4 Nights of 40 Years Live (2015)

The Robert Cray Band

Cuatro noches iluminadas por una luna en forma de guitarra y el rumor del blues acariciando tu cara. Cuatro noches para resumir cuarenta años con una Stratocaster entre las manos. Es la vida de Robert Cray, uno de esos músicos que no sólo saben tocar, sino que ponen en ello toda su alma y toda su energía. Soul y rock a partes iguales, la banda sonora de su juventud, la primera, porque a sus poco más de 60 veranos –nació un 1 de agosto de 1953- es una de esas leyendas a las que todavía les queda mucho camino por recorrer.

4 Nights
no es en absoluto un testamento, sólo una mirada retrospectiva antes de reemprender la marcha tras las cuatro décadas transcurridas entre una veintena de discos en estudio y las miles, innumerables noches sobre un escenario en compañía de su fiel Fender, la que ahora lleva escrito su nombre junto al número de serie. Tampoco es un recopilatorio al uso ni un grandes éxitos ni siquiera otro disco en directo; es un homenaje dirigido sobre todo a sus fans, a los que está especialmente destinado el DVD que acompaña el pack y en el que hay mucho más que música. Detalles y entrevistas a discreción que lo convierten en parte del temario obligatorio de sus discípulos.

El doble CD se mueve entre el presente y el pasado. El primero recoge algunos de sus principales éxitos, como Smoking gun, con los que hizo vibrar durante cuatro actuaciones a Los Ángeles hace apenas un año, en diciembre de 2014. Le acompañaba su banda actual: el bajista
Richard Cousins, a su lado desde hace una eternidad; el batería Les Falconer, y un superviviente de su primer disco, el teclista Dover Weinberg, además de una sección de viento de auténtico lujo, y en este caso no es un tópico con monstruos como Steve Madio cuya trompeta ha sonado junto a Stevie Wonder entre otros.


Esa misma sección de viento es la que se luce en Wrap it Up, un temazo de los Fabulous Thunderbirds interpretado por el propio Kim Wilson, últimamente por cierto muy requerido junto con su harmonica como invitado especial para animar conciertos como los de su colega Robert Cray.


El segundo disco es un viaje a un momento dulce en su carrera, plasmado en la television holandesa a finales de los 80. Sin embargo, las joyas de este bonus disc, casi más interesante que el principal, datan de 1982 y de su aparición en el San Francisco Blues Festival con apenas 28 años y dos canciones, Too many cooks y T-Bone Shuffle, que le confirmarían entre los maestros del blues.

Es la década de discos como Strong Persuader  y de su despegue definitivo, la de aquella primera juventud en la que el rhythm & blues dominaba su música, hoy bastante más calmada como se puede comprobar comparando ambos cd’s, un ejercicio del que no se arrepentirán ni sus fans ni quienes aprovechen para descubrir a otro genio de la guitarra.
   


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