El hombre que pudo reinar

Por Sergio Ariza

A finales de los 60 Inglaterra, centro mundial de la música rock en ese momento, estaba dominada por cientos de bandas de blues-rock donde destacaba la figura del 'guitar hero', siguiendo el molde creado por Clapton, Beck, Page o Peter Green. Entre estos cientos de aspirantes a ser el siguiente en la lista destacaba Paul Kossoff, nacido en Londres en 1950, y su banda, Free. Por un breve momento lo consiguieron y su increíble vibrato le puso a la altura de sus héroes pero sus adicciones acabaron con la banda y, todavía más triste, con su vida, antes de cumplir los 26.  

Free tenía todo para ser grande, una gran pareja compositiva en Andy Fraser y Paul Rodgers, la increíble voz rasgada de este último, un directo explosivo y la habilidad de Kossoff que, sin tener la destreza de un Clapton, la técnica de un Page o la innovación de un Hendrix, daba la vida en cada nota, consiguiendo un vibrato increíble, capaz de mantener la nota por lo que parecía una eternidad, siendo la quintaesencia de eso de que "menos es más". Pero su carrera fue demasiado corta y con demasiados altibajos para que podamos saber hasta dónde hubieran llegado con un Kossoff en plena forma.
 

Kossoff comenzó a tocar de niño, con clases de guitarra clásica donde demostró un talento innato. Pero no fue hasta 1965, al ver a Clapton tocar con John Mayall, cuando tuvo una revelación. Retomó las lecciones pero esta vez centradas en el blues. Como tantos otros, después de ver a Clapton tocar con los Bluesbreakers, Kossoff decidió que la guitarra que necesitaba era una Gibson Les Paul, primero se compró una Junior porque era la más barata pero, tras ahorrar, se hizo con una Custom negra del 54 con dos pastillas P-90 que, supuestamente, había pertenecido al propio 'Slowhand'. Fue con ella, la más preciada de sus posesiones, con la que se convirtió en un maestro por cuenta propia. Con 15 años creó su propia banda de blues a la que llamó Black Cat Bones, era 1966 y Kossoff comenzó a tocar sin parar por todos los garitos de Londres. De aquella época lo más destacado fue abrir para los Fleetwod Mac de Peter Green. Kossoff se pasó horas tocando y hablando sobre guitarras y equipo con Green, lo que hizo que su evolución como guitarrista fuera vertiginosa. En 1968 se incorporó a la banda Simon Kirke y acompañaron al legendario pianista de blues Champion Jack Dupree en su disco 'When You Feel the Feeling You Was Feeling', además de salir de gira con él.

 

Pero el encuentro definitivo de su carrera fue cuando un amigo le llevó a ver a un grupo llamado Brown Sugar en el que cantaba un joven llamado Paul Rodgers. Encantado con su voz pidió permiso para subirse al escenario y comenzó a tocar por Albert y B.B. King, dos de los favoritos de ambos. Para cuando hubieron terminado Rodgers afirmó "deberíamos formar una banda". Free acababa de nacer. No tenían nombre pero Rodgers y Kossoff sabían que habían nacido para tocar juntos. Kossoff reclutó a su ex compañero, Simon Kirke y el bajista llegó recomendado por el patriarca del blues británico, Alexis Korner, que también fue el encargado de darles nombre. El elegido fue el joven prodigio Andy Fraser, que había formado parte de los Bluesbreakers de Mayall a pesar de contar solo con 15 años de edad.
 

Con la ayuda de Korner consiguieron un contrato con Island Records y a finales de ese mismo año grabaron su disco de debut. Cuando salió, en marzo del 69, Andy Fraser tenía 16 años, Paul Kossoff 17, y Paul Rodgers y Simon Kirke 19. Pero su tremenda juventud no se notaba en 'Tons of sobs', el más 'bluesero' de sus discos, basado en el repertorio de sus directos (la banda no había parado de tocar desde su formación) con Rodgers como principal compositor, alguna colaboración con Kossoff, como en 'Moonshine’, y el comienzo de su fructífera relación con Fraser que daría como fruto 'Wild Indian Woman' y 'I'm a Mover', la mejor canción del disco. Pero las verdaderas protagonistas son la voz de Rogers y la guitarra de Kossoff que se luce particularmente en las versiones de 'Goin' Down Slow', lo más cercano a como sonaban en directo, y el 'The Hunter' de Albert King que se convertiría en un fijo de sus repertorios.
 

El disco no tuvo mucho impacto a nivel comercial pero la banda no paró de girar con él, comenzando a ganarse una gran reputación con sus directos. Para octubre de ese mismo año apareció su segundo disco en el mercado, titulado como la banda. La pareja formada por Fraser y Rodgers había pasado a dominar completamente el aspecto compositivo, llevando al estudio una idea muy aproximada de cómo querían sonar. Esto derivó en la primera gran pelea dentro de la banda con Kossoff y Kirke criticando la falta de libertad que les dejaban. Las cosas se pusieron serias y hubo una especie de motín en el que guitarrista y batería amenazaron con reemplazar a Fraser por el bajista de Mott The Hoople, mientras que este y Rodgers pensaban en formar otra banda. Kossoff llegó a considerar su salida y se presentó a las pruebas para ser el nuevo guitarrista de los Rolling Stones, pero el productor del disco, Chris Blackwell, consiguió que el agua no llegara al río. El blues sigue siendo la principal fuente pero ya se empiezan a vislumbrar ciertas formas hard rock, además de toques soul y folk.
 

El disco tampoco tuvo el éxito esperado pero permitió a Kossoff cumplir uno de sus sueños. Tras reanudar su incansable calendario de conciertos, se encontró en EEUU teloneando al nuevo supergrupo de Clapton, Blind Faith. El encuentro terminó en amistad con discusiones sobre técnica e intercambio de guitarras, una Gibson Les Paul del 59 a cambio de una Custom de mediados de los 50. Los Dioses le reconocían como uno de los suyos. Todo estaba preparado para el éxito y este llegó cuando, tras un mal concierto en Durham, Fraser decidió que había que escribir un himno rockero para terminar los conciertos. En el camerino comenzó a cantar lo que sería 'All right now' y en pocos minutos la canción que les dio la inmortalidad estaba lista.
 

A principios de 1970 la banda grabaría su obra maestra, 'Fire and water', su disco más rockero, en el que, por primera vez, el excelente material de Fraser y Rodgers se juntaba a la apasionada manera de tocar la guitarra de Kossoff para crear una de las mejores obras del género. Canciones como la titular, 'Mr. Big' , 'Oh I Wept', o la mencionada 'All right now' les posicionaban al trono del hard rock. Con su himno escalando al 'Top 5' a ambas orillas del Atlántico, Free se encontró en una de las grandes citas de la historia del rock, el Festival de la Isla de Wight. Allí, un 30 de agosto de 1970 delante de 600.000 personas, los británicos se convirtieron en las superestrellas que siempre habían parecido. Pero lo que debería haber sido el comienzo de su reinado, solo fue el pico que anunciaba su declive.
 

Las razones fueron varias pero las más importantes fueron la presión tras el éxito, metiéndose en el estudio a grabar días después de su actuación en la Isla de Wight, y la muerte de Hendrix durante la grabación, un hecho que impactó brutalmente a Kossoff y agravó considerablemente su problema con las drogas. Hendrix, además de ser un buen amigo, había sustituido a Clapton como ídolo. Unos meses antes de su propia muerte el guitarrista se sinceraría en una entrevista sobre sus sentimientos sobre el autor de 'Electric Ladyland': "Le quería a muerte. Era mi héroe'.
 

Como no podía ser de otra forma 'Highway' fue un fracaso comercial y crítico. A los problemas de Kossoff se sumó la disputa entre los dos principales compositores y en 1971, mientras el single 'My Brother Jake' (una canción de Rodgers sobre Kossoff) escalaba posiciones en las listas la banda se separó. Esto empeoró la condición del guitarrista que decidió seguir con Kirke y reclutar al bajista japonés Tetsu Yamauchi y al teclista John “Rabbit” Bundrick para sacar un disco titulado 'Kossoff/ Kirke/Tetsu/Rabbit'. Mientras esto sucedía la compañía sacó a la venta un directo de la banda que vendió bien. Viendo esto y el mal estado de Kossoff, Rodgers y Fraser pusieron fin a su disputa y se reagruparon. La cosa no duró mucho, en concreto un solo disco, titulado 'Free at last', donde firmaron las canciones juntos y en el que Kossoff fue secuestrado por Fraser para intentar que dejara su adicción al Mandrax. No funcionó y el guitarrista comenzó a faltar a conciertos y fechas de grabación, Fraser, harto, fue el primero en abandonar. Kossoff también tuvo que dejarlo para ser tratado. Kirke decidió llamar a Yamauchi y Bundrick para cubrir los puestos.
 

Con esta formación llegó el canto de cisne de la banda, 'Heartbreaker', un disco en el que Kossoff solo participó en 5 de las 9 canciones, en los pocos momentos en los que le dejaban sus demonios. A pesar de estar lejos de su mejor forma dejó constancia de su clase en solos como el de 'Come Together in the Morning', la mejor canción del disco junto a 'Wishing well'. Finalmente, el 17 de febrero de 1973 Free dio su último concierto en Florida. Rodgers y Kirke formarían con éxito Bad Company, mientras que Bundrick pasó a los Who, Tetsu a los Faces y Kossoff creaba a Back Street Crawler con los que sacaría dos discos. En 1976 coincidió en Los Ángeles con Bad Company y, como en los viejos tiempos, Rodgers y Kossoff se pasaron la noche de 'jam'.

Pocos días después, el 19 de marzo, se subió a un avión y sus excesos le pasaron factura. Cuando el avión llegó a tierra, Paul Kossoff había muerto con apenas 25 años. No fue el más brillante de los guitarristas pero sí uno de los más apasionados, poniendo la vida en cada nota y transmitiéndolo. Sus cenizas descansan junto a una placa en la que se puede leer: 'All right now'.

Galería de foto