Merle el fugitivo

Por Sergio Ariza

I'm A Lonesome Fugitive fue la canción que confirmó a Merle Haggard como gran estrella del country, dándole el primero de sus ¡38! números unos en las listas country. A pesar de que estamos hablando de uno de los tres mejores compositores de la historia del género, la canción no era suya, sino del matrimonio formado por Liz y Casey Anderson que se habían basado en la popular serie El Fugitivo. Claro que todo el mundo la tomó de manera autobiográfica ya que Haggard había pasado varios años en San Quintín de joven y fue capaz de darle a la canción el peso de su propia experiencia.  

   

Eso sí, este disco va mucho más allá de su canción más recordada, enseñándonos varias grandes muestras de su pluma y letra como Life In Prison, House of Memories, All of Me Belongs to You, Drink Up And Be Somebody, Someone Told My Story, además de otra excelente versión de un clásico de Jimmie Rodgers, My Rough and Rowdy Ways.
    

Hasta en eso era distinto este tipo al que acabaron conociendo como el poeta del pueblo y en cuyas canciones se hablaba de la experiencia de la América profunda como ninguna otra, definiendo para toda una generación lo que era una canción country. Haggard se olvida de meter relleno en el disco y entrega otro gran disco con el respaldo de sus fieles The Strangers, con el inimitable sonido de la Telecaster de Roy Nichols, que sonaba casi como una pedal steel, además de la steel de Ralph Mooney, dos de las piedras sobre las que se construyó el sonido Bakersfield.
  

   

Haggard que, posteriormente, grabaría innumerables canciones sobre el tema, no había tocado todavía nunca su tiempo en prisión en ninguna canción, así que es normal que se sintiera nervioso cuando decidió grabar la canción que daba nombre al disco. Como recuerda su esposa de aquella época, Bonnie Owens, seguía pensando que algún día el pasado llamaría a su puerta: "Me temo que algún día estaré ahí fuera... y habrá algún convicto... algún preso que estuvo ahí al mismo tiempo que yo, que se levantará -y estará como en la tercera fila- y dirá: '¿Qué crees que estás haciendo, 45200?". Fue el propio Johnny Cash el que le dijo que lo mejor que podía hacer era hablar de ello en alguna canción antes de que algún medio chismoso metiera sus narices en su pasado.
    

Sobre el tema de la prisión va también otra de las grandes canciones del disco, la lúgubre Life In Prison en la que venía a decir que casi era mejor que te ejecutaran que vivir toda la vida encerrado. Demostrando su enorme influencia en el rock, los Byrds la elegirían como una de las versiones de Sweetheart Of The Rodeo, el disco que vio nacer un movimiento, el country rock, al año siguiente de la aparición de este I'm A Lonesome Fugitive. Su poderosa voz de barítono también destaca en esas canciones de corazones rotos y mucho alcohol que son All of Me Belongs to You, House of Memories o en la explícita Drink Up And Be Somebody que cerraba una primera cara estupenda.
  

   

Si bien la segunda no era tan redonda, tampoco estaba nada mal y volvía a contar con un par de grandes canciones como la excepcional Someone Told My Story, sobre un tipo que pone una canción en un jukebox y cuando escucha la letra no se puede creer lo mucho que se parece a su vida, algo que le pasó realmente a mucha gente con las canciones de Haggard, luego aparecía la movida If You Want To Be My Woman, que demostraba que Haggard también escuchaba a Ray Charles, además de a Hank Williams. Es normal que Gram Parsons le adorase, este tipo compartía su visión de la música 'cósmica americana'.
    

Eso sí, ell último gran momento del discos llegaba con su revisión de una de las piezas del padre del country, Jimmie Rodgers, My Rough and Rowdy Ways, mezclando a la perfección country con blues, ayudado por unos excelentes músicos, como Mooney en el steel o el indispensable Nichols, confirmándose como el mejor discípulo posible de Rodgers, Hank Williams o Johnny Cash.
  

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