Al estilo de Duane Allman
Por Miguel Ángel Ariza
Uno de los guitarristas más increíblemente
especiales de la historia del rock, un tipo que revolucionó la manera de tocar
la guitarra y, sobre todo, la manera de hacer música a finales de los años 60.
Liderando su banda, The
Allman Brothers Band, Duane Allman
alcanzó cotas con la guitarra que muy pocos antes habían conseguido y que muy
pocos después han alcanzado. En definitiva, hablamos de un auténtico genio, un
chaval que con apenas 20 años tenía tanta magia en sus manos y su cabeza que
aún hoy muchos siguen considerándolo como uno de los más grandes talentos que
jamás haya dado el rock. Palabras mayores.
Con un estilo que nace del blues y del jazz y
un filtro basado en la improvisación más salvaje e indómita Duane Allman formó
junto a Dickey Betts una de las parejas de guitarristas que más veces ha
erizado la piel a los fans del buen rock.
La guitarra del Duane de los Allman Brothers
era inequívocamente una Gibson Les Paul. Podríamos decir que desde el 69
al 71 usa principalmente tres distintas Les Paul. La primera y la que usa
principalmente en los dos primeros discos de la banda es una Gibson Les Paul
Goldtop de 1957 con las míticas PAF montadas y que cambiaría en el año 69
por una Gibson Les Paul Standard del 59 Cherry Burst (aunque se quedó
con las pastillas de la Goldtop) que sería su guitarra principal y la que
escuchamos en el legendario directo del Fillmore hasta su trágica muerte. La
tercera hermana Les Paul estaba llamada a sustituir a la cherry burst y las
últimas imágenes que tenemos de él muestran a Duane tocando esta guitarra casi
siempre. Debido a una reparación es difícil saber si se trata de otra 59 o
incluso de algún año anterior pero lo que sí sabemos es que esta guitarra llegó
a las manos de Duane por medio de un contacto que el propio Billy Gibbons
le dio a Duane que llevaba tiempo buscando una guitarra en Tobacco Burst.
Como en los cuentos de hadas, o mejor dicho
los de Tolkien, la hija de Duane, de nombre Galadriel, y emulando
la historia de Arwen convenciendo a su padre para hacer llegar la espada
Andúril a Aragorn antes de la batalla final, tuvo la maravillosa
idea de juntar estas tres guitarras en el concierto de despedida que los Allman
Brothers dieron en el Teatro Beacon de Nueva York en el año 2014. Las juntó y
las puso en las manos de Warren Haynes y Derek
Trucks para que las hiciesen sonar una vez más junto a su hermano Gregg
y sus amigos Butch Trucks (batería original y tío de Derek) y Jaimoe
Johanson (percusionista y otro de los supervivientes originales que
pudieron despedir a la banda desde el escenario). En Guitars Exchange no
tenemos el gusto de conocer a Galadriel Allman pero sirva este artículo para
agradecerle el haber tenido un detalle tan bonito como ese; estas cosas a los
guitarristas nos tocan el alma.
Precisamente eso de tocar el alma era la especialidad
de su padre. Concretamente será recordado por ser quizá el tipo que más veces
lo ha hecho con una guitarra y un slide. Y curiosamente el slide más famoso de
la historia del rock era un bote de pastillas. Conviene recordar estos detalles
primitivos en un mundo como el de hoy en el que tenemos slides de todos los
tamaños, pesos, diámetros, materiales y precios... Duane Allman solo necesitó un
bote de pastillas y escuchar Statesboro Blues
del primer disco de Taj Mahal
para ponerse a jugar con él y aprender, en tan solo unas horas según las
palabras de su propio hermano Gregg, a dominar una técnica que le encumbraría
para siempre.
Duane Allman llevó el jazz al blues, el blues
y el country al rock, lo mezcló con el soul que él mismo había mamado de los
más grandes del género tocando para ellos como músico de sesión, creó un nuevo
sonido que llamaron ‘Southern
Rock’ y tocó las fibras más sensibles a los mejores guitarristas de su
época primero (no vamos a hablar aquí de la adoración que Clapton sintió
por él desde que le escuchó tocando el Hey
Jude de Wilson Pickett) a toda
su generación después y a todas las que llegaron incluso muchos años más tarde
de aquel accidente de moto que le quitó la vida a un 'niño' de 24 años que ya
había revolucionado el mundo de la guitarra eléctrica para siempre.