Los mejores solos de Pete Townshend
Por Sergio Ariza
La primera imagen que se viene a la cabeza cuando piensa en Pete Townshend es su imparable molinillo, la segunda, él mismo destrozando una de las miles de guitarras que han mordido el polvo en sus conciertos. Para alguien que siempre busca, y consigue, los focos en el escenario, no es como solista como más le recordamos, sino como el guitarrista rítmico más importante de la historia, uno que con sus agresivos e intensos 'power chords' llevaba en volandas a su banda, The Who, en una feroz y anárquica lucha por los focos con otros tres 'solistas' de la misma, los gritos de Roger Daltrey, los solos de bajo de John Entwistle y la propulsiva batería de Keith Moon.
Aun así, Townshend ha demostrado en varias ocasiones que también puede ser un excelente guitarra solista cuando se lo propone. También es cierto que como músico nunca ha dejado de mejorar; se lo dice alguien que lo vio en directo con Roger Daltrey en su primera visita a Madrid, un 27 de julio de 2006, en la fecha que el propio guitarrista ha calificado como el día en el que mejor ha tocado la guitarra; pero ya en los días de gloria de la banda hay varios ejemplos de su maestría como solista, primero siendo de los primeros en incorporar el feedback al rock y luego, en su periodo de esplendor en directo entre 1969 y 1971, demostrando que también podía ser un gran improvisador. Aquí van nuestros 10 solos favoritos de su carrera:
Anyway, Anyhow, Anywhere (1965)
Aparte de ser un gran guitarrista, Pete Townshend es, principalmente, un gran compositor, un tipo que definió para siempre el concepto de Power Pop con esos primeros sencillos en los que las melodías más pop se combinaban con una banda que las tocaba como si fueran el ejército de hunos de Atila. El mejor ejemplo de ello es esta golosina pop en la que en el puente, Townshend redefine para siempre el concepto de solo de guitarra, utilizando la furia y el ruido del feedback, golpeando su guitarra contra los altavoces, creando un muro de sonido de ruido y retroalimentación. La cosa era tan explosiva y novedosa que cuando la compañía discográfica de la banda escuchó por primera vez la canción se la devolvieron con una nota diciéndoles que les habían entregado una copia defectuosa... La Rickenbacker 360 de 12 cuerdas de 1964 de Townshend busca, y consigue, atrapar la violencia y agresividad de sus actuaciones en directo y mete para siempre el ruido y la vanguardia en el vocabulario pop.
Our Love Was (1967)
Una canción enormemente infravalorada en el catálogo de la banda, y es que The Who Sell Out tiene algunas de las mejores melodías de la banda, como bien demuestra Our Love Was, una de las canciones de amor más exquisitas en salir de la pluma de Townshend. Pero, además de su excelente melodía, aquí podemos apreciar uno de los mejores solos primerizos del guitarrista, uno con aroma psicodélico, acompañado por un excelente Keith Moon, en el que se nota la enorme influencia de Hendrix en su manera de tocar, y también en su modelo de guitarra, probablemente una Stratocaster. Y es que el uso del 'feedback' de Townshend fue una gran influencia para el Salvaje Ángel Azul, pero su irrupción en Inglaterra también fue un enorme toque de atención para Townshend al igual que para el resto de guitarristas británicos.
I Can See For Miles (1967)
Townshend siempre consideró que esta canción era el sencillo definitivo de los Who y nunca pudo entender como no fue número uno. Es fácil entender su fascinación por una canción gigante en la que se combina el sonido 'power pop' de los primeros Who con el más hard rock de finales de los 60 y primeros de los 70. Para el solo el guitarrista sube la apuesta y entrega el órdago definitivo con un solo de una única nota, uno que vende con su actitud desafiante como si el compositor supiera que esa era la única elección posible para esta canción. A veces una nota tocada con todas las ganas de mundo es la elección correcta.
My Way (Live At The Fillmore 1968)
A los Who les gustaba mucho Eddie Cochran y solían tocar sus canciones en directo. Una de sus favoritas era este My Way que llegaron a grabar en noviembre de 1967, aunque no vería la luz hasta la aparición de Odds & Sods en 1974, pero la versión que más me interesa es la que grabaron en el Fillmore East un 6 de abril de 1968. Esa canción es tan significativa porque supone el inicio de su segunda fase, de los Who como gran banda de Hard Rock y del momento en el que se convirtieron en la mejor banda de rock encima de un escenario. Antes de comenzar a tocarla se puede escuchar a Townshend gritar "Harrrddd Rock!!!" y lo que llega después lo confirma con el guitarrista encontrándose como solista con un par de solos gloriosos en los que se mezcla el twang rockabilly de Cochran con una fuerza proto heavy en la guitarra con la que pasaría a la historia, una Gibson SG Special de 1968.
Heaven And Hell (1970)
Para 1970 no había duda en el mundo del rock de que los Who eran la banda más atractiva de ver en concierto, así que es normal que decidieran grabar un disco en directo, Live At Leeds, y que el resultado fuera tan espectacular como cabría de esperar. Eso sí, el disco todavía mejoró con las reediciones posteriores cuando pudimos escuchar el concierto en todo su esplendor con todas las canciones, como este Heaven And Hell de John Entwistle que abría el repertorio pero no apareció en la versión original del disco. La forma en que Townshend comienza su solo en medio de esa melodía, ascendiendo desde el registro más profundo de su Gibson SG Special del 68 y deslizándose hacia un frenesí distorsionado y desgarrador es uno de sus mejores ejemplos como guitarrista solista.
Young Man Blues (1970)
Precisamente la canción que era la encargada de abrir la versión original (de solo seis temas) de Live At Leeds era esta brutal relectura del clásico de Mose Allison que Townshend convirtió en un clásico hard rock con un riff imperial y unos solos que son la personificación del sonido y la furia de esta banda encima de las tablas. Cuando alguien diga cualquier cosa mala sobre el Townshend solista este es el disco al que hay que recurrir, ya sea con las dos canciones que hemos elegidos o con la explosiva relectura de My Generation mezclada con varias piezas de Tommy o en esas otras brillantes relecturas de canciones ajenas como el Shakin' All Over de Johnny Kidd & The Pirates o el Summertime Blues de su adorado Eddie Cochran.
Won't Get Fooled Again (1971)
Quizás el ejemplo más perfecto que existe del estilo de guitarra de Pete Townshend, es difícil diferenciar entre las partes rítmicas y las solistas, las partes rítmicas son tan explosivas y directas que bien podrían servir como solistas. Su tono es poderoso y brutal, conseguido con la mítica Gretsch 6120 de 1959 que le regaló Joe Walsh. El guitarrista golpea su guitarra como si fuera un boxeador, en esos acordazos está todo lo que le hace grande, logrando una obra de arte en la que el sintetizador y los 'power chords' luchan para imponerse y Roger Daltrey tiene que lanzar el grito más desgarrador de la historia del rock para abrirse paso entre ellos.
Love Ain't For Keeping (1971)
Otra canción del fundamental Who's Next, el mejor disco de su carrera. Este tema se grabó primero de forma eléctrica, con Leslie West de Mountain en la guitarra solista y Townshend en la rítmica (otro tema que aparecería posteriormente en Odds & Sods), pero al final se decantó por una versión más corta y acústica con Townshend doblándose con su Gibson J-200 Sunburst del 68, demostrando que tampoco se le daba nada mal colorear una canción con la acústica.
Love Reign O’er Me (1973)
Puede que Who's Next sea mejor disco pero Quadrophenia es el disco de estudio en el que mejor toca Townshend. Uno de sus solos más recordados es el que entrega en la balada por excelencia de su carrera, la excepcional Love Reign O’er Me, con una maravillosa frase de guitarra que se repite mientras Daltrey canta el estribillo y un Townshend que entrega su solo más sentido y emocionante. Escuchándolo uno entiende perfectamente porque se lo apropió como 'Pete's Theme', dentro de un disco en el que cada miembro tenía un tema distinto.
5:15 (1973)
Y es que si Quadrophenia tenía su solo más delicado también contaba con el más poderoso y enérgico, uno de esos solos de guitarra que nunca quieres que termine. La canción es una de sus más potentes y combina a un Daltrey en excelente estado de forma con una sección de vientos más propia del soul sobre la que Townshend vuela con varios solos espectaculares tocados con la guitarra con la que grabó tanto este disco como Who's Next, su Gretsch 6120. Una guitarra, por cierto, que terminó destrozando encima del escenario del Top Of The Pops después de un desencuentro con los productores y la BBC el 3 de octubre de 1973, mientras interpretaban esta canción (la música la habían grabado un día antes y solo la voz de Daltrey era en directo) como se puede ver en el vídeo que ponemos abajo. Eso sí, increíblemente la consiguió reparar y todavía está en su posesión a día de hoy...