Los mejores momentos de John Lennon a la guitarra
Por Sergio Ariza
Decía John
Lennon que si Harrison era el cantante olvidado
de los Beatles entonces él era el
guitarrista olvidado. En cierto modo es así, cuando pensamos en los Beatles
como músicos siempre hay palabras para la creatividad de Harrison a la
guitarra, para las fantásticas líneas de bajo de McCartney (y para sus celebrados solos a la guitarra, como los Taxman o Good Morning, Good Morning) e incluso para la esencial contribución
de Ringo a la batería, pero pocos se
acuerdan de un Lennon que fue el que llevaba a la banda con su guitarra rítmica
y que, con el tiempo, también supo aportar una cruda y afilada guitarra
principal, a pesar de saber reconocer sus muchas limitaciones. Así que vamos a
hablar del Lennon más desconocido, el guitarrista, a través de algunos de sus
mejores momentos a las seis cuerdas.
All My Loving
Quizás el mejor ejemplo que exista de Lennon
como excepcional guitarrista rítmico es esta canción de McCartney de la que
John estaba, con toda razón, totalmente orgulloso. A pesar de que es Harrison
el que se encarga del fantástico solo, en el mejor estilo Chet Atkins, con su Gretsch 6122
Country Gentleman, es la Rickenbacker 325 de Lennon la que lleva todo el peso
de la canción haciendo un innovador uso de los ‘triplets’ y consiguiendo que
parezca sencillo.
I Feel Fine
Con I
Feel Fine Lennon decidió construir toda la canción sobre un magnífico riff
que había basado en el Watch Your Step
de Bobby Parker. Pero, además de
conseguir uno de los mejores riffs de su carrera, cuando fueron a grabarla se
produjo uno de los pasos más elementales en la historia de la guitarra
eléctrica cuando, tras inclinarse con su Gibson J160E semiacústica sobre el
amplificador logró un extraño sonido y decidió dejarlo en la apertura de la
canción. Fue una de las primeras grabaciones en estudio que hizo uso del
‘feedback’ haciendo de ella una parada obligada en este recorrido por el Lennon
guitarrista.
Yer Blues
Durante su estancia en la India los Beatles
compusieron mucho material que vería la luz en el Doble Blanco. Lennon fue de los más activos, con su vida pasando
por un periodo particularmente traumático, con su matrimonio desplomándose y totalmente
obsesionado por Yoko Ono. Yer Blues es una de las canciones más
significativas que salieron de allí, a medio camino entre el homenaje y la
parodia al naciente blues rock británico. Para grabarla los cuatro miembros de
la banda se metieron en una pequeña habitación y la grabaron mirándose a los
ojos como en los viejos tiempos, Lennon había encontrado el sonido de guitarra
que marcaría sus últimos tiempos en la banda y el principio de su carrera en
solitario, con una distorsión cruda saliendo de su querida Epiphone Casino,
complementándose a la perfección con ‘Lucy’, la Les Paul Standard de Harrison,
y alternando un solo cada uno. Lennon estaba tan orgulloso de la canción que no
dudó en escogerla para su aparición en el Rock
& Roll Circus de los Stones
con una banda de verdadero ensueño junto a Eric Clapton, Keith Richards y Mitch Mitchell.
Revolution
Revolution comenzó su andadura siendo una canción mucho más calmada, Lennon tenía
claro que quería dar su opinión sobre lo que estaba pasando y comenzar a opinar
sobre política públicamente. Era 1968 y Lennon quería que Revolution fuera parte del siguiente single. Pero McCartney y
Harrison no lo tenían tan claro con el primero comentando que era demasiado
lenta para single. Lennon decidió que sí quería rapidez se la iba a dar y
decidió grabar una nueva versión en la que su Epiphone escupe fuego, enchufada
directamente a la consola del estudio. Es una de las distorsiones más sucias de
la historia y el comienzo, cogido del bluesman Pee Wee Crayton, es una ametralladora de suciedad que sirve de
alarma para todo lo que viene después.
Get Back
Get Back es una de las grandes canciones de la banda, grabada durante las
sesiones de Let It Be cuenta con dos
versiones, una en directo, que aparece en el disco, y la que se editó en abril
de 69 como single que está grabada en el estudio. Las dos cuentan con un
elemento distintivo, John Lennon con su Epiphone como guitarrista principal.
Lennon le da un sabor rockabilly mientras que Billy Preston pone los aromas R&B con su gran contribución a
las teclas. Por esta vez Harrison se queda como guitarrista rítmico con su
Telecaster Rosewood en el que posiblemente sea el momento como solista que más
disfruta Lennon en su carrera en la banda, como se puede comprobar en su amplia
sonrisa mientras la tocan en el célebre concierto en la azotea de Abbey Road.
The End
Grabado en el verano de 1969, Abbey Road fue el último disco grabado
por la banda más famosa de todos los tiempos. Puede que no fueran conscientes
pero es significativo que el disco terminara con este mítico The End, parte de una maravillosa suite
de canciones junto a Golden Slumbers
y Carry That Weight. Como si
quisieran probar la explosiva química que surgía cuando tocaban juntos, en sus
pocos más de dos minutos hay tiempo para que cada uno de los cuatro miembros se
luzca personalmente, primero llega el momento del único solo de batería de
Ringo en toda la carrera de los Beatles, luego llega el duelo de guitarras con
pequeños turnos para cada uno de los tres restantes, primero entra McCartney
con su Epiphone ES-230TD del 62, luego Harrison con su Les Paul ‘Lucy’ y, por
último, Lennon con su Epiphone del 65, cada uno tiene tres turnos que sirven
para ver tres estilos bien distintos. El de Lennon es el más básico pero el más
agresivo, sus apariciones son más bien exabruptos que complementan a la
perfección el estilo más melódico de los otros dos. Un broche de oro para una
carrera intachable.
I Want You/She's So Heavy
Pero la última canción en la que colaboraron
los cuatro fantásticos (Fab Four) en el estudio fue I Want You/She's So Heavy, una oda de Lennon compuesta a mayor
gloria de Yoko Ono, en la que con las mínimas palabras posibles queda clara su
tremenda pasión por la japonesa. Por si no fuera poco pone a trabajar a su
Epiphone Casino con poca técnica pero mucha clase y emoción, ayudado por un
excelente George Harrison y un McCartney que entrega algunas de sus mejores
líneas de bajo con su Rickenbacker 4001. La terminaron de grabar el 20 de
agosto de 1969, fue su última sesión de grabación juntos.
Cold Turkey
Grabada el 30 de septiembre de 1969, Cold Turkey fue lo primero que hizo
Lennon tras anunciar, diez días antes, al resto de los Beatles que quería el
divorcio musical. Ayudado por Ringo Starr a la batería, Klaus Voorman al bajo y Eric Clapton a la guitarra, Cold Turkey desprende mucha de la rabia
de esa separación, un blues en la línea de Yer
Blues que, como esta, se puede definir como Blues Grunge, con esa
distorsión sucia que tanto le gustaba a Lennon en esta parte de su carrera. Y
es que antes de lanzarla por su cuenta Lennon se la había ofrecido a McCartney
como potencial single de la banda en las sesiones de Abbey Road pero a este no le había impresionado demasiado. A pesar
de todo Lennon sí que creía en ella y, con su habitual sarcasmo, escribió lo
siguiente cuando devolvió su condecoración a la Reina de Inglaterra: "Devuelvo esto en protesta por la implicación
de Gran Bretaña en el lío de Nigeria-Biafra, en contra de nuestro apoyo a EEUU
en Vietnam y contra el descenso en las listas de Cold Turkey. Con amor, John
Lennon of Bag" ("I am returning this MBE in protest against
Britain's involvement in the Nigeria-Biafra thing, against our support of
America in Vietnam, and against Cold Turkey slipping down the charts. With
love, John Lennon of Bag")
Hold On
Su primer disco en solitario tras la
separación de los Beatles, Plastic Ono
Band, fue una obra espartana impregnada de toda la rabia de la ‘terapia del
grito’ por la que había pasado pero también tenía momentos de reposo como esta
preciosa Hold On en la que se puede
apreciar su particular homenaje al Curtis
Mayfield guitarrista (una de las grandes inspiraciones de Hendrix). Una canción con mucho soul,
gracias a la delicada guitarra de Lennon con un expresivo uso del tremolo.
Well Well Well
Otra vuelta a ese sonido sucio y distorsionado
que se puede ver como un antecedente del grunge. Tanto la guitarra de Lennon
como la batería de Ringo suenan ásperas y duras, creando un sonido primitivo
que responde a la perfección a esta frase del propio Lennon “no soy muy bueno técnicamente, ¡pero puedo
hacer que la cosa aúlle y se mueva!”