Al estilo de Les Paul
Por Miguel Ángel Ariza
Puede que
si tienes menos de 30 años y eres todo un millenial aún no sepas que esa
firmita tan bonita que tienen en la pala tus deseadas Gibson Les Paul no
es precisamente la del presidente de la compañía sino que pertenece al tipo que
las diseñó hace más de 60 años. Y puede incluso que te sorprenda si te digo que
no solamente fue uno de los mayores innovadores de la historia de la guitarra
eléctrica y de las técnicas de grabación de música del siglo XXI sino que
además era un pedazo de guitarrista y un auténtico súper ventas allá por los
años 50. Hablamos de Lester William Polsfuss, más comúnmente
conocido como Les Paul.
Hemos
hablado largo y tendido en Guitars Exchange sobre la
maravillosa idea de Les Paul de hacer guitarras de cuerpo sólido y no huecas
así que os dejamos que buceéis entre nuestros artículos pasados por si queréis
conocer algo más sobre la historia de la mítica guitarra que él diseñó junto
con la gente de Gibson y que es historia viva de la cultura popular y nos
centraremos aquí en dar un paseo sobre el equipo que usó para grabar sus
canciones. Lo primero que hay que destacar es que siempre tuvo la mentalidad de
un visionario y de alguien que nunca estuvo satisfecho con los medios de los
que disponía tanto para tocar como para grabar. En cuanto a las guitarras que
tocaba siempre les vio la pega de los acoples que generaban en cuanto se les
añadía una pastilla para amplificar su sonido, ¿y cuál fue su solución? Pues
crear su propia guitarra. Y en cuanto a las técnicas de grabación acabó por
cansarse de escuchar a todo el mundo sonando exactamente igual así que siguió
el mismo camino y decidió montar su propio 'home studio' en el garaje de su
casa... igual que ahora pero hace 70 años, sin Protools, ni Logic,
ni ordenadores, ni monitores de escucha, ni Thomann para
proveernos de cada cosa que nos hace falta...
En aquel
estudio sonarían las guitarras de su colección, incluso puede que usase su
preciada Selmer Maccaferri, guitarra que la propia viuda de Django
Reinhardt le regaló a Les Paul por su admiración
y amistad con el genio manouche (incluso pagó parte de los costes de su
funeral).
La
influencia musical del belga en Les Paul es innegable pero en cuanto a su
guitarra Les Paul siempre quiso más. De ahí que crease 'The Log', una
guitarra que nació con el afán de ser más brillante y tener más sustain que las
guitarras de caja de la época y que ofreció a la gente de Gibson obteniendo
como respuesta una gran frase “Eso es una escoba con pastillas”. Fue solamente
después de que Leo Fender presentara su proyecto Broadcaster cuando
Gibson volvió a interesarse por esa escoba de cuerpo sólido que Les Paul tenía
entre manos y que conjuntamente acabó por convertirse en lo que hoy conocemos
como Gibson Les Paul.
Desde
entonces son muchos los prototipos de Les Paul que usó, y decimos prototipos
porque no dejaba de hacer sus propias modificaciones a los modelos de serie que
la marca americana ponía en el mercado. De hecho en el 2012 salieron a subasta
algunos de esos modelos junto con otras guitarras de su colección como
una Fender No-caster del 51, una Epiphone Zephyr
Emperor o una Gibson L-5. Lo que podemos asegurar también
es que no encontraríamos nunca una Gibson SG entre sus
guitarras, y resaltamos esto, ya que él mismo hizo que cambiaran el nombre a
esa guitarra originalmente llamada Gibson Les Paul y que él despreció desde el
primero momento en que la vio.
Así era
Les Paul, un inconformista al que le debemos mucho.