La obra maestra de Led Zeppelin, canción a canción

Por Sergio Ariza

Benditos críticos de música, su incapacidad para valorar a Led Zeppelin hizo que Jimmy Page decidiera hacer el "puto mejor disco de rock que se hubiera hecho nunca". Estaba harto de que negaran a la banda, primero diciendo que eran monolíticos, en sus dos primeros discos, y luego criticando al tercero, más acústico, porque supuestamente era la nueva moda impuesta por bandas como Crosby, Stills & Nash. Así que harto de estupideces Page decidió sacar un disco tan grande que ni Lester Bangs puesto de heroína hasta las cejas fuera capaz de renegar de él. Juntó a sus tres compañeros, los retiró de las giras y se pusieron manos a la obra para sacar el disco de rock definitivo. Alerta de spoiler: LO CONSIGUIERON. 

En 1971 Led Zeppelin era la banda de rock más grande del mundo, los Beatles se habían separado y solo los Rolling Stones se les podían comparar por tamaño. Sus tres primeros discos habían sido número uno a ambos lados del Atlántico, sus conciertos eran los más multitudinarios y los lectores del New Musical Express les acababan de nombrar como el mejor grupo, tras ocho años de dominio ininterrumpido de los Beatles. Estaban en la cima absoluta pero Jimmy Page se sentía menospreciado por la crítica rock y quería acabar con eso.
 

Tras publicar su tercer disco en un año y medio, la banda se retiró de los escenarios y pasó a concentrarse en el estudio. En diciembre de 1970 comenzaron a grabar el disco en el que conseguirían fusionar lo mejor de los tres primeros discos, la reinterpretación del Blues Rock de su debut, el Hard Rock y los míticos riffs del segundo y la exploración Folk del tercero, tanto de la emergente escena británica, como de los ecos del Laurel Canyon californiano. 

El guitarrista produjo el disco y decidió que el nombre de la banda no apareciera por ningún sitio, tampoco ninguna información extra, solo una portada sin nombre con el dibujo de un anciano con la espalda doblada por la leña, colgado de un muro derruido sobre un fondo con edificios actuales. En el interior aparecía la letra de Stairway to Heaven en una extraña tipografía y cuatro símbolos para cada uno de los miembros de la banda en su cuarto disco (más otro símbolo para su invitada Sandy Denny). Led Zeppelin iba a demostrar a los críticos que su música hablaba por sí sola y que no tenían nada que ver con el 'hype' que les rodeaba desde sus inicios.
 

Las sesiones dieron como resultado 11 canciones pero Page eligió las ocho mejores para modelar una obra maestra perfecta. A continuación desglosamos el disco canción a canción: 

Black Dog
 

Tras la breve aparición de una guitarra, Robert Plant se dejaba sus privilegiados pulmones para dejar bien claro, desde el principio, que esto no era ninguna broma, luego le respondía toda la banda, con uno de los riffs más brutales del canon zeppeliano, con la Les Paul de Page al 11 y una sección rítmica imparable. El guitarrista nunca ocultó su enorme admiración por Peter Green y sus Fleetwood Mac (una banda que fue la que le recomendó la mansión victoriana de Headley Grange en la que grabaron el disco), así que es normal que esta canción esté inspirada por la primera parte de su Oh Well, aunque llevándolo a un ritmo mucho mayor.

  

Rock And Roll
 

Sin tiempo para recobrar el aliento comenzaba, con una de las intros de batería más míticas de la historia, uno de los mayores subidones de adrenalina de la historia del rock and roll (perdón por la obviedad). La banda estaba tratando de terminar Four Sticks cuando Bonham comenzó a tocar el inicio del Keep A Knockin' de Little Richard, Page no lo dudó y se sacó de la manga un riff propio de Chuck Berry. 15 minutos después habían casi terminado una de sus canciones más directas y divertidas, demostrando una vez más que la simplicidad es la clave del rock & roll. Desde su grabación pasó a ser la encargada de comenzar por todo lo alto sus conciertos.

 

The Battle Of Evermore
 

Led Zeppelin III cogió a mucha gente por sorpresa con su giro hacia un lado más acústico, demostrando que era un grupo mucho más versátil de lo que se les concedía. Tanto Page como Plant eran ávidos fans del folk rock británico de grupos como Fairport Convention, Pentangle o The Incredible String Band, y eso se notó, y mucho, en su tercer disco. Pero en Led Zeppelin IV también habría espacio para las melodías folkies y las letras inspiradas en Tolkien. Page compuso esta canción al tocar por primera vez la mandolina de John Paul Jones, Plant escribió la letra y decidió llamar a la mismísima Sandy Denny, la cantante de Fairport Convention, para cantar a dúo. El resultado fue tan satisfactorio que Denny se ganó su propio símbolo en el disco y se convirtió en la única cantante que llegó a colaborar en un disco de los Zeppelin. La unión de su voz con la de Plant es maravillosa, como si Galadriel y Aragorn cantaran a dúo partes de El Señor de los Anillos.

 

Stairway To Heaven
 

Una canción que resume en ocho perfectos minutos lo mejor de la banda, con el Folk y el Hard Rock dándose de la mano como nunca antes o después lo han hecho. Una canción que va ascendiendo, literalmente, al cielo y que es lo suficientemente buena como para resistir haber sido escuchada hasta la saciedad y los memes tipo El Mundo de Wayne, en los que se prohíbe tocarla para probar una guitarra. Una guitarra que en esta canción no es la Les Paul con la que se suele identificar a Jimmy Page, sino su mítica Fender Telecaster del 59 que le regaló su compañero en los Yardbirds, Jeff Beck. Y es que en la obra cumbre de su carrera, el Dios de la Les Paul toca una Harmony Sovereign H1260 acústica, una Fender Electric XII de 12 cuerdas y la mencionada Telecaster. Eso sí, cuando sonaba en directo Page utilizaba otra de sus guitarras más recordadas, la Heritage Cherry Gibson EDS-1275 6/12 de doble cuello.

 

Misty Mountain Hop
 

Otra canción con un título sacado de la obra de Tolkien, en este caso de El Hobbit, era la encargada de abrir la cara B del disco surgió después de que John Paul Jones comenzara a tocar unos acordes al piano y Page decidiera añadirle el distintivo riff de guitarra. Mientras en la letra Plant vuelve a demostrar sus simpatías hippies en una de las canciones más pop y directas de la historia de la banda, con un gran solo a cargo de Page. Su accesibilidad la llevó a ser elegida como la cara B de Black Dog cuando ésta se publicó como sencillo en EEUU, a finales de 1971.

 

Four Sticks
 

Una de las canciones más difíciles de tocar de su historia, su título viene porque Bonham tocaba con cuatro baquetas, en vez de las dos habituales, además tenía un tempo bastante extraño, combinando estructuras en 5/8 y 6/8, y John Paul Jones tocaba un sintetizador VCS3. Todo esto hizo que fuera una de las canciones del disco que menos veces tocaron en directo (solo se ha identificado una grabación en Copenhague en 1971) pero Plant y Page la repescaron cuando volvieron a tocar juntos en los 90. Puede que sea la canción menos buena del disco y eso dice todo de la enormidad de disco del que estamos hablando.

 

Going To California
 

Cuando la crítica hablaba de la influencia de Crosby, Stills, Nash & Young se equivocaba, aunque Page y Plant sí que compartían algo con los americanos, una enorme admiración por Joni Mitchell. Tanto es así que, en 1975, el guitarrista declararía: "Esa es la música que me pongo en casa todo el tiempo, Joni Mitchell (...) Hace que se me salten las lágrimas, ¿qué más puedo decir?". Por su parte Plant decide rendirla homenaje también en la letra hablando de "Una reina sin rey. Ella toca la guitarra y llora y canta", haciendo referencia a una de las primeras canciones de Mitchell, I Had A King. Una verdadera delicia que no solía fallar en las partes acústicas de sus conciertos.

 

When The Levee Breaks
 

La culminación de su apropiación de blues existentes para convertirlos en algo totalmente propio y nuevo, además de confirmar a John Bonham como el batería más increíble del mundo y a Page como un productor supremo. Basada en un viejo blues grabado por primera vez por Kansas Joe McCoy y Memphis Minnie en 1929, Led Zeppelin la hacen suya con un sonido envolvente, casi sinfónico, que lleva al género a otra esfera. Afilada y amenazante, es increíble la atmósfera que crean con esta canción que cerraba este Led Zeppelin IV. El poderoso inicio de batería de Bonham, captado de manera majestuosa por Page se convertiría en uno de los 'samples' más utilizados en el hip hop. A pesar de ser una de sus grandes canciones, recrear su complejo sonido en directo era bastante difícil y solo la interpretaron en unas pocas ocasiones, como en su gira de 1975, con Page utilizando su Danelectro 3021 de sus tiempos en los Yardbirds. Un cierre magistral para la obra cumbre de Led Zeppelin.

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