De estrella adolescente a mago de la guitarra
Por Sergio Ariza
Cuando Rick Derringer, a punto de cumplir 26 años, se metió en el estudio para grabar su debut en solitario, All American Boy, ya era todo un veterano de la escena musical que lo había vivido todo. Antes de cumplir los 18 años había cantado y grabado uno de los mayores éxitos de los 60 junto a su banda The McCoys, Hang On Sloopy, también había visto como su banda se alejaba del sonido chicle, y del éxito, buscando una mayor credibilidad, también, junto a sus compañeros de los McCoys, había acompañado a los hermanos Winter, Johnny y Edgar, en varias de sus encarnaciones, formando Johnny Winter And, junto al primero, y White Trash y Edgar Winter Group, junto al segundo. Su canción Rock And Roll Hoochie Koo se había convertido en una especie de clásico y había sido grabado en 1970 junto a Johnny Winter y otra vez, en 1972, en un disco de los White Trash de Edgar.
Así que decidió probar fortuna por su cuenta y hacerlo confiando en su carta ganadora, Rock And Roll Hoochie Koo. La cosa no le salió mal y la canción se convirtió en un éxito, acercándose al Top 20 en EEUU, eso sí, el disco en el que aparecía, este All American Boy, no corrió la misma suerte y Derringer siguió afiliado a los Winter durante buena parte de la década. Es una pena porque el disco no estaba nada mal y la versión de su canción más conocida es verdaderamente apoteósica con un Derringer desatado en el solo, demostrando que la antigua estrella adolescente se había convertido en todo un as de la guitarra.
Joy Ride es un instrumental a la manera de los Allman Brothers, aunque la producción parece algo recargada. Cheap Tequila le ve acercarse al sonido country y honky tonk, demostrando que el slide tampoco se le da nada mal. Uncomplicated es otro de los grandes momentos del disco, un hard rock muy típico de la época que podría haberse convertido en su segundo éxito. Mientras que Teenage Love Affair se adelanta al sonido con el que triunfarían Kiss un par de años después y además mete un solo con un Talk Box, poco antes de que Peter Frampton convirtiera el artilugio en una sensación. Derringer solía tocarla en sus apariciones en directo con el grupo de Edgar Winter utilizando su extraña Gibson Explorer, aunque la guitarra más icónica que aparece en el disco es la Stratocaster de la portada, un instrumento que había pertenecido a John Hammond y que este regaló a Bob Dylan, que se la cedió a Mike Bloomfield durante la grabación de Highway 61 Revisited, el mítico guitarrista le cedió este modelo del 59 al no menos mítico Johnny Winter del que Derringer decidió cogerlo prestado para ponerlo en la portada de su primer disco, a pesar de ser conocido más por su preferencia por los modelos Gibson, como Les Paul o 335.
Hold es una balada con cuerdas y coristas, más cerca de Elton John que de Johnny Winter, lo más interesante de la misma es una letra compuesta por una entonces desconocida Patti Smith. Slide On Over Slinky es otro potente rock con un interesante riff y, nuevamente, un gran trabajo al slide para el tipo al que una vez Duane Allman le dijo que había sido una de sus inspiraciones para ponerse el tubo de Coricidin en el dedo. Jump, Jump, Jump cierra el disco con una balada cantada en falsete que sirve de vehículo para su lucimiento a las seis cuerdas, con el segundo mejor solo del disco, detrás del portentoso de Rock And Roll Hoochie Koo.
Evidentemente All American Boy no es clásico pero sí que es un disco muy atractivo para todos aquellos enamorados de los sonidos del rock setentero. No hay otras canciones a la altura de Rock And Roll Hoochie Koo, pero sí que es una prueba de que Derringer era un compositor interesante y un músico fabuloso.