El 'guitar hero' de la 'nación alternativa'

Por Sergio Ariza

Dave Navarro y Jane's Addiction fueron el curioso nexo entre la escena 'hair metal' de Los Ángeles y la "nación alternativa", el término que utilizaría Perry Farrell para llamar a toda la escena ‘underground’ e indie que explotaría con Nirvana, pero que tuvo en Ritual de lo Habitual su particular prólogo. Navarro es el curioso caso de un guitarrista al que le gustaba tanto Van Halen como Robert Smith, Steve Vai y Daniel Ash. Es uno de los pocos guitarristas que gustan igual a 'metaleros', 'punkies' o góticos, un 'guitar hero' a la antigua usanza que pudo haber sido un 'shredder' pero se convirtió en el Jimmy Page de la música alternativa. 

Navarro nació en Santa Mónica, California, un 7 de junio de 1967, a las puertas del 'Verano del Amor'. A la tierna edad de siete años escuchó a Jimi Hendrix por primera vez y supo que quería ser guitarrista. Su primo Dan Navarro, cantautor, le enseñó unos pocos acordes, siempre lo recordaría como uno de los mayores regalos que ha recibido en la vida, con esos pocos acordes se abrió un mundo que le cambió la vida para siempre.
 

 

Además de Hendrix, se empapó del sonido de Led Zeppelin y los Doors, hasta que con 11 años escuchó un disco con el que tuvo la misma revelación que había tenido unos años antes con Hendrix, se trataba del debut de Van Halen y aquello le metió de lleno en el metal. Formó su primera banda con su compañero de instituto Stephen Perkins a la batería, haciendo sobre todo versiones. Para entonces ya había descubierto a Bauhaus y los Cure, y su influencia se comenzaba a notar. Eso sí en el Los Ángeles de 1985 lo que se llevaba era la velocidad y la destreza técnica y de eso, el joven Navarro, iba sobrado.
 

Su banda se había separado pero Perkins había entrado a formar parte de Jane's Addiction, la nueva banda de Perry Farrell, un veterano de la escena post-punk angelino que era uno de los principales líderes de la escena 'underground' de L.A., en la que estaban bandas como Red Hot Chili Peppers, X o Fishbone. A través de Perkins Navarro hizo una prueba para Jane's Addiction y Farrell supo que había encontrado al guitarrista adecuado (ya habían pasado cuatro por el puesto). La lógica hubiera llevado a Navarro a unirse a una de las muchas bandas de 'hair metal' que poblaban la escena angelina, pero la casualidad le puso en una banda donde cada cual tenía sus propios gustos. A Farrell le encantaba la santería, el reggae y la Velvet Underground, el bajista, Eric Avery, era fan del punk y Joy Division, además de un gusto por la música clásica, Perkins tenía a los Grateful Dead como guía, mientras que Navarro ponía el sonido rock más clásico con una Les Paul negra. De ese choque de estilos surgirá un cóctel imparable unido a las letras de Farrell sobre heroína, depresiones y 'menage a trois'. Más importante aún es el papel de las mujeres en sus letras, quitándoles el rol de simple objeto sexual del 'hair metal' y dándoles una personalidad propia.
 

  

Tras sus primeros ensayos Farrell se da cuenta que con Navarro a bordo se van a convertir en algo grande. Su primera actuación en el Scream es todo un acontecimiento y la banda se convierte en regular del mítico local, tocando una o dos veces por mes y convirtiéndose en la comidilla de la escena. Una escena en la que se codean con grupos como Red Hot Chili Peppers o Guns N' Roses. Tras el éxito de estos últimos Warner Bros decide ficharles por el mayor avance jamás dado por la compañía. El 26 de enero de 1987 se graba un concierto suyo en el Roxy Theatre del Sunset Strip de los Ángeles y se lanza en mayo como su debut. La compañía decide apostar por el directo debido a su enorme reputación como banda de directo. No es para menos, la banda suena a algo nuevo y refrescante, con un punto funk y la distintiva voz de Farrell abriendo Trip Away, luego hay un parón 'hippie' y psicodélico y entonces entra su arma definitiva, un tipo capaz de codearse con los mejores 'shredders' del momento soltando un increíble solo. Dave Navarro todavía no había cumplido los 20 años. Whores estaba construida sobre un riff 'zeppeliano' mientras que Jane Says era una preciosidad acústica demostrando las muchas caras de la banda. También les daba tiempo para hacer versiones de los Stones y la Velvet. Era una orgía de estilos a la que algunos calificaron como Metal Alternativo que serviría de caldo de cultivo para bandas como Rage Against The Machine, Tool o Korn.
  

Poco después comenzaron a grabar su primer disco de estudio. Para el mismo la productora les dio a elegir una larga lista de productores y ellos eligieron a David Jerden. Cuando fueron a enseñarle las canciones Ferrell hizo algo bastante inusual, se guardó varias de las mejores para su siguiente trabajo. En estos años la banda había acumulado una buena cantidad de canciones y el cantante decidió no quemar sus mejores naves por si la inspiración no volvía, y así algunas de las mejores canciones de su repertorio, como Ain’t No Right, Stop!, No One’s Leaving o Three Days no se las enseñaron a Jerden. Aun así, la fiebre creativa de la banda era tal que Jerden se quedó impresionado con la calidad de los temas que le presentaron.
 

 

Lanzado el 23 de agosto de 1988 Nothing's Shocking es uno de los discos más importantes de la década, abriendo la puerta para otras bandas alternativas como Nirvana, Nine Inch Nails o Faith No More. Era un disco duro pero a la vez sensible, combinando a Led Zeppelin con los Cure, con una increíble maestría instrumental pero, a la vez, una actitud punk. Era un disco incendiario que sonaba tan impredecible como sus actuaciones. El disco se abría, como muchas de sus canciones, con un riff del bajo de Avery, a medio camino entre Peter Hook y el funk, luego entraba, potente, la guitarra de Navarro, una Ibanez RG en esta época, luego se unían la batería de Perkins y la voz de Farrell que solo decía una única palabra en toda la canción, "Home". Así es como se sentía toda una generación de desclasados y chicos sin espacio propio, en casa. Luego llegaba Ocean Size, en la que Navarro demostraba sus cualidades de 'guitar hero'. Fue, una vez más, Farrell el que sacó lo mejor del guitarrista. Navarro estaba tocando y el cantante se le acercó para decirle que pensara en una chica con la que mantenía una turbulenta relación. La primera reacción del guitarrista fue "¡que la jodan!" pero cuando se quiso dar cuenta todo ese rencor y furia se trasladó a su guitarra. De su disco de debut rescataron Pigs In Zen y Jane Says, esta última se convirtió en su himno, con la inclusión de una batería steel sacada de la música calypso. Pero la canción que sirvió para presentar el disco fue Mountain Song con unos riffs de Navarro de los que Jimmy Page se podría sentir orgulloso.
 

 

El grupo se fue de gira para presentarlo, teniendo oportunidades para abrir para Iggy Pop o los Ramones. A pesar de que la MTV se negaba a poner sus videos el boca a boca estaba funcionando y al final de la gira estaban llenando teatros a lo largo y ancho de EEUU. Algo se estaba moviendo en la escena musical de EEUU y Jane's Addiction estaba preparado para ello.
  

Por otro lado la banda había caído presa de la heroína y los cuatro miembros estaban enganchados. Pero su enorme experiencia en la carretera les ayudó a que el nivel no decayera. Además para el momento en el que entraron en el estudio a grabar su siguiente disco, Ritual de lo Habitual, estaban tan familiarizados con esas canciones que las podrían tocar con los ojos cerrados. Con este disco el grupo buceaba más en su propio estilo logrando un disco muy personal, con dos partes bien diferenciadas. Una primera, con su característico sonido hard rock directo, y una segunda en la que hay una fuerte presencia del rock progresivo, pasado, eso sí, por su propio tamiz musical. La primera parte tiene las mejores canciones, como Stop y Been Caught Stealing (con un excelente uso del wah), pero es la segunda, con canciones como Three Days en la que Dave Navarro se confirma como el auténtico 'guitar hero' de la escena independiente, siendo elegido su solo como uno de los 100 mejores de la historia por Guitar World. Pero, aun así, su estilo había cambiado, menos preocupado en lucirse y mucho más en ayudar a la canción, centrándose en texturas y estados de ánimo, más cercano a Daniel Ash de Bauhaus que a Steve Vai.
 

 

El disco se convirtió en todo un éxito a raíz del inesperado tirón del video de Been Caught Stealing y entró en el Top 20 del Billboard. Jane's Addiction había roto las barreras para la música independiente y puesto el trampolín sobre el que saltarían Nirvana con Nevermind, pero la banda no llegaría a vivir la explosión de la música alternativa. En 1991 Farrell creó el festival de Lollapalooza y Jane's Addiction actuaron como cabezas de cartel, compartiendo escenario con grupos como Nine Inch Nails, Living Colour, Ice T o Siouxsie & The Banshees. Fue allí donde el cantante dio con el término de "nación alternativa" y donde Navarro vio convivir por primera vez en la misma audiencia a punks con 'heavies', gente que hasta entonces era más fácil ver junta dándose palos. Fue allí también donde estrenó sus famosas guitarras PRS, de la que ahora tiene un modelo 'signature'.
 

 

Pero Lollapalooza también supuso el final de la banda. Navarro y Avery habían dejado la heroína mientras que Farrell y Perkins seguían consumiéndola, así que cuando el bajista le dijo al guitarrista que pensaba dejar la banda este no se lo pensó dos veces y también se largó. Su enorme reputación entre sus colegas se puede entender al ver como cuando Izzy Stradlin dejó los Guns N' Roses, Navarro fue el sustituto soñado por Axl Rose. La banda le invitó cuatro veces a tocar con ellos pero Navarro no apareció ninguna. En cambio en 1993 no dejaría pasar la oportunidad de unirse a otra famosa banda, Red Hot Chili Peppers. Su primera actuación con ellos fue en Woodstock 1994 pero solo llegó a grabar un disco con la formación, One Hot Minute. Publicado en 1995 no contentó ni a los seguidores de la banda ni a los críticos pero dejó un par de clásicos como la delicada My Friends y Aeroplane, con un excelente uso del wah en una Stratocaster.
 

  

Al final la aventura en los Chili Peppers no duró y llegó la esperada reunión de la banda, primero en 1997, con Flea como bajista, y luego en 2003 con un nuevo disco. Pero su momento ya había pasado, quedaban todavía grandes canciones, como Just Because, y buenos conciertos pero su legado ya estaba logrado en esos primeros discos de Jane's Addiction donde confirmó que la música alternativa también podía tener en sus filas a un auténtico 'guitar hero'.
 

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