La última estrella de rock
Por Sergio Ariza
Se cumplen 25 años de la muerte de Kurt Cobain, el hombre que
liderando a Nirvana se convirtió en
la última gran estrella de rock, algo que odiaba profundamente, tras haberse
formado en la música alternativa y 'underground' de los años 80. Veinticinco
años después de su muerte su legado permanece vivo, siendo el principal
referente de la década de los 90. Su carrera fue corta pero sin tacha, pero
como amante de su música hubiera preferido escuchar su decadencia a cambio de
tres o cuatro ramalazos más de inspiración.
Kurt Donald Cobain nació un 20 de febrero de
1967 en Aberdeen, desde pequeño tuvo interés por la música, siendo los Beatles una de sus bandas favoritas
desde niño, y el arte, pintando desde muy temprana edad. Era un chico feliz que
vio su mundo derrumbarse cuando sus padres se divorciaron en 1976. Poco después
ambos tenían una nueva pareja y Cobain comenzó a anhelar tener una familia
normal.
El día que cumplió 14 años su tío Chuck le
dijo que eligiese entre una bicicleta vieja o una guitarra aún más antigua que
tenía como regalo. Para alguien que se dedicaba a dibujar estrellas de rock en
su cuaderno la elección era obvia, no recuerda si era una Harmony o una Sears
pero sí que se apuntó a clases de guitarra el tiempo justo para que le
enseñaran a tocar el Back In Black de
AC/DC. Con esos tres acordes haría
maravillas en el futuro.
AC/DC no era la única banda de rock que
interesaba a Cobain y su primer concierto fue el de Sammy Haggar. Pero su iluminación llegó poco después cuando
descubrió el punk rock, después de ver a los Melvins escribió en su diario: "tocaban más rápido de lo que nunca imaginé que se podía tocar y con más
energía de la que podían proveerme mis discos de Iron Maiden, esto es lo que
había estado buscando". Subrayó esta última frase dos veces.
Desplazado en el instituto, el punk y la cultura alternativa le dieron un hogar
en la que no sentirse rechazado. Tras dejar el instituto, su madre le dio un
ultimátum, o encontraba un trabajo o dejaba la casa. Dos semanas después su
ropa estaba apilada en cajas en la calle.
Fue sobreviviendo en casas de amigos y
sumergiéndose más en el punk alternativo, yendo a Olympia y Seattle a ver
conciertos de Minor Threat o Black Flag. Al fin se hizo con su
primera guitarra eléctrica, una Univox Hi-Flier Phase 3 de los 70. Se trata de
un modelo que era una copia barata de las Mosrite Ventures, algo que le sentaba
como un guante a su filosofía de buscar el equipo más barato y destartalado
posible. Sus primeras bandas, como Fecal
Matter, le llevaron al encuentro con una de las figuras más importantes de
su vida, Krist Novoselic, un
estudiante del instituto de Aberdeen que también compartía su gusto por los
Melvins y el punk alternativo. Juntos formaron Nirvana en 1987.
En 1988 ficharon por Sub Pop y grabaron su
primer sencillo, Love Buzz, una
versión de Shocking Blue y al poco
comenzaron a grabar su primer disco, Bleach.
La escena alternativa se dividía por regiones en EEUU y Seattle era uno de los
lugares con una escena más activa, con Sub Pop, una productora independiente,
dando cobijo a algunos grupos que popularizarían un género conocido como
grunge, eran bandas como Mudhoney o Soundgarden. Así que es normal que Bleach esté claramente anclado en esta
corriente, con un sonido pantanoso con mucha distorsión a través de sus
queridas Univox Hi-Flier, un pedal Boss DS-1 y un Fender Twin de los 60
prestado. Pero una canción como About A
Girl ya dejaba intuir el prodigioso talento de Cobain para las melodías
memorables y su gusto por otro tipo de grupos y sonido como R.E.M. o los Beatles. De hecho Cobain
escribió la canción después de pasarse tres horas escuchando sin interrupción
el Meet The Beatles. Aparte de esos
fogonazos de inspiración lo que más destacaba del disco era su voz gritando
llena de rabia.
El disco vendió bien, dentro de lo marginal
que seguía siendo la escena, y Cobain comenzó a comprarse varias Univox
Hi-Flier que iban siendo destrozadas en distintos conciertos. Algo se estaba cociendo
en el ambiente y en sus conciertos comenzaron a aparecer personajes de fuera de
la escena alternativa. En abril de 1990 comenzaron a grabar demos para su
siguiente disco, el material era mucho más pop, con un Cobain en estado de
gracia a la hora de las melodías. En septiembre de ese año se produjo otro
hecho fundamental en la banda. Tras diversos baterías, Cobain y Novoselic
encontraban a su Ringo y Dave Grohl pasó a formar parte de la
banda. Según el bajista solo necesitaron dos minutos de prueba para saber que
habían encontrado al batería perfecto y todo estaba "en su sitio".
Fue justo en el momento adecuado, la banda
acababa de firmar por una multinacional, DGC Records, e iba a comenzar a grabar
el disco que iba a remover los cimientos de la industria musical, Nevermind. Con el dinero que había
ganado Cobain hizo algunos cambios en su equipo, el más importante fue la
llegada del Electro-Harmonix Small Clone, un pedal que definiría el sonido de
canciones como Come As You Are, pero
también pudo permitirse comprarse varios modelos de guitarras para zurdos,
entre ellas alguna Stratocaster japonesa. Nada ostentoso, ni caro, sus gustos
seguían siendo espartanos como prueba el hecho de que grabara Polly y Something In The Way, las dos canciones acústicas del disco, con
una Stella de 12 cuerdas que le había costado 30 dólares.
Las nuevas canciones eran más pop y se basaban
en algo muy propio de los Pixies, el
grupo con el que estaba obsesionado en esa época, primero eran "calmadas y lentas", luego en el
estribillo se convertían en "duras y
ruidosas". Para centrarse más en ese sonido la banda fichó a Butch Vig como productor. Juntos
comenzaron a grabar un disco del que la compañía discográfica esperaba vender
"unas 250.000 copias", una
cifra nada desdeñable para un grupo "alternativo".
En la actualidad lleva vendidas más de 30 millones de copias. Mucho de ello tuvo
que ver con el primer sencillo, Smells
Like Teen Spirit, y su vídeo musical (en el que se estrenó su guitarra más
recordada, junto a su Jaguar, la Fender Competition Mustang de 1969), que la
MTV no paró de poner. El rock sufría una nueva revolución, como antes lo había
hecho con Chuck Berry o los Clash, y volvía a ser peligroso y
sucio.
En enero de 1992 se produjo un hecho significativo
que marcaría la década, Nevermind
desbancaba a Dangerous de Michael Jackson del número uno de las
listas de discos en EEUU. Los 80 habían muerto, vivan los 90. A día de hoy, más
allá de su tremenda importancia histórica, Nevermind
se escucha con la misma reverencia que entonces. Puede que a Kurt Cobain le
costara entender porque él había triunfado y muchas de sus bandas favoritas
como The Vaselines o Meat Puppets no, pero el caso es que,
además de estar en el sitio correcto a la hora exacta, su talento era mucho
mayor, a la altura de uno de los pocos ídolos que tenía que sí era una estrella
del rock, John Lennon. Y es que Nevermind es uno de esos discos que
parecen un grandes éxitos, en el que cada canción, desde los sencillos hasta
temas como Drain You u On A Plain, roza la perfección. Algo de
lo que Cobain era plenamente consciente, diciendo con posteridad "si hubiera sido listo habría salvado gran
parte de esas canciones para ir sacándolas en otros discos durante 15 años.
Pero no puedo hacer eso. Todos los discos que me han gustado son los que
entregan una gran canción tras otra como el Rocks de Aerosmith, el Never Mind The Bollocks de los Sex
Pistols, el Led Zeppelin II o el Back in Black de AC/DC".
Poco después, el 24 de febrero de 1992, Kurt
Cobain se casó con Courtney Love
tras solo cuatro meses de noviazgo. Love estaba embarazada pero no fue eso lo
que llevó a Cobain al altar, sino su deseo de tener, finalmente, una familia.
El chico al que el divorcio de sus padres le había costado la infancia, quiso
formar una en el momento en el que su banda se acababa de subir a lo más alto,
llevando con ella a toda la música alternativa. En vez de seguir de gira o
grabar un nuevo disco, Cobain lo dejó todo durante seis meses en los que, según
Love, lo único que hizo fue "quedarse
en su apartamento, inyectarse heroína, pintar y tocar su guitarra". El
hombre que rechazaba ser una estrella de rock se vio a sí mismo en un cliché
totalmente asociado con ellas, convertirse en un yonqui.
En el verano del 92 se reanudaron los
conciertos que terminarían con su mítica actuación en el festival de Reading el
30 de agosto, 12 días después del nacimiento de su hija. En febrero de 1993
comienzan a grabar In Utero, un disco
que será una reacción al éxito conseguido, una especie de alegato alternativo
para hacer ver que el éxito no ha corrompido su música. Dispuesto a no dar
ninguna concesión para su continuación buscó un sonido mucho más crudo y
alternativo, con muchas más aristas. Para ello sustituyó a Butch Vig por Steve Albini en la mesa de mezclas y
entregó al mundo una obra cruda y abrasiva en la que volcó toda su ira, sus
inseguridades y su rabia. Pero esta vez no era la rabia de un adolescente, era
la rabia de una estrella de rock. La frase con la que se abre el disco no puede
ser más contundente "Teenage angst
has paid off well/Now I'm bored and old". En otro momento dejaba otra
frase que reflejaba a la perfección su carácter, "I think I'm dumb, Or maybe just happy". El caso es que In Utero contenía las dos caras de
Nirvana, la abrasiva y la melódica, pero esta vez iban por separado. Eso sí,
sus doce canciones confirmaban a Cobain como el mejor compositor de la década,
sirvan Serve The Servants, Heart-Shaped
Box, Rape me, Dumb, Pennyroyal Tea o All
Apologies como ejemplos.
El 21 de septiembre se publica el disco y sube
al número 1 en su primera semana, dos días comienzan una gira con un nuevo
miembro, el guitarrista Pat Smear.
Pero si para la grabación de In Utero
se había desintoxicado, Cobain vuelve a la heroína y sus dolores de estómago
crónicos vuelven a aparecer. La gira parece ir bien pero se muestra cansado del
grunge, de la fórmula que le dio el éxito, de la dinámica de los Pixies del
suave/fuerte. In Utero ha sido el
final de una etapa y quiere buscar otros sonidos, parecidos a los que ha
encontrado R.E.M. en Automatic For The
People. La oportunidad se le presenta con la grabación del Unplugged de la MTV, que se produce el
18 de noviembre. Armado con una Martin D-18E, a la que le cambió su pastilla
DeArmond por una Bartolini 3AV, Cobain se desnuda y se muestra sin el muro de
distorsión que rodeaba a Nirvana. El resultado es de una crudeza absoluta y, a
la vez, de una tétrica belleza. Se pueden contar con los dedos de la mano
discos que cuenten con un momento tan increíble como su versión del Where Did You Sleep Last Night? de Leadbelly. El momento en el que, con la
voz medio rota, se lanza a chillar 'shiveeeeer'
luego se calma y, a la manera de un 'bluesman', canta lo de 'the whole', se para, levanta su mirada
y vemos pasar toda su vida y luego termina con 'night through'; vale más que todos los gorgoritos juntos de todas
las Operaciones Triunfo del mundo.
El caso es que tanto su salud física como
mental fue empeorando en su gira europea, llevando a un primer intento de
suicidio en un hotel de Roma. El resto es de sobra conocido, el 5 de abril de
1994 puso fin a su vida disparándose en la cara con una Remington. El mundo se
enteró tres días después cuando fue encontrado en su casa. El hombre que no
quería ser una estrella del rock había ingresado en el 'club más estúpido del mundo' junto a Hendrix, Morrison o Joplin.
Ahora en la entrada de su pueblo natal,
Aberdeen, se puede leer: "Welcome to
Aberdeen - Come as you are". Poco o nada le hubiese importado a un
chico que, como alguien dijo, "simplemente
no se amaba lo suficiente a sí mismo". Nunca entendió su éxito o
porqué su grupo había triunfado y la mayoría de sus bandas favoritas no. Tiempo
después de su publicación dijo estar "avergonzado
de 'Nevermind' porque estaba más cerca de Mötley Crüe que del punk rock".
Estaba equivocado, su música ha pasado con sobresaliente el test del tiempo.
Veinticinco años después sigue logrando el mismo impacto emocional sobre el
oyente, e incluso lo ha superado. Ahora sabemos que aquel chico que "olía a espíritu adolescente" decía
todas aquellas cosas en serio, siendo la primera estrella rock sin filtro y,
probablemente por ello, también la última de su especie.