Tori Amos euforia!
Por Eva Garcia de la Fuente
El último álbum de Tori Amos, Ocean to Ocean, salió en octubre de 2021, el vinilo en enero de 2022 y la gira por UK, Irlanda y US comenzó en marzo. Después de bastante tiempo fuera de los escenarios, Tori Amos empezó en Londres, solo dos días, en uno de los Teatros más grandes del West End, The London Palladium.
Tori alcanzó los Top 10 en US y en UK en los años 90. Yo tenía mucho interés en saber si su último disco seguía teniendo suficiente tirón a pesar del cambio del espectro musical en los últimos 20 años.
Tori Amos es una mujer prodigio que destacó por sus capacidades técnicas y académicas desde muy pequeña, a los 3 años ya componía su propia música y a los 5 años fue la estudiante más joven del Conservatorio de la Johns Hopkins University en Baltimore. Como solista y pianista, su estilo siempre fue original, diferente, no convencional, a veces barroca, dificultando su relación con las discográficas hasta que se independizó por completo. Tori maduró como feminista activa, la mayoría de sus canciones giran en torno la sexualidad, sus tabúes y el empoderamiento de la mujer. Así que, como mujer, mi motivación para conocer mejor al personaje e ir el concierto creció exponencialmente.
Llegué pronto para ver el ambiente. Increíble, no se esperaba a Tori ‘on stage’ hasta las 21.00 horas, pero a las 19.00 ya había mucha gente calentando motores. Lesbianas, Trans, Drags, parejas, grupos, solitari@s como yo, clásic@s, modern@s, jóvenes y mayores, una variedad impresionante donde lo único en común era Tori.
El teatro estaba medio lleno. Comenzaron a tocar las Saint Sisters, solistas con un arpa como único compañero de viaje. Su voz melódica y las cuerdas del arpa lograron calmar la excitación del público trasladando a todos a otra dimensión. La audiencia las premió con grandes y merecidos aplausos. Cuando me quise dar cuenta, el teatro se había llenado, pero todo el mundo sentado y rigurosamente paciente.
¡Se apagaron las luces y la gente dejó de respirar! Salieron los músicos, un bajista y un batería, y comenzaron a tocar. Unos segundos después salió Tori: el teatro entero se puso en pie, saltando y aplaudiendo, ¡su ídolo había vuelto!
Sin mediar palabra, todo el mundo se sentó y Tori se fue directa a los teclados. El trio se coordinó con una mirada y Tori empezó tocando Juárez, como no, una canción sobre la muerte de cientos de mujeres. Piano, órgano, órgano, piano, todo a la vez. Después llegó Bouncing Off Clouds y cuando terminó Caught a Lite Sneeeze hizo una pausa para saludar y darle tiempo al público a digerir la magia de las primeras canciones. Los nervios estaban a flor de piel. El público británico es sensible y muy agradecido pero contenido, todos seguían rigurosamente sentados pero las caras y los movimientos de las cabezas lo decían todo. La conexión que se creó entre Tori y sus más fervientes fans era muy grande.
Jon Evans, bajista, acompaña a Tori de forma intermitente desde sus comienzos, pero él es el único que toca con ella en conciertos. Es igual de misterioso que ella, no se le conocen colaboraciones significativas.
El batería era nuevo para Tori, Ash Soan (#1 UK top studio drummer). Ash ha grabado en 60 del top 10 álbumes de Billy Idol, Robin Williams, Cher, James Morrison, entre otros.
El trio continuó homenajeando su último álbum, cantando Ocean to Ocean, Spies, Addition of Light Dividends, entre otras, y casi sin pausa. Miraba al público de vez en cuando, como para asegurarse de que no era un sueño. Tocaba con posturas imposibles, los mismos hábitos que cuando empezó, fiel a su estilo que seguía siendo original. Tenia cuatro teclados distintos pero el gigante piano de cola Bösendorfer era su preferido.
No podía faltar la referencia al conflicto bélico, su canción Russia, creo un ambiente especial, nos levantó a todos del asiento y logramos parar el concierto durante varios segundos aplaudiendo a la cantante.
En total 16 canciones durante dos horas de concierto, incluyendo históricas de sus comienzos como Cornflake Girl, Honey, Baker Baker y Take to the Sky. Tori clausuró la velada con Precious Things, un poema sobre como una niña descubre violentamente su sexualidad. Hacia tiempo que no escuchaba canciones que tuvieran tanto mensaje escondido.
Los confinamientos debidos a la pandemia de Covid han sido una experiencia muy dura para todos, pero han provocado un aluvión de nuevos álbumes de renovados artistas después de muchos meses de continuo análisis introspectivo.
¡La excentricidad de Tori la mantiene intacta y le auguramos muchos años más de creatividad y renovado éxito! ¡Buena gira, Tori!