Definiendo el funk para siempre

Por Sergio Ariza

Que James Brown es la figura más importante de la música negra es algo que no merece discusión. El tipo estaba allí cuando el R&B dio paso al rock & roll, cuando ya era conocido como el Padrino del Soul decidió ir un paso más allá y crear el funk con Cold Sweat. En 1969 llevaba 13 años de carrera, había logrado 43 éxitos entre los 20 primeros en las listas R&B y 11 en las pop, era el hombre más respetado por sus colegas que le apodaban 'Soul Brother Number One'… pero, increíblemente, lo mejor estaba por llegar y es que en 1970, el año en el que apareció este disco, James Brown definiría el funk para siempre.    

      

1969 fue un año ajetreado, aunque tampoco mucho más de lo habitual, Brown grabó once sencillos, entre los que se encontraban Give It Up or Turnit a Loose, Lowdown Popcorn (que aparece en este disco con aplausos superpuestos) o Mother Popcorn, cuatro discos de larga duración (el año anterior había grabado cinco) y varios EP's. Por supuesto, cuando no estaba en el estudio, estaba tocando en directo, donde era una de las mayores atracciones (en 1968 se programó un concierto suyo para impedir disturbios tras el asesinato de Martin Luther King). Lo de que otro de sus apodos fuera "el hombre más trabajador del mundo del espectáculo" no era broma, si eras uno de los músicos de la banda de James Brown trabajabas todos los días. Y en 1969 su banda era un verdadero lujo en la que estaban músicos como Fred Wesley al trombón, Maceo Parker al saxo, Jimmy Nolen a la guitarra o Clyde Stubblefield y John "Jabo" Starks a la batería, además de su fiel Bobby Byrd, el amigo que le había dado un techo, y una familia, cuando salió de la cárcel y el único de los Famous Flames originales que quedaba.
     

El caso es que en marzo de 1970 la banda decidió plantarse, harta de la tacañería de su líder (y de su pasión por poner multas a aquellos que fallasen una nota durante los conciertos), y pedir un aumento. Pero James Brown no cedió y la banda se largó, menos el fiel Byrd y los baterías. Al poco fichó a los hermanos Collins, Bootsy y Catfish que militaban en el desconocido grupo de funk, The Pacemakers. El Padrino le dio los galones al bajista sin haber cumplido todavía los 19 años y Bootsy respondió a lo grande. Centrándose en los escuetos riffs de la Vox Ultrasonic de Catfish y en el Fender Jazz Bass que le compró Brown a Bootsy, dejando en un segundo plano los vientos, James Brown grabaría en los escasos meses en los que duró esta formación alguna de sus mejores canciones, Soul Power, Super Bad, Talkin' Loud and Sayin' Nothing o, por encima de todas, (Get Up I Feel Like Being a) Sex Machine que encuentra en este falso directo su versión definitiva, los 10 minutos más funk de la historia de la música.
     

      

En el funk la guitarra y el bajo se intercambiaban posiciones, y el segundo pasaba al primer plano mientras la primera se quedaba en un rítmico segundo plano, nadie entendió esto mejor que los Catfish y Bootsy Collins, a los que el maestro más importante del género modelaría a la perfección en su breve estancia juntos.     

Y es que este disco doble está dividido en dos partes, en la primera se puede escuchar a los JB's, su nueva banda, en el estudio, con aplausos superpuestos para simular un directo, el resultado contiene alguno de los mejores momentos de su carrera, además de la mencionada Sex Machine, destaca el 'medley' que ocupa la segunda cara del primer disco. Se abre con una mirada a su pasado de genial baladista con la que debe ser la versión definitiva de Bewildered que no pierde en comparación con la intensidad versión del mítico Live at the Apollo. Luego llega la breve pero frenética recreación de otro de sus éxitos funk I Got The Feelin' y termina con una espectacular versión de seis minutos de Give It Up or Turnit a Loose, una canción que transforman completamente, convirtiendo el jazzístico arreglo original de Pee Wee Ellis en una bomba funk de repercusiones gigantescas. De repente se quedan solas las congas de Johnny Griggs, entonces James Brown se queda en su salsa y comienza a utilizar su voz como percusión "clap your hands, stomp your feet!", entonces grita "Clyde!", y el mismísimo 'Funky drummer' entra para que el mundo del hip hop pueda disfrutar de otro 'break' de batería histórico, pero todavía queda un as en la manga, James Brown se gira a su bajista de 18 años e invoca la palabra mágica: "Bootsy!" entonces entra el bajo y no hay un solo culo que se pueda quedar quieto. ¿Qué es el funk? ¿Y tú me lo preguntas? El funk es James Brown en 1970 con los hermanos Collins y Clyde Stubblefield tocando Give It Up or Turnit a Loose.
     

      

El segundo disco sí que es una grabación en directo, en Augusta, Georgia, su lugar de nacimiento, grabado en 1969 con su anterior banda, con Fred Wesley y Maceo Parker a los vientos y el 'funky drummer' Clyde Stubblefield. Aquí se puede apreciar el cambio entre las dos bandas, en esta los vientos están al frente tanto de las canciones más movidas como I Don't Want Nobody to Give Me Nothing (Open Up the Door I'll Get It Myself), Licking Stick - Licking Stick o Mother Popcorn, como de los medios tiempos como Spinning Wheel, It's A Man's Man's Man's World o la ineludible Please Please Please.
    

Es un gran concierto pero no está al nivel de excitación que logró con su nueva banda, claro que si todo este disco estuviera al nivel de las dos versiones definitivas de (Get Up I Feel Like Being a) Sex Machine y Give It Up or Turnit a Loose entonces ´no solo estaríamos hablando del disco más funk de la historia (un título por el que puede competir sin reparo) sino de uno de los más importantes de todos los tiempos.
       

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