60 años del baby boom de la guitarra eléctrica

Por Miguel Ángel Ariza

La guitarra eléctrica como instrumento musical va camino del siglo de existencia pero no fue hasta los años 50 del siglo XX cuando realmente los auténticos genios del diseño y la construcción de la época materializaron los modelos que han marcado la historia de la música popular hasta nuestros días. Sí amigos, hablamos de los años 50 del siglo pasado y aún hoy en día un elevadísimo porcentaje de los modelos que vemos en las manos de nuestros héroes son guitarras diseñadas en la época que presenciaba el nacimiento del Rock and Roll. Aquella década coronó a la guitarra eléctrica en las canciones que copaban las listas como instrumento solista muy por encima de todos los demás. La sección de vientos y los solos, sobre todo de saxofón, que reinaban hasta finales de los 40 iban sustituyéndose poco a poco por los solos de guitarra eléctrica de los nuevos grupos e ídolos del Rock and Roll. Aparecían así las primeras grandes figuras de este instrumento como Scotty MooreCliff Gallup Carl Perkins. El resto es historia, esa que repasamos cada día en Guitars Exchange.      

Lo curioso, a la vez que alarmante, del universo de la guitarra eléctrica es que desde aquella década se cuentan con los dedos de una mano los nuevos modelos que han sido capaces de hacerle un mínimo de sombra a los diseños que a todos nosotros, hijos del rock, nos vienen a la cabeza cuando pensamos en una guitarra eléctrica. Un breve resumen para los recién llegados: la Telecaster llega en la forma de su prototipo llamada Broadcaster en 1950, la Gibson Les Paul en 1952 y la Stratocaster en 1954.
Y ahora viene lo bueno, el año 1958, del que se cumplen nada más y nada menos que 60 años este 2018 y que se podría considerar como el año del auténtico baby boom de los modelos de guitarra eléctrica. Aquel año los cuatro grandes constructores de guitarra de la época ponen sobre la mesa un montón de ideas nuevas (todas buenas aunque algunos tardarían en darse cuenta) convirtiendo aquel año en el último realmente prolífico y verdaderamente significativo en la historia de la evolución de la guitarra eléctrica.    

Era 1958, han pasado 60 años, y las cuatro grandes marcas de la época presentaban por primera vez estos modelos:    

Fender
 

En 1958 Leo Fender decidió poner en circulación la que por entonces se presentaba como la versión de lujo de la Fender Stratocaster: la Fender Jazzmaster; una guitarra que incluía dos circuitos separados, uno supuestamente para hacer de rítmica y otro para solear. Puede que no fuese demasiado aplaudida en su día, sobre todo por los guitarristas de jazz para los que estaba concebida, pero sin duda el tiempo la ha puesto en el lugar que merece convirtiéndola en otro de los buques insignia de la marca gracias sobre todo al grosor del sonido de sus dos pastillas simples, como las que montaban ya la Tele y la Strat, pero de diferente bobinado a estas debido a su tamaño y forma más cercano a las P-90.
 

   

Gretsch
   

La que por entonces era la marca más cara de la época celebraba su 75 aniversario en el año 1958 a lo grande introduciendo modelos 'Anniversary' de algunas de sus creaciones ya fabricadas pero sobre todo poniendo sobre la mesa la que sería una de sus guitarras más míticas durante los siguientes años y una de las más deseadas por los coleccionistas hoy en día: la Gretsch Country Gentleman.
 

 

Esta guitarra de lujo (por entonces tan solo la White Falcon suponía un desembolso mayor) reunía unas cuantas de las mejoras que la marca y Chet Atkins llevaban tiempo ansiando; querían hacer guitarras cada vez más estrechas y con pastillas cada vez menos ruidosas.
 

     

El resultado fue este modelo que incluía las 'efes' pintadas en el cuerpo para cerrarlo y evitar así problemas de acople y la introducción de las ya míticas pastillas Filter Tron que buscaban reducir los diferentes problemas de ruidos e interferencias que presentaban modelos anteriores.
 

 

Esa misma pastilla la montaba su hermana menor, la Gretsch Tennessean, también introducida en 1958 como modelo más económico que la anterior, con una sola pastilla en el puente y con las 'efes' reales hechas en el cuerpo.
 

Rickenbacker
 

La marca que inventó la guitarra eléctrica todavía era un gigante de la producción en los años 50 y de la mano del señor Roger Rossmeisl en el año 1958 iba a poner a la venta ese año alguno de los modelos que marcarían la historia de la marca hasta nuestros días con los modelos 'Capri' de la serie 300, entre ellos: la 325330 y la 360.
Estos tres modelos, todos del año 1958, se convirtieron en modelos recurrentes de la década de los 60 ya que acompañarían a la banda que marcaría el camino para todas las demás, los Beatles de un John Lennon que no se separaría de su 325 en sus primeros años con la banda y que metería en el subconsciente de medio planeta que para hacer pop necesitabas poner una Rickenbacker en tus manos.  

 

Ni qué decir tiene que desde los Beatles hasta Tom Petty, pasando por The Byrds o R.E.M. hemos podido escuchar el sonido cantarín de estas guitarras para acompañar alguna de las mejores melodías de la historia. Una guitarra nacida en pleno boom de la generación del Rock and Roll pero que vio su esplendor colgada de los hombros de los chicos con flequillos de corte británico que lo eclipsaron en los 60 en favor del nuevo pop reinante. Curioso que en el evento televisivo que marca el antes y el después de una era como fue la actuación de los Beatles en El show de Ed Sullivan en 1964 podemos ver dos de las guitarras de las que hablamos en este artículo: Lennon con su 325 y Harrison con su Country Gentleman.
     

Gibson
 

Y acabamos nuestro repaso al año 1958 con la marca que más y mejores cosas aportó en 1958. Gibson veía cómo Fender no paraba de vender Stratos y Teles entre los músicos más jóvenes y decidió hacer algo al respecto aunque no le salió nada bien...en un principio.
Para atraer la atención del nuevo público que comenzaba a interesarse por ese instrumento que no dejaba de escuchar en las canciones de moda de Gene VincentEddie Cochran y compañía la marca americana decidió sacar al mercado dos modelos que ponían el énfasis casi más en su estética que en su construcción o innovación técnica: la Gibson Explorer y la Gibson Flying V.  

 

Estos dos modelos, hoy en día mitificados por innumerables guitarristas, fueron un auténtico fracaso en 1958 debido a un diseño rompedor que los chicos con tupé no recibieron bien pero que unos 10 años después sería un auténtico éxito, esta vez entre los chicos con melena y barba de finales de los 60 y la década de los 70.  

 

La Explorer tenía además de su set de dos humbuckers en ese cuerpo de forma 'marciana' una pala nunca vista hasta entonces diseñada por Grover Jackson (que más tarde fundaría su propia marca de guitarras picudas con su apellido). De todas formas el verdadero precursor y mente creativa detrás de la Explorer y la Flying V era el por aquel entonces vicepresidente de Gibson Ted McCarty, un tipo menos conocido que Leo Fender, que tampoco tocaba la guitarra (al igual que Leo), pero de una importancia suprema en la historia de Gibson y de la guitarra eléctrica en general teniendo entre sus logros el haber sido una de las cabezas pensantes detrás de las primeras pastillas humbucker o el puente Tune-o-matic además de crear modelos como estos dos de los que hablamos o de la SG y la Firebird.
 

   

Como curiosidad, estos dos modelos tuvieron tan poca repercusión en el mercado que tan solo se hicieron unas pocas decenas de unidades convirtiendo un modelo de Explorer o Flying V del 58 hoy en día en una de las piezas de colección más valiosas del desmadrado mercado de guitarras vintage.  

 

Pero el poco éxito de estos dos modelos no hizo mella aquel año en la compañía del señor McCarty ya que ese mismo año vio la luz uno de las guitarras más míticas de la marca y que fue un éxito de ventas desde el primer día que llegó a una tienda: la Gibson ES-335, o lo que es lo mismo, la guitarra semihueca más famosa, vendida y copiada de la historia.
 

 

Conseguían con la ES-335 (ES corresponde a la abreviatura de Electric Spanish) un sonido más cálido que el que habían conseguido hasta la fecha con la Les Paul, su modelo de cuerpo sólido, y reducían el problema del feedback en las guitarras de caja hasta casi hacerlo desaparecer, lo que era el logro mayor del modelo Les Paul. Indudablemente dieron en el clavo con este diseño que a su pieza sólida que recorre el cuerpo de la guitarra le suma las partes huecas de los lados con sus correspondientes 'efes'.  

 

Tan seguros estaban de su éxito que ese mismo año sacaron al mercado las versiones 'de lujo' con pequeñas variaciones del modelo: la 345 y la 355, ambas ya legendarias a día de hoy.
 

 

Para terminar con el año 1958 y Gibson no hay que dejar de mencionar que aquel fue el año en el que se alinearon los planetas en torno a su modelo Les Paul. En el 57 las Les Paul habían comenzado a montar las míticas humbucker PAF, pastillas a las que algunos hoy en día le siguen otorgando propiedades casi místicas, el puente Tune-o-matic ya era parte de su diseño desde hacía poco y es en el año 58 cuando el acabado en oro o negro deja paso al mítico “burst” que dejaba a la vista la veta de la madera, al estilo de los violines de siglos pasados, haciendo de estas guitarras una auténtica preciosidad a los ojos de todos. Para más inri entre 1958 y 1960, año en que Gibson decide retirarla de la venta, se produjeron menos de 2.000 unidades de Les Paul con estas características lo que os tiene que dar una pista de por qué en Guitars Exchange nos referimos a ellas como el “Santo Grial”.
 

 

Todo esto pasaba en 1958 en los Estados Unidos de América, cuna de la guitarra eléctrica. Sesenta años después la guitarra eléctrica no está ni mucho menos tan presente en las listas de ventas como entonces, ni mucho menos como estaría en la década de los 60 y los 70, pero aún hoy hay bandas y festivales de rock que mueven a cientos de miles de personas; y si nos fijamos bien en esos festivales veremos en su gran mayoría artistas con guitarras diseñadas en la década de los 50 del siglo pasado.  

 

¿Por qué seguimos usando esas mismas guitarras una y otra vez? Pues por el mismo motivo por el que cuando nos ponemos unos guantes de boxeo creemos pegar más fuerte o por el que existe el efecto placebo. El ser humano, especie a la que a duras penas pertenece el guitarrista común, tiende a darle propiedades a las cosas que no tienen realmente y nuestro patrón de comportamiento siempre empieza por emular a nuestros ídolos; y seamos sinceros, siempre es más fácil comprarse la guitarra de Jimi Hendrix que tocar como Jimi Hendrix.
 

Hace sesenta años la guitarra eléctrica acababa por desarrollarse hasta casi la perfección. Las mejoras técnicas en cuanto a eliminación de ruidos, acoples y el perfeccionamiento de la señal fueron a partir del 58 prácticamente cosa del pasado, pero ¿de verdad acaba ahí la evolución de la guitarra eléctrica? Muchos fabricantes como IbanezPRS o Music Man han intentado demostrar lo contrario pero son gotas de agua en un océano en el que cada vez parecen nadar más solos los dos peces gordos, Fender y Gibson, que si bien es cierto que aún introducen mejoras y nuevas tecnologías como por ejemplo el sistema de auto afinación de Gibson, también es cierto que lo instalan en modelos cuyos diseños han cumplido ya los 60 años...
 

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