Al estilo de Paul Kossoff
Por Miguel Ángel Ariza
El sonido
está en las manos. ¿Cuantas veces habéis escuchado decir a alguien eso? Un
montón de veces ¿verdad? Pues bien, es cierto. Solo que en algunos casos es
mucho más obvio que en otros y, como no podía ser de otra forma, nuestro
protagonista de hoy es uno de los que lo hacen más evidente ya que pertenece a
ese linaje de guitarristas que parecen no hacer nada del otro mundo y sin
embargo consiguen ser inimitables. Señoras y señores, hoy vamos a hablar del
equipo de Paul Kossoff.
Tiene su
gracia decir que el sonido de Paul Kossoff está en sus manos sabiendo que éstas
tocaron principalmente un buen puñado de Gibson Les Paul Standard de
finales de los años 50; sí, esas que ahora cuestan 300.000 euros y que nos han
arrebatado a los guitarristas para siempre, pero es una realidad de la que
tenemos que hablar y recordamos a nuestros lectores que a finales de los 60
cuando 'Koss' empezaba a hacerse con ellas no eran más que otra guitarra que en
muchos casos se había pasado casi diez años cogiendo polvo.
De todas
formas, tras la primera guitarra que tuvo en su día, probablemente una Eko
500 de principios de los 60, no pasó directamente a la Les Paul
Standard que ansió desde el momento que escuchó a Clapton con los Bluesbreakers por primera vez sino
que fue paso a paso primero con una Gibson Les Paul Jr con una
única pastilla P-90 y poco después con una Gibson Les
Paul Custom negra del 54 con dos P-90.
Dos es
mejor que una debió pensar, pero el sonido que salía de aquellas pastillas
simples no se acababa de parecer al que salía de la Les Paul Standard de
Clapton así que poco después, y antes aún de formar Free, se hizo
con sus dos primeras 'Burst'; de las que por cierto se ha hablado largo
y tendido sobre ellas, diciendo muchos que una de ellas pertenecía al propio
Clapton, siendo otra teoría que nunca fueron dos sino una misma guitarra que
habría cambiado por su Les Paul Custom de los 50. La verdad es que estos
detalles no importan demasiado. Lo que sí importa es que un jovencísimo Paul
Kossof, a finales de los 60, estaba a punto de hacer historia con una banda
llamada Free y lo iba a hacer con la guitarra que deseaba desde años atrás:
una Gibson Les Paul Standard de finales de los 50.
Algo que
sí está mejor documentado es la historia detrás de la Gibson Les Paul
Custom de tres pastillas de 1957 que compró justo en la época de los
primeros encuentros de Free como banda y que esta vez sí que estamos seguros de
que fue esta guitarra la que cambió poco más tarde a Eric Clapton por una Gibson
Les Paul Standard de 1958 que se convirtió hasta su muerte en una de
las favoritas de Kossoff por su sonido y por haber pertenecido a su ídolo
juvenil.
Más tarde
llegarían otros dos de sus buques insignia, su 'Burst' decapada conocida como
su 'Stripped burst' con la que podemos verle actuar en la Isla de Wight
ante 600.000 personas y la Gibson Les Paul Standard que rompió
en su concierto final con Free en 1972.
Como veis
este auténtico maestro en sostener notas interminables sabía qué guitarra le
permitía hacer su magia. Tan solo se le conoce poseedor de una Fender,
una Stratocaster que, curiosidades de la vida, acabó en las
manos de Dave Murray, un guitarrista con un concepto, digamos,
'distinto' al de Kossoff. Las notas interminables de uno se convirtieron en las
nunca suficientes notas por segundo que hacía Murray con su banda, Iron
Maiden. El cambio de manos de esa guitarra también daba una pista sobre lo
que ocurría en el panorama musical. Kossoff murió en 1976, a los 25 años de
edad, ajeno quizá al hecho de que justo en aquella época se desvanecía también
el concepto de Hard Rock puro y nacido del blues que le convirtió en leyenda y
que nacía una nueva generación más identificada con la velocidad de Murray que
con aquel tono que salía de la Les Paul de Clapton que le cambió la vida para
siempre.