¿Hacia el cielo?

Por Paul Rigg

Es difícil adivinar lo que Robin Trower está sugiriendo con el título de su nuevo disco No More Worlds To Conquer (29 de abril de 2022; Provogue/Mascot Label Group), pero es de esperar que no esté pensando en su despedida porque la música del maestro de la guitarra blues británica de 76 años sigue siendo muy querida y necesaria.   

Sí, es cierto que probablemente nunca volverá a las alturas de su trabajo de finales de los 60 con Procol Harum o su clásico en solitario Bridge of Sighs, pero su reciente trabajo con artistas como Livingstone Brown y Maxi Priest sugiere que todavía está dispuesto a superar los límites; y su tono y fraseo sublimes siempre serán demandados. La buena noticia es que la mayoría de los 11 cortes de No More Worlds to Conquer serán en gran medida familiares para su legión de fans, pero el disco también contiene algunos giros inesperados.
   

   

La última propuesta de Trower vuelve a encontrar su Stratocaster conectada a un amplificador Marshall, pero también toca el bajo en el disco. Chris Taggart contribuye con la batería, mientras que Richard Watts proporciona una voz sobresaliente en las canciones, que se inspiran en todo, desde figuras históricas hasta el desánimo político contemporáneo.
   

El álbum se abre con la exuberante corte Ball of Fire, en el que el trabajo de la guitarra de Trower recuerda a Hendrix. Le sigue el tema No More Worlds To Conquer, de construcción lenta, que al parecer fue motivado por el interés de Trower en Alejandro Magno, y posiblemente representa una reflexión sobre su propia trayectoria musical. Por otra parte, el toque de guitarra de Jeff Beck en podría haber sido la inspiración para Birdsong, que cambia el sonido hacia el de una balada blues.
   

    

El ritmo de Waiting for the Rain to Fall recuerda el sonido pegadizo de la Tamla Motown y podría convertirse fácilmente en un clásico; no te lo pierdas.
   

Clouds Across the Sun
y la maravillosa The Razor's Edge son acerbamente políticas -e incluso furiosas- tanto en la música como en la letra. El vídeo que acompaña a este último tema pone de manifiesto los sentimientos de Trower hacia los políticos cuando Watts escupe: "No son las palabras las que te harán, por tus actos serás conocido".
   

    

Fire to Ashes
se deleita con un órgano escaso, mientras que la balada de amor final I Will Always Be Your Shelter compensa la letra más bien anodina con un solo de Trower conmovedor y sentimental.
   

Puede que Trower, después de más de cinco décadas en el negocio, esté llegando al final de su carrera, pero sigue produciendo música encantadora. Es de esperar que el título de su último trabajo represente simplemente un paso más en su largo viaje. 
   

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