Al estilo de Alvin Lee
Por Miguel Ángel Ariza
1969.
Woodstock. Un tipo llamado Alvin Lee sube con su banda Ten
Years After y una Gibson ES-335 modificada con una
pastilla single coil entre sus dos PAFs al escenario del
concierto más icónico de la historia de la humanidad para dar ante unas 400.000
personas una lección de Rock and Roll, pasión y técnica endiabladas. Un año más
tarde, en 1970, la película de aquel festival, concretamente los más de nueve minutos
de la versión de I’m Going Home que
se incluye en ella le elevan a la categoría de estrella mundial del rock y le
cae encima la medalla de 'Guitarrista más rápido del planeta'.
A este
guitarrista británico, de educación completamente autodidacta y principalmente
jazzista, no le hizo mucha gracia que le cayera aquel sambenito porque sabía
que aquella medalla no le pertenecía a él sino a gente de la que había
aprendido mucho como Django Reinhardt.
Lo que no aprendió de sus amados guitarristas jazz fue la furia y la manera tan
visceral de acercarse al Rock and Roll, con toques o, mejor dicho, acordes un
tanto ‘jazzeros’ pero principalmente lejanos de la finura del swing o la música
manouche y, a medida que pasaban los años, cada vez más duros y pesados. Es en
esa música donde podíamos escuchar en plenitud los tonos increíbles de la que
sería su guitarra de casi toda la vida, su ya mencionada 'Big Red'; pero
decimos casi porque el bueno de Alvin fue otra víctima de un problema que no
dejamos de puntualizar cada muy poco tiempo en esta sección y es que se dio
cuenta de que ese trozo de madera con cuerdas completamente 'relicado' por los
años se había revalorizado hasta tal punto que ya no se atrevió a sacarla nunca
más en sus últimos años de gira por temor a perder una millonada. Ahí tenéis,
otro pedazo de historia del Rock and Roll guardado en una funda, esta vez por
su propio dueño, por el loco mercado del coleccionismo y la especulación de lo ‘vintage’.
De todas
formas, no fue del todo una mala noticia para él ya que la réplica exacta que
puso a la venta Gibson (la Gibson Custom Alvin Lee Big Red) honrando a
Lee era para el británico mucho mejor guitarra y contaba, según sus propias
palabras, con mejores maderas y mejores pastillas. Vintage 0 – Custom Shop 1.
Otro de
los mitos que se encargó de dilapidar en sus últimos años fue el de la
procedencia del gran tono de sus discos. En sus últimos años no solo no usaba
material ‘vintage’ en directo (aunque lo que sí usó siempre fueron cabezales y
pantallas Marshall durante toda su carrera sin ningún pedal en
la cadena) sino que en estudio ahondaba mucho más en el desconcierto del
coleccionista ya que no ocultaba su preferencia por grabar con los Line
6 POD o directamente con la tarjeta de su ordenador y el
software Amplitube. Vintage 0 – Nuevas tecnologías 1.
Parece
increíble pero así es. La mayoría de nostálgicos nos pasamos la vida buscando
el equipo que usaban nuestros ídolos mientras muchos de ellos huyen de él...
Lo que
también es increíble es que este titán de la guitarra muriese en una pequeña
localidad española como Estepona dos años casi exactos después de que Gary Moore muriese
en esa misma localidad. La pregunta obligada en Guitars Exchange es:
¿Pero qué diablos les pasa a las leyendas de la guitarra en Estepona? Eric, Jimmy, Peter, Jeff...
¡ni se os ocurra pisar Estepona en invierno!