El daño hecho por el amor

Por Sergio Ariza

En 1975 Neil Young dio una fiesta para unos amigos, miembros de Crazy Horse y The Band entre otros, y les puso dos discos, el que acababa de grabar, Homegrown, que lidiaba con la separación de su esposa, la actriz Carrie Snodgrass, entre suaves aromas country rock y Tonight's The Night, el oscuro y potente disco que había grabado en 1973 tras la muerte por sobredosis de amigos como Danny Whitten y Bruce Berry. Al final de la noche, Young decidió decantarse por el segundo, inseguro de mostrarse demasiado en el primero, de un tema que todavía le dolía, el canadiense quería pasar página y su separación estaba demasiado presente, todavía dolía y escocía, así fue como Tonight's The Night vio la luz y Homegrown quedó estancado en sus archivos hasta ahora, 45 años después. Vimos el daño hecho por la aguja pero no el hecho por el (des)amor. Ahora vemos la fotografía completa. 

Aun así creo que Young tomó la decisión correcta, Tonight's The Night era el disco superior de los dos, pero eso no quita para que este Homegrown no sea un disco notable. En cierto modo es el disco que sirve de puente entre Harvest y Comes A Time, como el propio Young ha señalado, el que coquetea más con el sonido que le hizo famoso, los dulces ecos del country rock de Heart Of Gold planean por este disco, aunque líricamente está más cerca del momento depresivo de la 'trilogía de la zanja'. Puede que le falte un clásico a la altura de la mencionada para alcanzar el sobresaliente pero este es un disco notable que no convendría pasar por alto.
 

  

Separate Ways
es un comienzo suave y cercano que te mete de lleno en ese espíritu country rock, la pedal steel de Ben Keith es una maravilla, pero lo primero que dice Young es "I won't apologize", el cantante está a punto de abrirnos su corazón de par en par. La sigue Try, lo más cercano a un clásico que tiene el disco. Una gran canción con unas excelentes armonías vocales a cargo de Emmylou Harris y Levon Helm aportando toda su sabiduría tras la batería. Es una canción deliciosa, un casi clásico sobre el que planea la sombra de la depresión de la 'trilogía de la zanja'.
 

Mexico
nos presenta a Young acompañado solo con el piano, y por ello trae inmediatamente a la mente a la canción titular de After The Gold Rush. Precisamente la canción titular aquí es la que sigue, es la primera vez que Young enchufa su querida Old Black, es una oda a quedarse en casa que va perfecta con los tiempos que corren en este 2020, "plant that bell and let it ring". Pero tras este notable comienzo el disco flojea un poco en su parte media, Florida es un experimento en el que Young recita una historia sobre cuando era un niño y se recuperaba de la polio, termina pareciéndose a una historia de fantasmas pero el experimento no termina de funcionar. Kansas es bastante mejor, otra muestra del mejor Young acústico, sin embargo, We Don't Smoke It es un innecesario blues rock en el que todos los participantes suenan a lo contrario de lo que dice el título de la canción, como si se lo hubieran fumado, y bebido, todo.
 

  

Pero el disco vuelve a levantar el vuelo con la magnífica versión original de White Line. Young la recuperó en 1990 en uno de sus clásicos eléctricos, Ragged Glory, convertida en tormenta eléctrica junto a Crazy Horse. Aquí la canción aparece en formato acústico con Young y su acústica, posiblemente la Martin D45 de Harvest, acompañado únicamente por Robbie Robertson, que podría estar utilizando una de sus Martin D28, coloreando la canción con su excelente toque, incluidos sus queridos armónicos. Puede que esta sea la mejor versión de las dos.
 

Vacancy
es la mejor de las (pocas) canciones eléctricas del disco, aquí sí que se aprecia la urgencia del mejor Young eléctrico, con la Old Black brillando como en los mejores tiempos y una gran melodía. El disco se cierra con otras dos canciones que Young repescó para otros discos, Little Wing y Star Of Bethelem, pero que suenan totalmente en casa en este Homegrown. Supuran tristeza y dejan ver las heridas del Young más íntimo y personal, especialmente la última que vuelve a beneficiarse de la maravillosa voz de acompañamiento de Emmylou Harris, "All your dreams, And your lovers Won't protect you, They're only passing Through you in the end. They'll leave You stripped of all That they can get to And wait for you To come back again".
 

Esto es un disco de los 70 de Neil Young y eso ya le da un aura absolutamente clásica, puede que no esté a la altura de las profundidades de Tonight's The Night, el disco por el que fue sustituido, o del grandioso On The Beach, puede que no posea la belleza, ni los clásicos, que pueblan After The Gold Rush o Harvest, pero Homegrown puede mirar a los ojos e incluso superar a obras como American Stars 'N Bars o Comes A Time. Este no es un disco para completistas sino una obra perfecta para entender a Neil Young en su periodo de esplendor.
  

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