Al estilo de Chuck Berry

Por Miguel Ángel Ariza

En 1977 la NASA mandó al espacio dentro de un cohete espacial una selección de lo que para un comité de expertos era la música más representativa que se había creado en toda la historia del planeta Tierra. Se incluyeron piezas de Bach, Beethoven y Chuck Berry entre otros. El mítico programa norteamericano Saturday Night Live resumió en una broma lo que sería la única prueba de la existencia de vida inteligente más allá del sistema solar. En esa broma Steve Martin salía diciendo a los espectadores que la NASA había obtenido una respuesta extraterrestre a su mensaje. La respuesta era escueta, tan solo cuatro palabras: Send more Chuck Berry (enviadnos más de Chuck Berry).  

Sí amigos, eso sería una respuesta bastante inteligente. Estamos hablando del padre del Rock and Roll y para nosotros, guitarristas, el padre fundador del sonido de la guitarra Rock...y eso es decir mucho. Hasta Chuck Berry las guitarras del Rock and Roll y el rhythm and blues de los años 40 y 50 suenan a jazz, a blues o a estilos más blancos como el country o el rockabilly. A partir de la irrupción de Chuck Berry en el panorama todo sonaría a Chuck Berry, influencia que llega hasta nuestros días.  

Para crear ese sonido, irrepetible dicho sea de paso (todo el mundo toca canciones de Chuck Berry pero nadie hace sonar sus temas como él), echó mano de una Gibson ES-350T de 1956 o 1957. Es esta guitarra la que escuchamos en la mayoría de sus primeros grandes clásicos. Probablemente las pastillas que escuchamos en esta guitarra son las míticas PAF, recién estrenadas por aquellos años. Es verdad que también se le han visto fotos con un modelo de esta guitarra montando unas P-90 pero su sonido nos hace pensar que las humbucker acabaron por ser su elección favorita.
 

De hecho en las fotos más míticas del artista de St Louis en esos siguientes años le vemos usando otros dos míticos modelos que montan pastillas dobles: la Gibson ES-335 y, sobre todo, las Gibson ES-355. Dos guitarras que siempre le acompañarían en el resto de su carrera. Sus escarceos con otros modelos que no fuesen esos dos son mínimos aunque por mencionar alguno sabemos que en algún momento de su carrera usó una Gibson Les Paul Custom negra.
 

En cuanto a sus amplificadores durante décadas solamente pedía una pareja de Fender Dual Showman en sus shows...bueno, los amplis y una banda para acompañarle o al menos eso es lo que dice la leyenda. Es difícil saber qué amplificador usó en sus primeros clásicos pero probablemente fuese algún modelo de Fender Tweed de la época.
  Para terminar, y como podéis imaginar, no usaba ningún tipo de pedal. No le hacía falta; había compuesto el que sería el riff de Rock and Roll más famoso y copiado de la historia y para hacerlo no necesitaba nada más que su Gibson y sus manos. Los extraterrestres estarán de enhorabuena si un día acaban por localizar aquel cohete con información sobre la música del planeta Tierra y ya sabemos todos cual sería la respuesta más inteligente.

(Imagen: ©CordonPress)

Encuentra tu 'sonido Chuck Berry'