Una gran y hermosa fiesta británica
Por Paul Rigg
Royal Tea de Joe Bonamassa (23 de octubre de 2020; J&R Adventure/ Provogue/ Mascot) comienza con un sonido enorme a lo James Bond, y a partir de entonces está tan llena de influencias británicas como una pieza de Brighton Rock.
Inspirado por los héroes británicos de Bonamassa Jeff Beck, Led Zeppelin, John Mayall & The Bluesbreakers, Eric Clapton y Cream, el disco se grabó en los legendarios estudios Abbey Road. Bonamassa incluso lleva una sudadera con las palabras 'Abbey Road' blasonadas en un vídeo, por si alguien tenía alguna duda de dónde está su corazón. Las referencias británicas continúan, ya que los co-escritores del bluesman incluyen a Bernie Marsden (Whitesnake), Jools Holland (Squeeze), Dave Stewart (Eurythmics), y Pete Brown (Cream). Como homenaje final, en los vídeos que acompañan a la película, una canción principal hace un gran riff de "Megxit", mientras que otra se centra lujosamente en una de las imágenes más icónicas de Londres, el Tower Bridge.
En los últimos años Bonamassa ha trabajado extensamente con Beth Hart, Walter Trout y Black Country Communion, al mismo tiempo que menospreciaba sus propias habilidades como compositor; pero en su último disco de estudio comienza con una declaración grande y audaz. Respaldado por un creciente crescendo orquestal, se lanza en los siete minutos y 35 segundos de duración de When One Door Opens, que presenta sabrosos riffs de guitarra de una de sus Gibson Les Paul de 1960, power blues y estimulantes cambios de tempo.
A esto le sigue la canción principal, Royal Tea, que brilla con una melodía contagiosa, el suntuoso órgano Hammond de Reece Wynans y unos poderosos coros. Why Does It Take So Long To Say Goodbye - la inevitable balada de amor - es la siguiente, pero este tema es simplemente excepcional, y devuelve ampliamente todo su tiempo de escucha de seis minutos y medio. A este número de blues le sigue una barbaridad rock en forma de Lookout Man, que muestra la poderosa batería de Anton Fig y la línea de bajo distorsionada y sucia de Michael Rhodes, mientras que la inspirada adición de la armónica ayuda a hacer de este tema posiblemente el mejor del disco.
High Class Girl lleva este ecléctico álbum en una dirección R&B y jazz de los 60, mientras que A Conversation With Alice y I Didn't Think She Would Do It destacan de nuevo el sublime trabajo de guitarra de Smokin' Joe (esta último con su Fender Stratocaster).
La guitarra acústica y el sentimiento vaquero de Beyond The Silence la convierten en otro tema destacado. Lonely Boy, por otro lado, es como un jive de big band en el molde del Rock Around the Clock de Bill Haley, que Jools Holland aprovecha para marcar con su distintivo estilo de piano. El disco cierra con Savannah, un tema acústico y de tinte country, que nos aleja del tema británico, pero es quizás Bonamassa diciendo a cualquiera que busque categorizarlo: "no te pongas demasiado cómodo; porque sólo obtendrás lo inesperado de mí".
El colaborador desde hace tiempo del bluesman, Kevin Shirley, vuelve de nuevo en tareas de producción para Royal Tea, y hace un trabajo particularmente bueno, ya que el disco está lleno de energía y diversas sorpresas. Bonamassa ha decidido ir "a lo grande" con su última oferta, y el resultado es una hermosa colección de canciones que encantará y entusiasmará tanto a los fans como a los recién llegados.