La efervescencia creadora de John Fogerty

Por Sergio Ariza

Willy And The Poorboys fue el cuarto disco de la Creedence Clearwater Revival y el tercero que aparecía en 1969, cuando se publicó, el 2 de noviembre de ese año, no hacía ni tres meses que habían editado el fabuloso Green River, pero su líder, y el hombre que había asumido el completo control de la banda, John Fogerty, estaba en plena efervescencia creadora y tenía un disparatado plan, no salir jamás de las listas de éxitos, ahora que había conseguido entrar en ellas.     

El resto de la banda no tenía muy claro un planteamiento que les estaba quemando, giras y conciertos interminables y un breve paso por el estudio para grabar un nuevo disco. Además Fogerty ni siquiera bajaba el listón con las caras B de los sencillos, para los que elegía canciones del mismo nivel que la primera cara. Cuando le preguntaban por qué desperdiciaba potenciales éxitos Fogerty respondía dejando clara su ambición: "Estúpidos, mirar a los Beatles, mirar a Elvis". Sus miras no podían ser más altas pero es que, increíblemente, Fogerty parecía capaz de aguantar con un ritmo productivo impensable.
     

       

Fogerty sabía que la Creedence se había convertido en una de las bandas más importantes del momento, Green River había salido menos de dos semanas antes de su actuación en Woodstock, el 3 de agosto, y había subido a lo más alto de las listas de álbumes mientras grababan Willy And The Poorboys, el 4 de octubre de aquel mágico año. El disco se mantendría en ese puesto cuatro semanas hasta que fue desplazado del número uno por el Abbey Road de los Beatles. La competencia era enorme pero las canciones seguían brotando de Fogerty como si fuera un manantial inagotable.
   

Para este disco compuso ocho canciones, el hecho de que dos fueran instrumentales, las dos más flojas del disco, es lo único que nos indica el poco tiempo que tuvo el compositor para salir con nuevo material. Pero uno no puede sino quitarse el sombrero ante John Fogerty y su, en ese momento, ilimitada capacidad de escribir temazo tras temazo. Y es que, quitando ambos instrumentales, las únicas canciones aquí que se pueden considerar relleno, y las dos versiones de Leadbelly, que son dos maravillas, te vuelven a quedar seis absolutas maravillas de su pluma.
     

       

El disco se abría con la canción que sirvió como sencillo de presentación, la triunfante Down On The Corner y su irresistible ritmo, con cierto toque soul y funk, Fogerty se deja la garganta, demostrando que, además de un prolífico compositor, también era un estupendo cantante. La canción nos presentaba al grupo que daba título al disco, Willy And The Poorboys, en lo que iba a ser un disco conceptual, una idea que se desechó al final, a pesar de que en la portada del disco aparecen ataviados como ellos.
     

Le sigue It Came Out of the Sky, un tremendo tema en el que se les nota todo su amor por el rock & roll de los 50, directa y al grano, con Fogerty haciendo divertidas pullas políticas al vicepresidente Agnew o al, entonces, gobernador de California, Ronald Reagan. Cotton Fields es la primera de las versiones de Leadbelly, una maravilla en la que se comprueba su papel como uno de los pilares de esa vuelta a las raíces iniciada por Dylan (un declarado fan de la banda que proclamaría a Proud Mary como la mejor canción del año) y The Band. La primera cara se cerraba con Feelin' Blue, otra prueba de la increíble cohesión que tenían sus cuatro miembros, con un Fogerty estupendo en la guitarra solista.
     

       

La segunda cara se abría con mi canción favorita de la banda, Fortunate Son, el grito de rabia de Fogerty contra la guerra de Vietnam y el sospechoso sistema de reclutamiento del que siempre se libraban los mismos, los hijos de los senadores o los millonarios. Su mítico riff está tocado con su segunda Les Paul Custom que se había convertido en su guitarra principal, aunque todavía seguía utilizando la Rickenbacker 325, como se puede ver en su actuación en el Show de Ed Sullivan.
     

Don't Look Now (It Ain't You or Me)
vuelve a repartir estopa, si en Fortunate Son criticaba a los hijos de los más privilegiados, ahora su objetivo eran los suyos, hippies y estrellas de rock, dejando claro que no iban a ser ellos los que iban a hacer el trabajo sucio que había que seguir haciendo. Fogerty se posicionaba claramente con la clase trabajadora en una canción en la que, en lo musical, volvía a mirar a Sun Records y el rockabilly. Le sigue otra fascinante apropiación de otra canción de Leadbelly, Midnight Special.
     

       

El cierre está a la altura con la gloriosa Effigy, prueba de la grandeza de una banda que tiene lujos como este que nunca fueron sencillos. Es una de sus canciones más oscuras, con un gran trabajo de Fogerty en la guitarra solista, sonando tan intenso y apasionado como una canción escrita con rabia y furia contra la administración Nixon.
    

Era el 2 de noviembre de 1969 y John Fogerty había entregado desde enero canciones como Proud Mary, Born on the Bayou, Keep On Chooglin', Green River, Commotion, Wrote a Song for Everyone, Bad Moon Rising, Lodi, Down on the Corner, It Came Out of the Sky, Fortunate Son, Feelin' Blue o Effigy.
¿Se imaginan un disco en el que estuvieran todas ellas juntas? ¿Sí? Pues ¿quieren saber lo más increíble? John Fogerty y la Creedence todavía no se habían secado y aun les quedaba por sacar su obra maestra absoluta, Cosmo’s Factory, que aparecería solo ocho meses después de este fantástico disco...
     

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