajo a la armónica muy cercano a Dylan.
 

  

Winterlong (1974)
 

A pesar de no ser uno de sus grandes clásicos esta canción es una de mis favoritas personales del cancionero de Neil Young, una gema en la que se combinan dos de sus mejores facetas, la del Padrino del Grunge y la de pionero del country rock, a lo que hay que añadir ese final cercano al doo wop que hacen de esta canción una maravilla de enorme magnitud. Es increíble lo bien que suena su guitarra distorsionada con la 'pedal steel' y una melodía que podría haber firmado el mismísimo Roy Orbison. Es además una muestra más de cómo Young se guarda algunas canciones para el momento adecuado (no hay que olvidar que, por ejemplo, la magnífica Don't Cry No Tears, que abría Zuma en 1975 era una de sus primeras composiciones, datando de 1964) y es que Winterlong ya aparecía en algunos conciertos con Crazy Horse en 1970, como se puede escuchar en el Live at the Fillmore East, pero el canadiense no la grabó hasta 1974, el mismo día que Walk On, pero no la utilizó hasta que sacó su maravilloso recopilatorio Decade en 1977.
 

  

Old Man (1972)
 

Otra de las razones que hicieron de Harvest el disco más vendido de la historia del canadiense, Old Man es una maravilla country rock en la que la pedal steel de Ben Keith se mezcla a la perfección con el banjo de seis cuerdas de James Taylor y la Martin D45 (que le regaló Stephen Stills) de Young en uno de sus estribillos más memorables.

  

Down By The River (1969)
 

La 'jam' definitiva de la carrera de Neil Young y una de sus primeras colaboraciones con Crazy Horse. Escuchando esta canción uno puede entender que vio Young en ellos y es que su comunicación con los tres es asombrosa, en especial con un Danny Whitten que le pone en bandeja un manto sonoro para brillar con la 'Old Black'. Whitten se ciñe al papel rítmico con su Gretsch White Falcon enchufada a un Fender Bassman, pero dándole un punto funky a la canción, con un sonido más limpio, mientras que Young puede explayarse buscando su querida distorsión. 

  

Ohio (1970)
 

El 4 de mayo de 1970 la Guardia Nacional de Nixon acabó disparando a una muchedumbre que protestaba por la guerra de Vietnam en la Universidad Kent de Ohio, acabando con la vida de cuatro estudiantes. Al poco tiempo Young escribía una de sus canciones más incendiarias refiriéndose al incidente, "Soldados de plomo y Nixon viene, al fin estamos por nuestra cuenta, este verano oigo los tambores, cuatro muertos en Ohio". El 21 de mayo ya le había enseñado la canción a sus compañeros David Crosby, Stephen Stills y Graham Nash y los cuatro entraban en el estudio para grabarla, con Young y Stills enzarzándose en sus particulares diálogos a la guitarra (si hacemos caso a las versiones en directo Stills con su Firebird y Young con su Gretsch White Falcon) y Crosby desmelenándose al final con esos "Four!", "Why?" y "How many more?" que suenan a cantos funerarios. A principios de junio, un mes después del incidente, la canción ya estaba en la calle resonando en los oídos de todo el mundo.
 

  

After The Gold Rush (1970)
 

Y no podía terminar esta lista sin meter alguna de las canciones de mi disco favorito de la carrera de Young. Podría haber elegido casi cualquiera de sus canciones, desde arranque acústico con Tell Me Why, a las cabalgadas eléctricas de Southern Man y When You Dance I Can Really Love, o las emocionantes Only Love Can Break Your Heart o Don’t Let it Bring You Down, pero al final me he decidido por la canción titular que nos enseña la parte más austera del artista, poco más que su voz, un piano y un pequeño, pero emocionante, solo con una trompa. Claro que con una canción así, poco más es necesario...