La primera despedida de Ozzy
Por Sergio Ariza
No More Tears fue el sexto trabajo en solitario de Ozzy Osbourne y también el más exitoso de su carrera, junto a Blizzard Of Ozz. Las ventas estaban justificadas ya que No More Tears posiblemente sea el tercer mejor disco de Ozzy tras los dos primeros, junto a Randy Rhoads, siendo la mejor de sus colaboraciones junto a otro de los guitarristas principales de su carrera, Zakk Wylde.
La canción titular es un ejemplo perfecto de porqué Ozzy es un vocalista espectacular, a pesar de tener una voz bastante limitada. Y es que lo que hace aquí el cantante es convertir la letra en algo realmente amenazante por la forma en la que está cantada y es que Ozzy tiene un oído excepcional para la melodía y para dramatizar las letras. Musicalmente lo más curioso de la canción ese ese puente psicodélico en el que se recita y no se canta, y que da paso al explosivo solo de Wylde, posiblemente con una de sus Les Paul, algo que deja claro otra cosa, Ozzy sabe elegir a sus guitarristas-.
Siendo el tipo más escandaloso de la historia del rock, y habiendo salido inmune de un nuevo juicio en el que se le acusaba de que su música inducía al suicidio, Ozzy doblaba la apuesta y comenzaba el disco con una canción, Mr. Tinkertrain, en la que se ponía en la piel de un pedófilo y, más tarde, en la canción titular lo hacía en la de un asesino en serie. No te llaman el Príncipe de las Tinieblas solo por arrancarle a cuajo las cabezas a los murciélagos... Más tarde, en Hellraiser incluye una letra que la va como anillo al dedo, cortesía de su amigo Lemmy Kilmister, "Out of control, I play the ultimate role, But that's what lights my fire".
El líder de Motörhead también estaba detrás de las letras de las otras dos de las canciones más destacadas del disco, la potente I Don't Want To Change The World y la delicada Mama, I'm Coming Home, que se convirtió en el sencillo más exitoso de la carrera en solitario del cantante de Black Sabbath. El disco se cerraba con la explosiva Road To Nowhere, un medio tiempo en el que se notaba la influencia del grupo dominante en el Hard Rock del momento, los Guns N' Roses.
Se trata de un gran cierre para un disco muy especial en su carrera y es que No More Tears fue el primero que hizo después de dejar el alcohol, pero también es el disco con el que pensó retirarse de los escenarios, por primera vez, y decir adiós a todos sus fans con una gira que se llamó No More Tours. Por supuesto, Ozzy incumplió su palabra pero se puede notar que el mítico cantante pensaba que éste era un disco digno de tamaña despedida.