Sexo, luto y rock&roll
Por Tom MacIntosh
Lanzado en julio de 1980, Back in Black de AC/DC
es un fósil de ‘hard rock’ que es más grande que un dinosaurio en el lugar que
ocupa en la historia del rock. Con mucho, el disco más conocido de la banda, y
el segundo álbum más vendido (detrás de Thriller
de Michael Jackson) con más de 50
millones de copias vendidas, a pesar de que nunca alcanzó el número 1 de las
listas de EEUU. El disco fue grabado solo seis meses después de la muerte de su
cantante Bon Scott debido a una
sobredosis de alcohol, siendo reemplazado por Brian Johnson, y el resultado fue estelar, no solo por su increíble
material, sino por la inspirada determinación de la banda de seguir adelante.
Gran parte del crédito del disco recae en
Johnson, cuyo brutal grito rasposo le da a la banda su sonido característico,
junto con los hermanos Angus y Malcolm Young en la guitarra, Phil Rudd en la batería y Cliff Williams en el bajo.
El disco se abre con Hell's Bells, una campana melancólica anuncia una advertencia que
es recibida por la Gibson SG Custom del 70 de Angus, la sección rítmica entra
pisando fuerte y Johnson se lamenta como un alma en pena ensalzando lo que
hacen los sueños de rock duro, "Te
daré sensaciones negras por la espina dorsal / Si te gusta el mal, eres un
amigo mío". En la misma veta de rock, la pista dos, Shoot to Thrill, tiene a Johnson
gritando las virtudes de la virilidad, advirtiendo a las chicas , "Yo soy el que te va a hacer arder".
El ritmo sexy de batería de Rudd y los riffs de blues de rock de los hermanos
Young hacen que esta canción se sostenga, y realmente "apriete el gatillo". Pasamos a la
pista cuatro, Give The Dog a Bone, un
emocionante trallazo que podría ser la canción más explícita sobre sexo oral
jamás escrita, "Me está volviendo
loco / hasta que mi munición se agote", confía en un ritmo simple de
batería y bajo detrás de varios 'licks' de guitarra rock clásica y un solo
vertiginoso de Angus que le da esa emoción 'head-banging'. Let Me Put My Love In You se explica bastante bien por sí sola, con
Johnson presentando su 'johnson' (en inglés otro nombre para el pene) como el
héroe de la canción, otra fantasía rockera que se pone un poco espeluznante,
"No luches / No pelees",
pero que al final parece preguntar: "Déjame
poner mi amor en ti". El suplicante solo de Angus en la canción es tan
delicioso como siempre.
El disco es orgulloso, pomposo, arrogante, y
nivela varios niveles de lujuria justo entre las piernas, lo que permanece fiel
al género, a sus necesidades (sexo, bebida y drogas) y a su gran base de
seguidores.
La canción principal, Back In Black, se considera un tributo a Scott, y puede que sea una
de las mejores canciones de rock de todos los tiempos. Una canción que patea el
culo de arriba a abajo, se inclina hacia el duro y pesado latido del bajo y la
batería, luego un solo esquelético, y retoma el camino hacia una conclusión
apoteósica. Es difícil pensar en un bar, un estadio, un club de ‘striptease’ o
un estadio en el mundo que no tenga esto en el estante, listo para reproducir.
Y la siguiente canción, You Shook Me All Night Long, el primer éxito de la banda en el Top
40, es otro himno al estilo de vida del rock & roll, sexo, drogas,
conquista, "Ella era una máquina
rápida / mantenía su motor limpio... estrujándome con esos muslos americanos /
tomando más de lo que da / tuve que pelear por respirar / ella me dijo que terminara
pero yo ya estaba allí...". Malcolm Young brilla en su Gretsch White
Falcon de 1959, y su hermano Angus presenta otro electrizante solo marca de la
casa.
Back In
Black ha sido descrito como el mejor disco 'para pasar
una noche' en la historia del rock (Allmusic) y no se puede discutir con eso.
Es simplemente atemporal, un disco que sigue teniéndolo 38 años después.
También fue elogiado por Paul Elliott
de Classic Rock como "... no solo el
mejor álbum que haya hecho AC/DC, sino el mejor álbum que se haya hecho nunca".