Los guitarristas más importantes de la carrera de Bob Dylan
Por Sergio Ariza
Queremos rendir homenaje a la que posiblemente
sea la figura individual más importante que ha dado la música popular del siglo
XX, Bob Dylan. Y lo vamos a hacer
centrándonos en los guitarristas más importantes de su carrera, eso sí, para
reducir una lista que se antojaba imposible (casi todos los grandes
guitarristas han tocado con este hombre) lo haremos centrándonos en los que
hayan dejado más huella y no solo de manera esporádica, y es que si no ésta
lista sería eterna y podría contener nombres como los de Eric Clapton, Stevie Ray Vaughan, Carlos Santana, Slash, Mick Ronson, Ronnie Wood, George Harrison e, incluso, Steve Jones de los Sex Pistols.
Bruce
Langhorne
Uno de los más desconocidos, y más
importantes, colaboradores de Dylan. Langhorne
era un guitarrista afroamericano que se había convertido en el principal músico
de sesión de la escena folk del Greenwich Village, tocando para gente como Joan Baez, Richie Havens o The Clancy Brothers. En 1961 le
presentaron a un joven que acababa de llegar a Nueva York, tras escucharle
Langhorne pensó que era un farsante y un cantante terrible, pero luego comenzó
a escuchar sus canciones y su opinión cambió completamente. Fue él el primer
guitarrista eléctrico de Dylan, ya que en 1962, en pleno proceso de grabación
de The Freewheelin' Bob Dylan, grabaron
Mixed-Up Confusion, una canción con
grupo al completo en la que suena la Martin 1-21 de 1920 de Langhorne, a la que
había añadido una pastilla y enchufado a un Fender Twin, tres años antes de su
famosa conversión eléctrica. No fue su única aportación a la carrera de Dylan,
siendo la más importante la que hizo en Bringing
It All Back Home, la primera pieza de la trilogía eléctrica de Dylan de
mediados de los 60, donde fue el guitarrista solista en piezas como Subterranean Homesick Blues, She Belongs To
Me, Maggie's Farm, Love Minus Zero, On The Road Again, Bob Dylan's 115th dream
o Mr. Tambourine Man, una canción en
la que no solo aporta el contrapunto a la melodía con su eléctrica, sino que
fue la inspiración de Dylan para el personaje que da título a la canción. Sus
caminos volverían a cruzarse ocho años más tarde, en 1973, cuando Langhorne
puso el color mariachi con su guitarra a canciones como Main Tittle Theme (Billy), Cantina Theme, Billy 1 o River Theme de la banda sonora de Pat Garret & Billy The Kid.
Mike Bloomfield
Mike Bloomfield nació y creció en
Chicago, el paraíso del blues eléctrico. Siendo un adolescente se convirtió en
uno de los pocos chicos blancos que no se perdían una actuación de Sonny Boy Williamson, Little Walter, Otis
Spann, Buddy Guy o las dos grandes figuras
del estilo, Muddy Waters y Howlin' Wolf. Con el tiempo le dejaron subirse con ellos, siendo
uno de los pocos afortunados que mamó de la fuente original. A mediados de los
60 Dylan, un absoluto fan, le convirtió en la pieza secreta de su conversión
eléctrica. Juntos grabaron Like A Rolling
Stone y el resto del disco favorito de todos los tiempos del que esto
escribe, Highway 61 Revisited. El momento en
el que brilla más es en Tombstone Blues
en el que responde con feroces y agrias ráfagas de su Telecaster del 63 al
torrente lírico de Dylan. Lo increíble es que, como es habitual en Bloomfield,
el guitarrista no utiliza ningún efecto, más allá de los controles de volumen y
tono, y su Telecaster enchufada directamente a un Ampeg Gemini I. Tampoco está
nada mal su slide en la canción titular, para el que utilizó un manillar de
bicicleta cortado. En medio de la grabación del disco Dylan y Bloomfield habían
provocado un disturbio cuando achicharraron a los puristas 'folkies' del
Festival de Newport con su abrasiva nueva música, principalmente en una
frenética versión de Maggie's Farm
con un Bloomfield en modo pirómano. Según se cuenta, aquel día Dylan y
Bloomfield electrificaron a la mitad de su audiencia y electrocutaron a la
otra, que fue la que terminó abucheando. Cuatro días después de aquello Dylan
dejó grabada su afilada respuesta, de nuevo con los bellos arpegios de
Bloomfield, en la mordaz Positively 4th
Street. Sus caminos no volverían a cruzarse hasta 15 años después, cuando
en noviembre de 1980 se subió al escenario con Dylan para tocar Like a Rolling Stone y este dedicó 10
minutos del concierto para presentarle y cantar sus alabanzas, Bloomfield sonó
en plena forma, a pesar de haber pasado los 70 luchando con su adicción a las
drogas. A día de hoy Dylan le sigue considerando el mejor guitarrista con el
que ha tocado. Pero, a pesar de su prometedor reencuentro, Bloomfield no fue
capaz de derrotar a sus demonios, y murió de sobredosis poco después, un 15 de
febrero de 1981.
Charlie
McCoy
Charlie
McCoy era uno de los músicos de sesión más reclamados
de Nashville y fue el cebo que utilizó Bob
Johnstone, productor de Dylan, para llevarle allí. Mientras estaba grabando
Highway 61, Johnstone trajo a McCoy.
Dylan estaba terminando el disco pero no estaba contento con la versión
eléctrica de Desolation Row, así que
decidieron probarla en modo acústico, McCoy grabó solo dos tomas y sus 'fills'
de guitarra fueron la guinda de la que sigue siendo mi canción favorita del
enorme cancionero Dylan. Pero sus aportaciones no acabaron allí, asombrado por
su talento Dylan viajó finalmente a Nashville donde grabaría Blonde On Blonde, McCoy sería empleado
en canciones como Just Like A Woman, 4th
Time Around, Sad Eyed Lady Of The Lowlands o Most Likely You Go Your Way (And I’ll Go Mine), donde toca la
trompeta y el bajo al mismo tiempo. Sería como bajista como seguiría aportando
más a la carrera de Dylan en discos como John
Wesley Harding, Nashville Skyline o Self
Portrait.
Robbie Robertson
El líder de The Band es, posiblemente, el guitarrista más importante de la
carrera de Dylan, quedándose con el puesto que Bloomfield no quiso, Robertson
encabezó con su Telecaster la revolución eléctrica de Dylan, siendo parte
fundamental de los mejores conciertos de la carrera de Dylan, los de la gira de
1966, donde su incendiaria guitarra lidera cosas como Baby Let Me Follow You Down, Just like Tom Thumb’s blues, I Don't
Believe You (She Acts Like We Never Have Met) o ese Like A Rolling Stone, en el que Dylan les conmina a tocar "jodidamente alto" tras ser llamado
Judas. Antes ya había grabado con él uno de los mejores singles de su carrera, Can You Please Crawl Out Your Window?,
posiblemente la canción más rock y directa de la carrera del artista. Luego
llegaría el imprescindible Blonde On
Blonde en el que se puede a escuchar a Robertson hacer solos en Pledging My Time, Obviously 5 Believers
o Leopard Skin Pill Box Hat, además
de colorear canciones tan grandes como One
of us must know, Most Likely You Go Your Way (And I’ll Go Mine) o Absolutely Sweet Marie. Sus carreras
seguirían ligadas cuando, tras el grave accidente de moto de Dylan en 1966, los
Hawks de Robertson fueron invitados a
su casa de Woodstock en Nueva York y juntos volverían a revolucionar la música
rock, poniendo la primera piedra del movimiento ‘Americana’, del country rock y
de la vuelta a las raíces con The
Basement Tapes, un disco que no vería la luz (legalmente) hasta 1975.
No volverían a juntarse hasta el 74, cuando
Dylan decidió salir de su retiro y volver a la carretera tras 8 años, junto a
los mismos acompañantes de entonces, quienes, esta vez, ya eran estrellas por
cuenta propia y en el repertorio también había canciones suyas. La gira fue un
éxito absoluto, ya no había abucheos, a pesar de que estuvo por debajo de
aquella, y propicio un disco en directo llamado Before The Flood en el que destaca su revisión de All Along The Watchtower con un Robbie
desatado. También grabaron el nuevo disco de Dylan, Planet Waves, que supuso el cambio de Robertson de sus fieles
Telecaster de finales de los 50 y los 60 a una Stratocaster roja del '54.
Peter
Drake
La leyenda del pedal steel, Pete Drake, dio la nota distintiva al
nuevo cambio de estilo del Dylan de finales de los 60, el que abrió puertas al
'country rock' con discos como John
Wesley Harding y Nashville Skyline.
En el primero Drake solo aparecía en dos canciones, pero su huella era
indeleble en uno de los grandes clásicos de Dylan, I'll Be Your Baby Tonight. En el segundo su huella es mucho más
clara con geniales aportaciones a canciones tan grandes como Lay Lady Lay o Tonight I’ll Be Staying Here With You. Eso sí, su clase no pudo
salvar algunos de los trabajos más mediocres del genio como Self Portrait o Dylan de 1973.
Mark Knopfler
Dylan tuvo dos revelaciones a finales de los
70, la primera fue, nada más y nada menos, su conversión al cristianismo
después de que, según sus propias palabras, se le apareciera Cristo. La segunda
fue cuando un amigo le puso el primer single, Sultans Of Swing, de un grupo llamado Dire Straits. Dylan decidió que iba a grabar con aquel guitarrista.
Mark Knopfler se encontró encantado
de que uno de sus ídolos le reclamase pero se quedó sorprendido cuando vio que
todas las canciones se referían al despertar religioso de Dylan. Aun así su
trabajo fue impecable en piezas como Precious
Angel, una canción que recordaba a los propios Dire Straits, o Slow Train, en las que utiliza su famosa
Fender Stratocaster roja, así como otras guitarras como su Telecaster Custom o
una Gibson ES 335. En 1983 volverían a colaborar, esta vez con Knopfler como
co-productor, en el notable Infidels,
el primer disco secular tras su etapa cristiana. El toque de Knopfler volvería
a estar presente en gemas como Jokerman
o I And I. Su última colaboración en
el estudio hasta la fecha fue en 1988 en Death
Is Not The End de Down In The Groove.
Mick Taylor
Una de las cosas más importantes que hizo
Knopfler para Dylan fue sumar al gran Mick
Taylor a Infidels, donde el ex
Stone sobresalía con su Les Paul en piezas como Sweetheart Like You, License
To Kill, o demostrando su pericia con el slide en Man Of Peace o Don't Fall
Apart On Me Tonight. Dylan quedaría tan contento con su trabajo que se lo
llevaría de gira en 1984 de donde saldría el directo Real Live. Al año siguiente Taylor aparecería con un buen solo en Tight Connection to My Heart (Has Anybody
Seen My Love), la mejor canción del infravalorado Empire Burlesque.
Mike Campbell
Mike
Campbell siempre ha reconocido que fue escuchar Like A Rolling Stone lo que le llevó a
empuñar una guitarra, así que no oculta que una de las mayores alegrías de su
vida fue cuando Dylan le llamó para participar en Empire Burlesque, un trabajo donde se puede disfrutar de su
guitarra en canciones como Seeing the
Real You at Last, I'll Remember You o Emotionally
Yours, donde deja un gran solo. Pero mejor todavía fue cuando al año
siguiente Tom Petty y los Heartbreakers se convirtieron en la
banda de acompañamiento de Dylan durante su gira de aquel año. De aquello
surgieron canciones como Got My Mind Made
Up o Jammin Me, que le convirtió
en uno de los pocos que puede presumir de haber escrito una canción con Dylan.
Volvería a aparecer en Knocked Out Loaded,
atentos a su guitarra en Maybe Someday,
y en 2009 sería el guitarrista principal de Together
Through Life, donde destaca en I Feel
a Change Comin' On o Jolene.
Daniel
Lanois
La relación entre Daniel Lanois y Bob Dylan es una de las más importantes de la
carrera del bardo de Minnesota. Y es que Lanois fue el productor de los dos
discos con los que Dylan volvió por la puerta grande a finales de los 80 y los
90, Oh Mercy y Time Out Of Mind. Cuando grabaron el primero, en 1989, Dylan estaba
en el momento más bajo de su carrera pero juntos crearían el mejor desde los
lejanos tiempos de Desire. Las
atmósferas de Lanois y su pericia con múltiples instrumentos de cuerda fueron
fundamentales, tocando el dobro en varias canciones, incluido un solo en What Good Am I?, la guitarra en piezas
como Ring Them Bells o Most Of The Time y el lap steel en Where Teardrops Falls, donde trae a la
memoria a Peter Drake. Mucho mejor, y mucho más conflictivo, fue su
colaboración en Time Out Of Mind, uno
de los grandes discos de su carrera, que supuso su reinvención final. Uno de los
benditos problemas es que esta vez Dylan apareció con su guitarrista Duke Robillard y Lanois no se lo tomó
del todo bien. Pero, a final, el resultado fue explosivo con las guitarras de
Lanois, Robillard y Dylan mezcladas en las densas atmósferas del primero, que
incluso pudo lucirse con un solo en su Gibson Les Paul Gold Top del 56 en la
rockabilly Dirt Road Blues.
Charlie
Sexton
La entrada de Charlie Sexton, junto a Larry
Campbell, en la banda de Bob Dylan, le dio a este una de las mejores
parejas de guitarristas que jamás haya tenido. Junto a esta excelente banda
grabaría algunas de las mejores cosas de su carrera como Things Have Changed, una canción que le valdría un Oscar, o el
excelente Love & Theft, su última
obra maestra hasta la fecha. En ese disco Sexton se hace notar y mucho en
canciones como Summer Days, un
rockabilly que podría haber firmado Brian Setzer en el que Sexton se
luce, su slide es preminente en Honest
With Me y su interacción con Campbell es casi telepática en Po Boy. En 2002 dejó la banda pero
volvió en 2009, grabando el notable Tempest
en 2012, con un excelente solo en Scarlet
Town, y la trilogía de 'standards' que componen Shadows in the Night (2015), Fallen
Angels (2016) y Triplicate (2017)
en los que ha utilizado su Collings SoCo Deluxe.