El 'guitar hero' del punk
Por Sergio Ariza
¿Cómo explicar la tremenda importancia de los Clash? Los londinenses no eran, ni
mucho menos, unos virtuosos de sus instrumentos pero tenían todo lo que hace
grande al rock & roll, la energía cruda, la furia, la rabia, el corazón y,
lo más importante, las canciones. En cierto modo fueron la cara visible del
renacimiento del rock & roll que supuso el punk. Fueron además la banda que
mejor supo romper las restricciones del género, pensando que el punk era más una
actitud que un estilo musical, bebiendo de todas las fuentes posibles, con una
mezcla resultante que influyó en todos los rincones del mundo. En cierto modo
estuvieron a la altura del mito que les colocaba como "la única banda que importa". Buena
parte de culpa la tuvo el protagonista de esta historia, Mick Jones, el cerebro musical de la banda ante el corazón lírico
de Joe Strummer. Si este último puso
el mensaje, Jones, y su guitarra, pusieron los estribillos.
Mick Jones nació en Londres el 26 de junio de 1955,
creció en el problemático sur de la ciudad metiéndose en todos los problemas
posibles junto a su compañero de escuela Robin
Banks. Las únicas oportunidades que tenían para escapar de una vida sin
futuro eran la música y la delincuencia. Jones escogió la primera, Banks la
segunda. Sus ídolos infantiles fueron los sospechosos habituales, Chuck Berry, Beatles, Stones, Kinks y demás, pero cuando llegó a la
adolescencia se volvió loco por el Glam. La primera banda a la que siguió por
toda Inglaterra fueron Mott The Hoople
pero los que terminaron por robarle el corazón fueron los New York Dolls. Tras verles decidió que había llegado el momento de
comprarse una Les Paul Junior como la de Johnny Thunders y se encerró en su
habitación con sus discos favoritos hasta que consiguió recrearlos. Al poco
formó su primera banda, The Delinquents,
todavía claramente glam rock. En 1975 entró su amigo Tony James y se cambiaron el nombre por London SS. Además Bernard
Rhodes se convirtió en su mánager. Rhodes era socio de Malcolm McLaren, el hombre que estaba creando a los Sex Pistols, y Rhodes quería su propia
banda.
En febrero de 1976 Jones vio por primera vez a
los Pistols en directo y todo cambió para él. Es irónico como vio abrirse el
futuro viendo a una banda cuyo eslogan más recordado lo negaba. Pero el futuro
estaba ante él y ya no había marcha atrás, había nuevos valores y nueva escena,
su melena ‘glam’ desapareció y su guitarra se hizo más dura y afilada. Cuando
London SS se separaron Rhodes se quedó con Jones y le juntó con Keith Levene y un chico que apenas
sabía tocar el bajo pero tenía la imagen perfecta para la nueva revolución que
se estaba cocinando, se trataba de Paul
Simonon. Al principio Jones se encargaba de ir guiándole, llegándole a
pintar los acordes en los trastes para que no se equivocara.
Un día Rhodes les dijo que había encontrado al
‘frontman’ perfecto para la banda, se trataba de Joe Strummer, un veterano de
la escena pub-rock al frente de los 101ers.
Jones y Simonon fueron a verle y encontraron un alma gemela, Strummer también
había visto en los Pistols un antes y un después. Cuando se juntaron ya no hubo
marcha atrás, fue como comenzar de cero, no existía el pasado, solo el futuro.
Se encerraron juntos y comenzaron a surgir las grandes ideas. En uno de los
primeros ensayos comenzaron a tocar una canción que Jones había escrito sobre
su novia, I'm So Bored With You, allí
mismo Strummer la convirtió en I'm So
Bored With The U.S.A., se acabaron las historias de amor, a partir de ese
momento hablarían de las cosas que realmente importaban, convirtiéndose en los
ideólogos del punk, si los Pistols solo ofrecían anarquía los Clash ofrecían
respuestas para una juventud aburrida y sin oportunidades.
El 4 de julio del 76 hicieron su debut como
teloneros de los Pistols en Sheffield, en enero de 1977, con el punk en todos
los medios de comunicación y Levene fuera de la formación, la banda fue fichada
por CBS por 100.000 libras, los más fanáticos del movimiento lo vieron como
"el día en el que el punk murió".
Pero la firma con una multinacional no les atemperó en lo más mínimo y en marzo
apareció su primer single, White Riot,
en el que llamaban a la sublevación: "todo
el poder en las manos de la gente suficientemente rica como para comprarlo,
mientras nosotros andamos por la calle demasiado gallinas como para ni siquiera
intentarlo". Musicalmente era una llamarada a la altura de su mensaje,
trayendo de vuelta toda la excitación del primer rock & roll de los 50, con
Jones recordando por momentos a Chuck Berry.
Su disco de debut no se hizo esperar y
apareció al mes siguiente, era tan excitante como su single de presentación. El
disco les confirmaba como las cabezas pensantes del punk. Si los Sex Pistols
eran la anarquía y la desesperación, los de Strummer y Jones eran los rebeldes
con causa. Sigue siendo uno de los mejores ejemplos de la fiereza del género,
lleno de himnos militantes como Janie
Jones, White Riot, Remote control o Career
Opportunities pero ya desde el principio los Clash van forjando su camino
con una musicalidad más amplia que la de la mayoría de los grupos punk, sin que
les preocupe mostrar lo mucho que les gusta el rock and roll o el reggae con la
versión del Police & Thieves de Junior Murvin. Para este disco Jones
enchufó Les Paul Junior Double Cutaway, con una única pastilla P-90, a un Ampeg
V4 y pantallas 4×12, su interacción con los expresivos ritmos de la Telecaster
de Strummer es una de las señas de identidad del género y sus solos, como el de
London's Burning, fueron los
responsables de poner el rock en el punk.
Se habían convertido en parte de la pareja
mágica del punk junto a los Pistols, algo así como los nuevos Beatles y Stones,
pero su batería Terry Chimes no
estaba muy de acuerdo con la filosofía de la banda, él lo que quería era
hacerse rico, así que terminó marchándose. Fue así como entró en escena el que
acabaría convirtiéndose en el cuarto mítico miembro de la banda, Topper Headon, un músico extraordinario
capaz de tocar jazz y funk y diversos instrumentos. No tardó mucho en hacerse
notar, en mayo la compañía publicó Remote
Control como single sin consultárselo a la banda. En poco tiempo apareció
la respuesta de los Clash, Complete
Control, uno de los mejores singles punk de la historia en el que atacaban
a su propia compañía y Jones demostraba que las horas encerrado en su casa
tocando habían dado su resultado. A principios de 1977, metido de lleno en el pathos del punk había declarado "no creo en 'guitar heroes'", en
menos de un año, Joe Strummer exclamaría extasiado en Complete Control: "You're
My Guitar Hero!".
1978 les vería ampliar horizontes, primero
llegó (White Man) In Hammersmith Palais,
una canción que se abría con una poderosa guitarra a cargo de Jones que daba
paso a un ritmo ska mucho más lento, el punk comenzaba a mezclarse con otras
músicas, en este caso con el reggae jamaicano y los Clash comenzaban a ampliar
su vocabulario musical, escandalizando a los fans más ortodoxos. A finales de
año se publicó su segundo disco, Give 'Em
Enough Rope y muchos los vieron como unos vendidos al rock, sobre todo por
el hecho de contar con Sandy Pearlman
(famoso por sus trabajos con Blue Öyster
Cult) como productor. Pero no era ni mucho menos el caso, es cierto que el
disco es menos directo que su debut pero es mucho más variado musicalmente y
Jones brilla especialmente, recordando a sus adorados Mott The Hoopple en All The Young Punks, haciendo los
afilados solos de English Civil War y
Cheapskates, los arreglos 'jazzy' de Julie's Been Working for the Drug Squad
o el solo de una nota de Tommy Gun,
la más punk y directa del disco. Eso sin olvidarnos de una de las joyas de la
corona, Stay Free, también cantada
por él en la que recuerda sus días de infancia junto a su amigo Robin Banks que
había terminado en la cárcel. Puede que el solo final de la canción sea,
musicalmente, su mejor momento. Para este disco su equipo también se ha hecho
más 'clásico', sustituyendo su Junior por una Les Paul Standard del 58,
enchufada a un Mesa/Boogie Mark 1. En este disco Strummer también cambió de
guitarra, aunque fue algo más casual, y es que su querida Stratocaster estaba
siendo arreglada y terminó tocando una Gibson ES-345.
Pero si en 1978 hubo cambios, en 1979 hubo un
maremoto llamado London Calling. Fue
anticipado por uno de sus mejores singles, su versión de I Fought The Law que demuestra el genio de Jones como arreglista,
haciendo completamente suya la canción. Luego en diciembre de 1979, cuando el
punk se desvanecía apareció London
Calling. Los Clash comprendieron que la importancia del punk residía en la
actitud y no en las canciones simples de tres acordes. Todos tenían los oídos
amplios, así que se acabaron los prejuicios y Strummer y Jones decidieron que Jimmy Jazz una canción con aires de ‘big
band’, los toques pop de Spanish Bombs
o Brand New Cadillac un rock and roll
de Vince Taylor podían ser tan punk
como White Riot. Para terminar del
todo con sus propias restricciones, terminaron el disco con Train In Vain, otra de las joyas
cantadas por Jones, que no era otra cosa que una canción de amor. Esta vez la
Standard fue sustituida por dos Custom y una Stratocaster, además de otro
elemento fundamental en su sonido, el Roland Space Echo.
El disco fue su cima absoluta y la revista
Rolling Stone lo eligió como el mejor disco de los 80 (en EEUU se publicó en
enero de 1980). Además les abrió las puertas del mercado estadounidense y la
banda se marchó a Nueva York a grabar su continuación. Jones quedó enamorado
por el naciente hip hop y se incorporaron nuevas músicas a la mezcla pero esta
vez, fue demasiado. Para intentar superar London
Calling, Strummer y Jones se lanzaron sin red con un triple disco en el que
se suceden los experimentos con el dub, el rap, el reggae, el funk, el calypso
y cualquier cosa que se les pasase por la cabeza. A diferencia de London Calling a Sandinista! le sobran cosas pero los aciertos son superiores a los
errores. Cualquier disco con Police On My
Back (en la que imita el sonido de las sirenas de los policías con su
guitarra), The Magnificent Seven,
Somebody Got Murdered o Washington
Bullets es un buen disco.
Sin apenas tiempo se pusieron a trabajar en la
que iba a ser su continuación, Rat Patrol
from Fort Bragg, Jones era el miembro más a favor de la experimentación y
seguir buscando nuevos horizontes y quería un nuevo doble disco pero el resto
de la banda no estaba a favor. Glyn
Johns fue contratado para recortarlo a un disco sencillo y así apareció, Combat Rock. Fue su disco más exitoso y
dio dos de sus singles más populares, Rock
The Casbah y Should I Stay Or Should
I Go?, otra canción cantada por Jones que resultó extrañamente profética.
Antes del lanzamiento del disco Headon fue expulsado de la banda por su consumo
de drogas, pero el golpe definitivo llegó en septiembre de 1983 cuando Jones
fue despedido por Strummer. Seguirían sin él, pero hasta el propio Strummer
sabía que los Clash sin Jones no tenían sentido.
Por su parte Mick Jones nunca paró de
experimentar, metiendo su guitarra en música bailable junto a Big Audio Dynamite y otros proyectos.
Pero la magia de "la única banda que
importa" nunca volvió a aparecer. Como el propio Strummer explicaba la
química de los cuatro componentes juntos nunca podría ser replicada otra vez. A
pesar de resolver sus diferencias pronto nunca volvieron a reformar la banda,
aunque cuando Strummer murió en 2002 estaban a punto de hacerlo para tocar en
su inducción en el Rock And Roll Hall Of Fame. Ese mismo año Strummer y Jones volvieron
a subirse juntos a un escenario y la química volvió a surgir, no hizo falta que
Joe dijera lo que todos estaban pensando: "You're My Guitar Hero!".