Los mejores solos de Mick Taylor
Por Sergio Ariza
Mick Taylor fue el mejor
guitarrista técnicamente que ha pasado por los Rolling Stones, haciendo solos con los que Keith Richards, Brian Jones o Ron Wood solo podían soñar, pero
puede que su personalidad no encajara demasiado en la banda, lo que llevaría a
su salida. Eso sí, no se puede negar que sus años en los Stones (1969-74)
coincidieran con los mejores momentos de la banda. Antes había sido descubierto
por John Mayall y después siguió
demostrando su clase con gente como Bob Dylan o Carla Olson, pero fueron sus años en los Stones los que componen el
grueso de nuestros momentos preferidos de Taylor a la guitarra:
2401
Mick Taylor se hizo un nombre, siendo casi un
adolescente, con los Bluesbreakers
de John Mayall, siguiendo los míticos pasos de Eric Clapton y Peter Green. De entre sus discos
con Mayall el más destacado es el último, Blues
From Laurel Canyon, grabado en agosto del 68, cuando Taylor apenas contaba
con 19 años, a pesar de todo su estilo ya se había forjado como se puede
comprobar en 2401, una canción sobre Zappa y sus allegados (las míticas GTO incluidas) en la que el joven
prodigio de la guitarra demuestra que ya es todo un maestro del slide.
Jiving
Sister Fanny
Taylor entró en los Stones a tiempo de
contribuir en un par de canciones del mejor disco que habían hecho hasta la
fecha, Let It Bleed. Su inclusión llegó
en el mejor momento de la banda y formaría parte de su periodo dorado, creando
junto a Keith Richards el sonido por el que serían recordados. Su habilidad
como solista permitió a éste centrarse en lo que mejor sabía hacer, riffs y
rítmica, siendo el corazón de la banda sobre el que Taylor podía volar. En una
de sus primeras sesiones con la banda grabó la increíble Jiving Sister Fanny que demostraba que habían elegido al
guitarrista adecuado. En ella se puede ver un avance de lo que harán en los 70,
realmente suena más al sótano donde grabaron Exile On Main Street, con esa suciedad, chulería y descaro y un
Taylor totalmente encendido.
Midnight
Rambler
El guitarrista debutó como miembro oficial de
los Stones en el mítico concierto de Hyde Park del 5 de julio de 1969, dos días
después de la muerte del hombre al que sustituía, Brian Jones. Durante esa
primera gira utilizó más su SG que la mítica Les Paul Standard del 59 que había
pertenecido a Richards. Es con la SG con la que lleva un paso más allá a la bluesera
Midnight Rambler, que encontrará su
versión definitiva en la toma que aparece en el directo Get Yer Ya Ya's Out, un disco que comprobaba que, con Taylor a
bordo, los Stones podían afirmar sin rubor que eran “la banda de rock and roll más grande del planeta”. A partir de los
seis minutos y medio Taylor se desata con algunos de los ‘licks’ más increíbles
que se hayan tocado nunca.
Sway
Sticky
Fingers fue el primer disco de estudio que grabó como
miembro de pleno derecho. Fue la tercera obra maestra seguida de la banda y,
posiblemente, encuentre los mejores momentos de Taylor como Stone. El más
destacado llega con Sway, una balada
en la que no toca Richards, es Mick Jagger
el que toca la rítmica, y demuestra la tremenda química que había entre los dos
Micks de la banda, con Taylor ofreciendo dos increíbles solos con su Les Paul, el
primero con el ‘slide’ y el segundo sin él, siendo uno de mis favoritos de
todos los tiempos.
Can't
You Hear Me Knocking
La canción que mejor explica el sonido Stone y
nos da la razón a los que pensamos que la banda vivió sus mejores momentos con
Taylor. Comienza con mi riff favorito de Keith de toda su carrera (y eso quiere
decir que es uno de mis diez favoritos de todos los tiempos), mientras Taylor
le sirve de perfecto contrapunto. Es puro rock’n’roll, sucia y peligrosa, con
un estribillo glorioso pero cuando parece que ha terminado, la banda comienza
una ‘jam’ con mucho sabor latino y Bobby
Keys al saxofón y Taylor deciden que es el perfecto manto para demostrar
sus habilidades como solista. Taylor se luce con varios guiños a Santana y demuestra que,
técnicamente, es el mejor guitarrista que ha pasado por la banda.
Dead
Flowers
Otra joya de Sticky Fingers en la que la banda, en concreto Richards, da rienda
suelta a su pasión por el country. Keith y Taylor vuelven a demostrar lo bien
que se compenetraban en esta canción en la que Taylor le saca a su Gibson
ES-345 un tono muy country, sonando casi como una pedal Steel.
Shine A
Light
Los Stones estaban en racha, o se podría decir
en vena, y su siguiente trabajo sería la culminación de esta increíble etapa, Exile On Main Street, el disco que
completaría el póker de obras maestras seguidas. Grabado en 1971 en su exilio
en la Costa Azul francesa, fue aquí cuando Taylor comenzó a engancharse a las
drogas. Algo no muy difícil, teniendo en cuenta que el disco se grabó en la
mansión de Richards en la que la heroína era el pan nuestro de cada día. Tanto
es así que, a veces, Taylor tiraba del cable de su guitarra y veía como uno de
los amigos de Keith caía con el mismo enrollado en su antebrazo. El resultado
fue, a la vez, el mejor disco de su carrera (y uno de los cinco mejores de
todos los tiempos) y el fin de ese periodo dorado. La gran fiesta antes de la
gran resaca. Aun así las contribuciones de Taylor siguieron siendo excelentes
como su increíble solo en Shine A Light,
una de las grandes canciones de la banda que volvía a demostrar lo bien que se
desenvolvía en los medios tiempos y baladas.
All
Down The Line
Pero si algo se puede comprobar en Exile On Main Street es que Taylor ha
alcanzado la categoría de maestro absoluto del slide, como se puede comprobar
en gemas como All Down The Line, Stop
Breaking Down o Soul Survivor.
Puede que la primera sea mi favorita, con Richards volviendo a poner el mejor
fondo para que Taylor brille a fondo.
Winter
Goat’s
Head Soap fue un pequeño bajón después de la orgía de
creatividad que había supuesto Exile,
pero eso no significaba que estuviera exento de grandes canciones. Una de las
mejores era este medio tiempo que, como en Sway,
tenía a Jagger como guitarrista rítmico y que, como en aquella, Taylor afirma
que tuvo algo que ver en su composición. Lo que sí está claro es que es uno de
sus mejores momentos en la banda, uno de esos en los que piensas al recordar
las palabras de Richards, “a veces me
quedaba asombrado escuchando a Mick Taylor”. También se puede escuchar la
tremenda influencia que Taylor ha tenido sobre Slash.
Time
Waits For No One
Pero el momento personal favorito de Taylor en
los Stones llegó en el último disco que grabó con la banda, It’s Only Rock ‘n’ Roll. Se trata de Time Waits For No One, cuyo solo se
puede considerar como su maravillosa carta de despedida musical de los Stones,
un solo absolutamente bello y lírico del que su autor declaraba que era lo
mejor que hizo con la banda. Con un tono que es una belleza en sí mismo y la
perfecta utilización de lo que suena como pedal Phase Shifter, Taylor se luce
en una canción muy distinta al canon Stoniano.