De vuelta a la carretera

Por Paul Rigg

El último disco de la banda californiana The Dream Syndicate, These Times (3 de mayo de 2019; Anti-), da la sensación de ser un disco perfecto para la carretera, aunque la imagen que han elegido para la portada evoca una especie de viaje fluvial psicodélico. De todas formas es un viaje que, sin duda, merece la pena.  

Siguiendo al bien recibido How Did I Find Myself Here?, publicado en 2017, These Times ofrece un giro adicional al cuento y otra excelente colección de canciones, con el fundador, fanático de las Fender Jaguar, y líder Steve Wynn, acompañado por Mark Walton en el bajo, Dennis Duck en la batería, Jason Victor en la guitarra y Chris Cacavas en los teclados. La banda consigue un sonido ajustado; presumiblemente el producto de haber pasado muchos años juntos en la carretera.
 



Vale la pena recordar que esta es la segunda encarnación de The Dream Syndicate. La primera fase, de 1982 a 1988, produjo el clásico The Days Of Wine And Roses y varios otros lanzamientos notables, antes de que Wynn se marchara para hacer carrera en solitario. Logrando el estatus de culto pero poco éxito comercial Wynn decidió entonces reformar la banda en 2012 con otros dos miembros originales y los resultados, aunque todavía no se encuentran en el nivel de su etapa anterior, han sido extremadamente prometedores.
 

De hecho, las dos primeras canciones de These Times son sobresalientes, y preparan la escena para el próximo viaje. En la canción de apertura The Way In, Wynn reflexiona quizás sobre la historia de la banda cuando canta: "Tratando de reconciliar el pasado con el presente, qué encaja y qué no... nos deshacemos de nuestra piel solo para logra un nuevo camino."
 

 

A esta le sigue Put Some Miles On, que le tomó a este crítico algunas escuchas para apreciarla por completo. Wynn casi habla a través de lo que suena como un paseo nocturno por el medio oeste de Estados Unidos, con solo un DJ de radio hablando y un puñado de pastillas para hacerle compañía. Uno piensa en Lou Reed, y quizás en el David Thomas de Pere Ubu, mientras Wynn evoca hábilmente la cansada alienación de un hombre que intenta escapar de sí mismo. En consecuencia, Put Some Miles On es una de las canciones destacadas del álbum.
 

Black Light
está respaldada por un sintetizador y es otro gran tema que contiene líneas que no estarían fuera de lugar en ningún disco psicodélico: "Suckerpunch the misery truck" y "Switching the polarity of sight" Wynn canta al ritmo de la canción. La siguiente es la más convencional, Bullet Holes, que recuerda a los Beatles y R.E.M.
 

 

Recovery Mode
es otro punto álgido del disco, volviendo al tema del movimiento y la crisis existencial: "Golpeando en el escenario con una sensibilidad aleatoria, Dame distracción, entrégame a la acción", Wynn canta sobre distintos ritmos.
 

The Whole World’s Watching
tiene una línea de bajo maravillosamente funky y es la mejor entre las canciones finales. "Que alguien detenga todo ese ruido, me está haciendo difícil pensar, lo tengo llegando por todas direcciones..." Wynn canta siniestramente.
 

La última versión de Dream Syndicate continúa ofreciendo excelentes melodías de guitarra y rock psicodélico de alta calidad que serán bien recibidas por los seguidores de toda la vida y, seguramente, atraerá a nuevos adeptos. Actualmente, la banda está tocando en varios conciertos, con todo vendido, en Estados Unidos, y a mediados de junio viajará a Italia, Escandinavia, Alemania, Francia, Bélgica y el Reino Unido; asegúrate de atraparlos en vivo si puedes.  


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