Mucho más que un disco

Por Sergio Ariza

Tommy es uno de esos discos que es mucho más que un disco, Tommy fue todo un acontecimiento que convirtió a los Who en un grupo tan popular como los Beatles y los Stones. En su tiempo fue considerado como la primera Ópera Rock de la historia y tuvo un tremendo impacto en sus contemporáneos, puede que aquello no fuera del todo cierto pero sí que fue el disco que mejor ejemplificó el concepto y convirtió a los de Pete Townshend en la mayor fuerza imparable del rock en directo. A día de hoy se puede discutir su legado o la validez de su historia pero no la enorme fuerza de su música, con algunas de las mejores canciones jamás firmadas por Townshend como Pinball Wizard, I´m Free, Amazing Journey, Christmas, Go to the Mirror! o el icónico cierre con We're Not Gonna Take It que incluye una de las favoritas de sus míticos directos, See Me, Feel Me.  

En 1968 Townshend ya llevaba tiempo coqueteando con la idea de ampliar las fronteras del pop y el rock más allá de los sencillos de tres minutos. En 1966 ya había flirteado con la idea de la ópera rock con esa maravilla llamada A Quick One, While He's Away, que cerraba el segundo disco de la banda. En 1967, durante la grabación de The Who Sell Out, compuso una canción llamada Glow Girl y comenzó a tejer la idea de la que surgiría Tommy, su nacimiento. La canción se cerraba con la siguiente frase "It's a girl, Mrs Walker, it's a girl", aunque, por supuesto, Tommy sería un chico al final, también el final del disco, con Rael, le daría ideas musicales que volvería a utilizar en Sparks o Underture.
 



Con el beneplácito de su mánager, Kit Lambert, Townshend comenzó a escribir la historia sobre un chico "sordo, mudo y ciego" y sus relaciones con su familia en particular y la vida en general. El guitarrista estaba fuertemente influido por los escritos del guru indio Meher Baba y la historia trataba de convertir sus ideas en música. Cuando estaba inmerso en el proceso de escritura se pasó por la mítica tienda de instrumentos Manny de Nueva York y salió con las dos guitarras sobre las que se construiría este disco, una Gibson J-200 y una Gibson SG Special, las dos de 1968. Con la primera se puso a tontear un día y apareció el mítico riff de inicio de Pinball Wizard, una de las mejores canciones de su carrera. El creador de My Generation estaba en racha y las canciones le salían con facilidad, además la banda estaba alcanzando su plenitud encima del escenario y eso se notaba en sus increíbles actuaciones. En medio de la grabación de Tommy, el 10 de diciembre de 1968, los Rolling Stones les invitaron a actuar en su Rock and Roll Circus y los Who dieron una mítica actuación tocando A Quick One, While He's Away con Townshend y su SG. Los de Jagger y Richards decidieron no sacar el especial, los Who les habían robado el espectáculo, durante los tres años siguientes no habría banda de rock que les hiciera sombra encima de un escenario.
 



Cuando el disco se publicó el 17 de mayo de 1969 en EEUU (una semana antes que su lanzamiento en su Reino Unido natal) se convirtió en un éxito instantáneo (en la actualidad lleva vendidas más de 20 millones de copias) y la banda pasó a convertirse en una de las más importantes del mundo. Poco importaba que los Pretty Things se les hubieran adelantado con S.F. Sorrow o que los Kinks entregaran una historia mucho más interesante con Arthur (Or the Decline and Fall of the British Empire), desde ese momento los Who se convirtieron en sinónimo de Ópera Rock y crearon uno de los discos más (y peor) copiados de la historia. Y es que la fuerza de Tommy no estaba en su concepto e historia sino en la música creada por Townshend y desarrollada por los increíbles Daltrey, Entwistle y Moon. El cantante logra su propia voz y se convierte en uno de los mejores vocalistas rock de la historia, el bajista vuelve a demostrar su pericia a las cuatro cuerdas, además de entregar dos canciones, mientras que el batería prueba que si no era la máquina de precisión que era John Bonham sí que era el corazón de la banda y el que ponía las pilas al resto. Eso por no hablar del increíble papel de Townshend que entrega una clase magistral sobre lo que es ser el perfecto guitarrista rítmico, doblando sus increíbles 'power chords' eléctricos con acústicas y entregando algunos de los mejores riffs de su carrera, como el mencionado Pinball Wizard, Go To The Mirror! o I'm Free.
 

 

Al revés que había pasado con obras maestras de los 60 como Pet Sounds o Sgt. Pepper's, Tommy sí que se pudo trasladar al directo. Es más se podría decir que las versiones definitivas de estas canciones se hicieron encima de un escenario, ya fuera en Woodstock, la Isla de Wight o en la Universidad de Leeds. Y es que la importancia de Tommy es que dio a los Who el material perfecto para convertirse en la banda de rock más increíble en directo de la historia. Pocas cosas hay más intensas que ver a estos cuatro ingleses lanzarse a degüello mientras gritan aquello de "Listening to you, I get the music. Gazing at you, I get the heat. Following you, I climb the mountain, I get excitement at your feet". Y es que las palabras se las lleva el viento pero la fuerza y convicción que ponían en su interpretación hicieron de ellos unos de los grupos imprescindibles de la historia de la música.


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