Vivo y coleando
Por Tom MacIntosh
George 'Buddy' Guy, nacido en
Louisiana en 1936, cuenta que comenzó a tocar la guitarra en un 'bow diddley'
de 2 cuerdas que hizo cuando tenía 5 o 6 años, y luego consiguió una acústica
Harmony que ahora reside en el Rock and Roll Hall of Fame. Ahora acaba de
lanzar su 18º álbum de estudio The Blues
Is Alive and Well, (RCA Records) y bueno... así es, y él también. La última
leyenda del blues, de los que preceden al rock & roll, y que ha influido a
legiones de otros grandes, entre ellos Eric Clapton, Jimi Hendrix, Jimmy Page y Jeff Beck, por nombrar algunos. Es
una de las fuerzas originales detrás de todo el blues/rock que todavía sigue
vivo y coleando.
A los 81 años de edad, Buddy Guy ofrece lo que
muchos consideran el mejor disco de blues de 2018, con una gran cantidad de
invitados estelares, como uno de los mencionados, Jeff Beck, y otras contribuciones
de Keith Richards, Mick Jagger y James Bay.
El disco contiene 15 canciones y deja claro desde el primer momento, que no se
duerme sobre sus legendarios laureles sino que viene directo a por todas con
brillantes 'licks' y solos en su Stratocaster BG Blonde, y no se detiene hasta
que se acaba el disco.
El disco ha sido producido por Tom Hambridge, quien también toca la
batería y compone, con Rob McNelley
en la guitarra rítmica, el teclista Kevin
McKendree, y Willie Weeks en el
bajo, también conocidos como The Damn
Right Blues Band. Guy repasa su historia en canciones como la que lo abre, A Few Good Years, donde su
extraordinaria voz resuena como siempre lo ha hecho, incluso después de muchos
años. El tema de la "mortalidad"
recorre algunas de las canciones, como Somebody
Up There, cantando alabanzas al cielo por mantenerlo vivo durante todo el
dolor en este mundo, y When My Day Comes,
un blues impactante que trata sobre la inevitabilidad de su "tren" de
salida. La tercera, Cognac, es tan
sabrosa como puede y cuenta con la ayuda de los Dioses del Riff, Richards y
Beck, que se apoyan para acompañar el tono blues de Guy y su voz rasposa. Es
tan buena que puedes olerla, "...
hablando de 'cognac', oro líquido en cada sorbo, vamos a tocar un poco de
blues, mientras todos tomamos un pequeño trago...". Tres de los
mejores guitarristas que el mundo haya visto en una orgía solista de blues
intenso que puede hacer que desees que alguien te pellizque. La canción Blue No More presenta al cantante James
Bay en un dúo lleno de blues que se mueve lentamente por tu columna vertebral;
una pieza arrebatadora escrita por Hambridge y la estrella de country Jamey Johnson, con Tommy MacDonald en el bajo.
Otra golosina es You Did The Crime, una lenta caminata por el blues donde Guy
aprieta tanto la acústica BG Martin como la Guild Starfire 4S sobre la dulce
armónica del líder de los Rolling Stones,
Mick Jagger (algo por lo que nunca se le ha dado el crédito que merece).
Los Muscle
Shoals Horns florecen en tres canciones: el corte del título The Blues Is Alive and Well, acentuando
la melodía detrás de los solos de Guy y el toque de McKendree en un órgano
Hammond B3, el blues de Chicago, Old
Fashioned, en el que la guitarra de Buddy Guy golpea fuerte respaldada por
un espectacular muro de instrumentos de vientos. Y, End of the Line, "muchos
de mis amigos se han ido / quizás mi tiempo no sea mucho / lo prometo hasta el
día en que me muera / voy a mantener esos blues con vida...", lo que
parece un lamento pero ofrece un mensaje edificante en un estilo de blues de
Chicago, acentuado, nuevamente por la sólida sección de vientos.
Otro momento brillante viene con la versión de
la banda de una pieza de Sonny Boy
Williamson, Nine Below Zero,
blues clásico interpretado con apasionados solos y un práctico trabajo para
piano que hace que sea muy agradable. Luego, cambian de marcha en Whiskey for Sale, un blues/funk con Regina y Ann McCrary en las voces de acompañamiento, y algunos 'licks' en la
guitarra que se adaptan a la perfección a esta canción. El disco se cierra con Milking Muther For Ya, que demuestra que
Buddy es un bluesman clásico.
The
Blues is Alive and Well es fabuloso de arriba a abajo,
basado en las lecciones de la vida de Guy y su gran genio que hacen que este
disco sea especial y, como el blues/rock, aún relevante.