Las guitarras en la música de Elvis Presley

Por Miguel Ángel Ariza

Al adentrarnos en el mundo del que sin ningún tipo de duda es el mejor cantante de la historia de la música moderna (Nota del autor: Estoy deseando leer vuestros comentarios al respecto de esta afirmación) es necesario hablar de tres personas que abarcan desde 1954 cuando Elvis se mete en los estudios de la Sun Records en Memphis por primera vez hasta su fallecimiento en 1977.  

El primer personaje del que tenemos que hablar, y del que por cierto ya hemos hablado largo y tendido en Guitars Exchange es el señor Scotty Moore, que a mi juicio, absolutamente subjetivo debido al amor que le profeso, es la quintaesencia de lo que fue, es y debería ser un guitarrista de Rock And Roll. No me refiero solamente a sus solos de guitarra sino principalmente a como se debe acompañar desde la perspectiva de la rítmica una canción de Rock and Roll al menos en su forma original de los años 50. Es una delicia escuchar su Gibson ES-290 enchufada a su Ray Butts Echosonic, un amplificador que hizo construir para emular a su ídolo Chet Atkins (del que por cierto sabemos que también grabó algunas guitarras para el Rey en RCA) y escuchar las preciosas armonías que añade a las baladas de su primera época por no mencionar su groove increíble a la hora de interpretar los rock and roll más clásicos. Nota para los neonatos: El rock and roll de los 50 no se toca de manera agresiva y machacona; tiene aire y está lleno de detalles. De eso Scotty Moore y su Gibson Super 400, la guitarra que sustituyó a la ES-290, sabían mucho.
 

 

  

El segundo nombre de esta trinidad, y no por ello menos importante y menos idolatrado, es James Burton, el guitarrista que abarca toda la década de los 70 en la carrera de Elvis y que será recordado siempre por ser su guitarrista en los años de Las Vegas. El sonido de James Burton se resume muy fácilmente: suena a Fender Telecaster por los cuatro costados, de ahí que en su día le incluyésemos en la lista de los 'Master of the Telecaster'. Concretamente James Burton fue, durante su etapa con Elvis, un hombre fiel a un modelo concreto de Telecaster, quizá la más bella de todas, la Fender Telecaster Pink Paisley. Cuenta la leyenda que los chicos de Fender llamaron a Burton para ofrecerle una Telecaster que según ellos llevaba su nombre “escrito en ella” pero cuando la vio Burton no sintió un flechazo precisamente... una guitarra rosa no entraba dentro de sus planes. Aun así le dio una oportunidad, cogió la guitarra, la enchufó y se pasó el resto de la década con esa maravilla rosa colgada del hombro.
 

 

 

Para terminar tenemos que hablar del tercer nombre de esta lista y que no es otro que el propio Elvis Presley. Sí amigos, el tipo al que pertenecía esa voz todopoderosa además tocaba la guitarra y no lo hacía solo para hacerse las fotos de las portadas de los discos. Podemos escuchar su Kay acústica en casi todas las grabaciones de la Sun Records o lo que es lo mismo en casi todas las canciones que cambiaron el mundo para siempre. Por curiosidad, la tienda donde se la compró su madre cuando tenía solo 11 años aún sigue abierta y vendiendo, entre otros utensilios, algunas guitarras.  

Más tarde se haría con una Martin D-28 que es la que podemos ver maltratando en la icónica portada de su primer disco con RCA en 1956.  

 

  

Pero sin duda si hay un modelo de guitarra ligado a la ya de por sí legendaria imagen de este artista es la Gibson J-200, siendo la primera de las muchas que tuvo uno de sus bienes más preciados y más usados durante sus primeros años de carrera.  

Estas son las guitarras más representativas en la música de Elvis; guitarras que aunque nos duela reconocer desde un portal dedicado a ellas y a los guitarristas han sido totalmente eclipsadas por una voz... y eso aún no se puede comprar en Thomann.

 

 

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