Uno de los grandes
Por Sergio Ariza
Stephen Stills es, en palabras de
su amigo y compañero Neil Young, “un genio musical”. No seré yo el que lleve la contraria al
canadiense. Es difícil hacerlo cuando alguien es capaz de intercambiar solos
con el propio Young, Hendrix o Clapton, tener un registro vocal tan
alto como el de Graham Nash, armonizar
con David Crosby o escribir canciones
como For What It’s Worth o Suite: Judy Blue Eyes…
Stills nació el 3 de enero de 1945 en Dallas.
Siempre tuvo una afinidad especial hacia la música y su padre terminó comprándole
una batería después de que el niño golpeara todos los muebles de la casa
siguiendo un ritmo. Pero no sería ese su instrumento definitivo, tras aprender
a tocar el ukelele, le compraron su primera guitarra a los 8 años. Aprendió a
tocar escuchando viejos discos de blues pero comenzó a tocar folk cuando llegó
al Greenwhich Village neoyorquino. Fue allí donde consiguió su primera gran
guitarra, una Martin Herringbone. Su idilio con la marca acústica duraría toda
la vida. Su tremenda voz le hizo entrar en un grupo de armonías vocales donde
conoció a otro joven cantante llamado Richie
Furay. Pero la explosión de los Byrds
le llevó a formar un grupo de folk rock en 1965 llamado Company. En una gira por Canadá conoció y se hizo amigo de un joven
guitarrista canadiense que tocaba una Gretsch como él. Se trataba de Neil
Young.
De vuelta a Nueva York Stills comenzó a
trabajar como músico de sesión e incluso hizo una audición para convertirse en
uno de los Monkees. En 1966 decidió
mudarse a California y convenció a Furay para que le acompañara. Al mismo
tiempo, en Canadá, Young y el bajista Bruce
Palmer decidían marcharse también a Los Ángeles, allí se reunirían el 6 de
abril de 1966, formando Buffalo
Springfield. En pocos días se les uniría el batería Dewey Martin y comenzarían a tocar en el Troubadour. Stills y Furay
son los vocalistas principales, mientras que Young y Stills se reparten la
tarea de componer y la guitarra solista con sus Gretsch, una White Falcon el
primero y una Chet Atkins naranja el segundo, ávido seguidor del fingerpickin'.
En poco tiempo son la banda de moda en la ciudad y comienzan una gira abriendo
para los Byrds.
Tras fichar por Atlantic comienzan a grabar su
primer LP. Antes de terminarlo se elige Nowadays
Clancy Can't Even Sing de Young como primer single y Go And Say Goodbye de Stills como cara B. Esta última es un primer
acercamiento al country con un intrincado juego de guitarras. Pero, a pesar de
su brillantez, el disco pasa desapercibido. El 5 de diciembre se pone a la
venta el LP, pero ese día ocurre algo mucho más importante. La banda graba For What It's Worth, una canción de
Stills que se convertirá en un himno contra la guerra de Vietnam. Stills toca
la acústica y crea el riff de bajo pero cuando la graban Young le añade los
maravillosos armónicos y un par de excelentes solos para redondear una de las
mejores canciones de la década.
La canción se edita tres semanas después y se
convierte en un éxito absoluto, haciendo que cuando el disco se reedite en
marzo de 1967, la canción se incorpore al mismo. Este debut es uno de los
mejores discos de folk-rock de la historia y Stills contribuye con clásicos como Sit Down I Think I Love You o Hot Dusty Roads, siendo el líder virtual
de la banda. El millón de copias vendidas de For What It's Worth supone la primera gran suma de dinero que ve en
su vida, así que decide darse dos caprichos, un Ferrari y una Martin D-45.
La banda se mete en el estudio para grabar su
segundo disco, pero no es una grabación tranquila, en enero deportan a Palmer a
Canadá y a finales de mayo Young abandona la banda. El motivo la lucha por el
liderazgo con Stills y su inclinación por una carrera en solitario, Stills afirmaría
"yo quería estar en los Beatles y Neil quería ser Bob
Dylan". El caso es que el momento elegido para marcharse no
podía ser menos propicio, días antes de su actuación en el Festival de Monterey.
Ese día en el escenario aparecerá David
Crosby, buen amigo de Stills. No será la última vez que coincidan en uno.
Pero Young regresa y terminan el disco. Rock,
country, soul y psicodelia se mezclan a la perfección en un disco que ve la
aparición de un tercer compositor dentro, Furay. Pero, a pesar de la calidad de
sus contribuciones, lo mejor es la lucha de los dos líderes de la banda por
entregar las mejores canciones. Stills coquetea con el jazz en la envolvente Everydays, adelanta el sonido, ese riff
acústico del principio, y las armonías de Crosby,
Stills & Nash con Rock & Roll
Woman y entrega dos de sus mejores canciones de siempre con Bluebird y Hung Upside Down, que le sirven para un increíble duelo de
guitarras con Young, en la primera con su Martin y en la segunda con su
Gretsch. Por su parte Young entrega la potente Mr. Soul y las psicodélicas y orquestales, Expecting to Fly y Broken
Arrow. En definitiva, una obra maestra.
Pero las cosas siguen sin mejorar, en enero de
1968 vuelven a deportar a Palmer y es sustituido por Jim Messina. Aun así aparecerá un último disco, Last Time Around, compuesto por
canciones grabadas casi en solitario por sus compositores. Stills vuelve a ser
el que más canciones aporta, con cinco, entre ellas algunas tan interesantes
como Special Care o Questions en las que se nota su enorme
progreso a la guitarra. Cuando el disco sale al mercado la banda ya se había
separado. Stills ya se había empezado a buscar la vida por su cuenta, en mayo
recibió una llamada de Al Kooper
diciéndole "estoy haciendo un disco
a partir de 'jam sessions' y Mike Bloomfield me ha dejado abandonado, ¿puedes
venir?". Sin grupo, ni perspectiva sobre qué hacer Stills dijo sí y se
marchó a grabar lo que resultaría ser Super
Session, un disco en el que brillaba a la guitarra con wah-wah en los más
de 11 minutos de su versión de Season Of
The Witch.
El éxito del disco puso de moda el concepto de
supergrupo, algo que no podía ser más adecuado ahora que Stills se había
juntado con Crosby, al que acababan de echar de los Byrds. En julio de 1968 (el
mismo en el que se publicó Super Session
y la despedida de Buffalo Springfield) los dos estaban en una fiesta y comenzaron
a cantar You Don't Have To Cry, allí
también estaba Graham Nash que
acababa de abandonar los Hollies y
les pidió que la repitieran, así lo hicieron y el inglés comenzó a improvisar
una tercera armonía, sus voces encajaban como un guante, el futuro estaba allí.
Ahmet Ertegün les fichó para su
sello y comenzaron a grabarlo a principios del 69.
La química de sus voces conjuntas daría como
resultado lo que se conoció como sonido Laurel Canyon que tendría un tremendo
éxito en los 70 a través de la música de los Eagles, los Fleetwood Mac
de Lindsey Buckingham, o Jackson Browne. En su primer disco
aprovechan los vientos de vuelta a las raíces para entregar unas canciones en
las que folk y country se mezclan con sus inclinaciones más pop y un sonido
rock cortesía de un Stills encendido, todo ello marcado por unas armonías
cercanas a la perfección como se puede comprobar en la histórica Suite: Judy Blue Eyes. A pesar de estar
firmado por los tres, es un disco claramente dominado por un Stills que toca
bajo, órgano y todos los solos de guitarra. Algunos tan recordados como los de Long Time Gone, Wooden Ships o el de Pre Road
Downs, grabado del revés y que hizo exclamar a Crosby: "¡Este tío viene del puto Marte!".
El disco se convirtió en un éxito instantáneo
y les valió una invitación para Woodstock donde el trío dio su segundo
concierto. Aunque para ese entonces, ya se habían convertido en un cuarteto con
la llegada de Neil Young. La idea surgió de Ertegun que les quería dar un toque
más rock, y la jugada no pudo salir mejor. Al volver a reunirse Young y Stills
se intercambiaron guitarras y el segundo se quedó con una maravillosa White
Falcon del 58 a la que daría buen uso en el mejor disco de la banda.
En marzo del 70 apareció Déjà Vu, los cuatro componentes se encontraban en su absoluto pico
de creatividad y esto se puede comprobar en una primera cara absolutamente
antológica en la que cada uno escribe y canta una canción. Como no podía ser de
otra forma, abre Stills con Carry On,
una de sus grandes canciones con un poso de psicodelia y un toque a su etapa en
Buffalo Springfield, las guitarras echan humo, pero su White Falcon también es
protagonista de Almost Cut My Hair o
la versión del Woodstock de Joni Mitchell. En la segunda cara
demuestra su maestría con la acústica en 4
+ 20 y revive los tiempos de Buffalo Springfield junto a Young con Everybody I Love You.
Nos situamos en abril de 1970, Déjà Vu está en lo más alto de las
listas y el supergrupo parece destinado a convertirse en la nueva banda de
referencia para el mundo del rock ahora que McCartney acaba de anunciar la separación de los Beatles. El 10 de
mayo se produce el tiroteo de estudiantes por la Guardia Nacional en Kent State
y Neil Young compone en pocas horas Ohio.
El resto de la banda se le une para grabarla y en esa misma sesión se graba como
cara B, una canción de Stills contra la guerra de Vietnam titulada Find The Cost Of Freedom. Más allá de su
éxito comercial el grupo es elevado a la categoría de portavoz de la
contracultura. Su inminente gira es la más esperada del verano y las entradas
vuelan con anticipación. Pero nada sale bien, las rencillas y los egos chocan
de mala manera y tras un concierto el 9 de julio deciden separarse.
Inmediatamente Stills comienza a grabar su
disco de debut en solitario, su estatus es tal que durante su grabación
colabora gente como Ringo Starr, Booker
T., John Sebastian, Crosby, Nash y lo que es más alucinante para nosotros,
Jimi Hendrix y Eric Clapton, en la única ocasión en la que han aparecido en un
mismo disco. Hendrix aparece en Old Times
Good Times, una de las muchas ‘jam’ que compartió con Stills, mientras que
Clapton lo hace en Go Back Home, una
canción que se abre casi como una ‘jam’ guiada por la guitarra pasada por el
wah de Stills hasta que al final hace su aparición Clapton con Brownie, la
Fender Stratocaster que definiría este periodo de su carrera. En el disco
Stills utiliza una Firebird que le ha recomendado el mismo Clapton. Tanto el
disco como el primer sencillo, Love The
One You're With, son un éxito, siendo el miembro de CSN&Y que más alto
logra llegar en las listas. Así que no tarda en sacar un segundo, Stephen Stills 2.
En 1972 formó Manassas, junto a Chris
Hillman de los Byrds y una gran banda de músicos, sacando un notable disco
bajo el mismo nombre. El resultado fue tan bueno que corre la leyenda de que
uno de sus ilustres colaboradores, el bajista Bill Wyman, llegó a decir que hubiera dejado felizmente los Rolling Stones si Stills le hubiera
invitado a unirse a la banda. El disco doble fue una de las cimas de su carrera
y tuvo un considerable éxito comercial, codeándose en el 'Top Ten' con los
nuevos trabajos de Young, Crosby y Nash. Pero su continuación, Down the Road, fue un pinchazo, tanto
comercial como artístico. Como sus compañeros tampoco pasaban por su mejor
momento comercial en 1974 se produjo la reunificación de CSN&Y en una gira
que fue fundamental para el establecimiento de la era del rock de estadio. Los
conciertos se alargaban hasta las 3 horas y media y los teloneros eran gente
como Joni Mitchell, The Band, los
Beach Boys o Santana. Pero ninguno se quedó
contento con el resultado y los caminos volvieron a separarse.
En 1976 Stills se reunió con Young y juntos
sacaron Long May You Run, pero en la
gira de presentación el impredecible Neil volvió a decir adiós. Al año
siguiente se produjo la reconciliación con Crosby y Nash y durante las
siguientes décadas, los discos en conjunto y en solitario, las peleas y las
reconciliaciones siguieron llegando, con Stills demostrando siempre que es un
músico excepcional.
Pero lo mejor de sí mismo ya lo había dado y
se encuentra entre el primer disco de Buffalo Springfield y el primero con
Manassas, una de las etapas más fértiles de la música rock en la que Stills demostró
que está entre los más grandes nombres del rock.