El joven lobo

Por Sergio Ariza

La historia de Hubert Sumlin está tan ligada a la de Howlin’ Wolf que cuando este falleció, en los papeles de su funeral aparecía listado como su hijo. Es imposible contar la historia de Sumlin sin la tremenda sombra protectora que supuso Wolf pero tampoco es posible negar el tremendo impacto que su guitarra tuvo en la música de éste, haciendo de él uno de los héroes de muchos de los guitarristas más importantes de la historia. Gente que responde al nombre de Jimi Hendrix, Eric Clapton, Keith Richards, Mike Bloomfield o Jimmy Page han cantado las loas de este hombre sencillo que supo expresarse a las mil maravillas a través de las cuerdas de una guitarra, con un estilo agresivo, impredecible y unos 'bends' imposibles para la época.  

 

Hubert Charles Sumlin
vino al mundo un 16 de noviembre de 1931 en Greenwood, Mississippi. Siendo muy pequeño su familia se trasladó a Arkansas, allí creció admirando a su hermano mayor que tocaba una especie de guitarra casera con una sola cuerda, cuando su hermano puso otras tres el pequeño Hubert decidió imitar a su hermano y comenzó a tocar con tal mala suerte que rompió una de ellas. Su hermano le golpeó con un ladrillo y huyó al verle tirado en el suelo. Cuando se lo contó a su madre esta decidió dar una lección, después de golpear con una correa al hermano mayor se llevó al pequeño a una tienda y le compró una guitarra de ocho dólares. Tenía ocho años y el destino le había puesto el futuro en sus manos. Se terminó de sellar cuando escuchó un viejo disco de Charley Patton y decidió que la música de la iglesia de su madre no era para él. Lo suyo era el blues, sus ídolos, Howlin' Wolf y Muddy Waters. Un día se escapó de casa para ver actuar al primero y aquel hombre gigante le causó una impresión como la que ningún otro le volvería a causar el resto de su vida. Durante la actuación Wolf reparó en el adolescente de 14 años, le procuró un asiento cerca del escenario, dejó dicho que no le dieran de beber y tras la actuación decidió llevarlo a su casa él mismo. Su madre les estaba esperando correa en mano, pero Wolf se adelantó y le dijo "no le azote señora, puede que algún día le necesite".
 

Había algo de profecía en aquellas palabras, así que Sumlin decidió abandonar su hogar, poco después, para echarse a la carretera con su guitarra como único equipaje. Su destino West Memphis la ciudad en la que Wolf ejercía de rey, la profecía se cumpliría y Sumlin se convertiría en la mano derecha del Lobo hasta su muerte, pero antes se encontró con otro hombre fundamental en su carrera, un joven armonicista que respondía al nombre de James Cotton. Juntos formarían una banda que empezaría a hacerse un nombre en la ciudad. Sería, una vez más, Howlin´ Wolf el que les daría su mejor oportunidad, primero abriendo para su banda y luego dándoles 15 minutos de su programa de radio de media hora. Pero Cotton y Sumlin se estaban volviendo tan buenos que Wolf decidió retirarles de su programa diciéndoles "puede que algún día os contrate para mi banda". Ese día no estaba muy lejos, Wolf tenía como guitarrista al gran Willie Johnson con el que había grabado Moanin' At Midnight y How Many More Years en la futura Sun Records. Pero Johnson estaba borracho la mayoría de las veces, así que un día que no se presentó Wolf llamó a Sumlin al escenario. En esos momentos ya estaba negociando su contrato con Chess Records.
 



Cuando finalmente partió hacia la ciudad del viento no se olvidó del guitarrista, se acercó a Cotton y le preguntó si dejaría marcharse a Hubert, Cotton no lo dudó y le recomendó a su amigo aceptar, "vas a ganar mucho más dinero con Wolf, ¡espero que te envíe de vuelta para llevarme a mí también!". Así que al poco tiempo Sumlin puso rumbo al norte para unirse a la nueva banda de Wolf. En la estación le estaba esperando el pianista Otis Spann y su primera parada fue la casa de Muddy Waters, donde los dos reyes de Chicago estaban jugando a las cartas. Sumlin pensó que había llegado al paraíso.
 

En poco tiempo comenzaron las grabaciones con cosas como Evil Is Going On o Forty Four de 1954 en las que las Kay 'Thin Twin' que Wolf había comprado para Sumlin y Jody Williams brillan junto al aullido del propio cantante. En 1955 llegó a Chicago James Cotton, pero no fue a petición de Wolf sino de Muddy Waters que le trajo para sustituir a Little Walter y le puso al frente de su banda. La rivalidad entre Muddy y Wolf alcanzó el grado de legendaria y trajo consigo la edad de oro del blues eléctrico, con Chicago como Meca absoluta.
 

 

En enero de 1956 Howlin Wolf decidió grabar una canción que llevaba cantando desde los años 30, Smokestack Lightning, pero ahora llevaba un nuevo arreglo eléctrico en el que destacaba un increíble riff a cargo de Sumlin que sería copiado hasta la saciedad. La canción fue un éxito tremendo y convirtió a Sumlin, que para entonces ya tenía la mítica Les Paul Goldtop que le regaló Wolf, en la mano derecha de su mentor. Pero la rivalidad más importante del blues se interpuso en su camino. Un emisario de Muddy Waters apareció en el Zanzibar, el garito en el que solían tocar, y le ofreció tres veces más de lo que cobraba con Wolf. Sumlin aceptó y Wolf se sintió traicionado. Con Waters grabaría cosas como Forty Days And Forty Nights y Don't Go No Further, pero el cambió supuso varias cosas, ahora compartía protagonismo con los guitarristas de Waters, gente como Pat Hare y Jimmy Rogers y ser el nuevo también tenía sus consecuencias, Muddy se los llevó de gira al Sur y dieron 40 conciertos en 40 noches, con Sumlin como único conductor. Para colmo si Wolf era un jefe responsable con un código de conducta impecable Muddy era el líder de una banda de borrachos y pendencieros a los que apodaban la Muddy Waters Drunken Ass Band. Cansado y destrozado tras la gira, Sumlin decidió llamar a Wolf para pedir que le volviera a acoger entre los suyos. Sin pensárselo dos veces Wolf apareció vociferando "¿dónde está?" en el club en el que tocaba Waters, Muddy estaba borracho jugando a las cartas pero cuando vio al gigante se le quedó mirando fijamente, Wolf cogió a Sumlin y sin apartar la mirada le dijo "he venido a recoger a mi hijo". No se volverían a separar hasta la muerte de Wolf en 1976.
 

 

Sumlin le recompensaría con los mejores momentos de su carrera, ya fuera con su Les Paul equipada con P-90s, una Stratocaster, varias Gretsch e, incluso una Rickenbacker 360 a mediados de los 70. Su agresivo estilo sirvió de inspiración para los grandes 'guitar heroes' del rock, de los británicos a Hendrix. Su estilo se puede apreciar en monumentos esenciales de la historia del blues como Killing Floor, The Natchez Burning, Spoonful, Wang-Dang Doodle, Back Door Man, I Ain't Superstitious o en el espectacular solo de Shake For Me. Al contrario que la mayoría de los músicos de blues, cuando apareció el rock & roll, Howlin Wolf siguió manteniendo su popularidad y aparecieron sus discos más destacados como Howlin' Wolf (también llamado The Rockin' Chair) en 1962 o More Real Folk Blues de 1965. En ambos, además de su característico aullido, el elemento más distintivo es la guitarra de Sumlin. Fue una de las razones por las que el primero de ellos fue elegido por la revista Mojo como el tercer disco más importante de la historia de la guitarra después del Are You Experienced? de la Jimi Hendrix Experience y el My Generation de los Who...
 

En 1964, aprovechando su primera gira europea, Sumlin grabó sus primeras canciones en solitario. Para entonces ya había colaborado con los principales artistas de Chess como Chuck Berry, con el que grabó School Day, Jimmy Reed o Sunnyland Slim. Su fama entre los guitarristas británicos era enorme con Clapton, Keith Richards y Jimmy Page nombrándole como una de sus mayores influencias. Tanto es así que cuando en 1970 Chess organizó unas sesiones en Londres para que Howlin' Wolf grabara con algunas de las mayores estrellas de rock de la época, Clapton tuvo que llamar a la compañía para advertirles que él no iba si no le pagaban también el billete a Sumlin.
 

 

Pero el 10 de enero de 1976 el corazón de Howlin' Wolf dejó de latir dejando huérfano al blues y al que consideraba su hijo, Hubert Sumlin. Este siguió grabando y codeándose con los más importantes guitarristas del mundo, gente como Stevie Ray Vaughan, Buddy Guy, Joe Bonamassa o Keith Richards. Fue precisamente el Stone, junto a Mick Jagger, el que se encargó de pagar las facturas cuando la salud de Sumlin empeoró a mediados de la primera década del siglo XXI. Cuando finalmente falleció, el 10 de diciembre de 2011, a la edad de 80 años, fueron Jagger y Richards los que se hicieron cargo de los gastos del funeral. Claro que eran ellos los que se sentían en deuda con el guitarrista principal de una de sus mayores influencias, Howlin' Wolf. Alguien para el que Sumlin fue como un hijo.
 

Su relación se puede resumir con una anécdota bastante clarificadora. Después de un concierto Sumlin se puso a hablar con una preciosa chica que le estaba tirando los tejos, mientras esto pasaba Wolf tuvo que cargar y retirar todo su equipo, cuando al fin volvió Sumlin, Wolf comenzó a maldecirle e insultarle delante del resto de la banda, Sumlin avergonzado se dirigió por la espalda a Wolf y le dio un puñetazo, el gigante de casi dos metros y 136 kilos de peso se dio la vuelta lentamente y le dio un golpe que mandó al pobre Sumlin por los suelos con varios dientes menos. Sumlin se marchó humillado a casa. A la mañana siguiente su mujer le despertó y le dijo que Wolf había pasado la noche en su coche en frente de la casa. Sumlin salió afuera y un arrepentido Wolf le pidió perdón y le dio el dinero suficiente para arreglarse la boca. Desde la noche en que le devolvió a su madre a finales de los 40, Howlin' Wolf fue como un padre para Hubert Sumlin y este se lo agradeció con algunos de los mejores momentos que la guitarra blues ha visto y oído. Los beneficiarios de aquella relación somos todos nosotros.

  

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