Jimi Hendrix & Eddie Kramer, una relación simbiótica

Por Miguel Ángel Ariza

En Guitars Exchange, como debería de ocurrir en todos los medios que hablen, incluso de refilón, de guitarras eléctricas, la Nochebuena no se celebra el día 24 de diciembre sino que cae cada año el 27 de noviembre y no es precisamente porque puede que tal o cual año caiga el Black Friday o el Ciber Monday ni mucho menos; es porque el 27 de noviembre celebramos el nacimiento de nuestro señor Jimi Hendrix.  



Todo está dicho sobre su figura y sobre el equipo que usó. Tenéis en la web páginas enteras dedicadas a las guitarras, amplificadores, efectos y milagros del genio de Seattle. Incluso podéis encontrar nuestro propio 'In the style of Jimi Hendrix' en Guitars Exchange...así que en esta pieza de hoy vamos a hablar de uno los pilares clave y quizá el germen del milagro del sonido de Jimi Hendrix: su ingeniero y productor, el señor Eddie Kramer.
 



Pocas veces a lo largo de la historia de la música la evolución en el mundo técnico tanto en los estudios de grabación como en los escenarios ha crecido tan vertiginosamente y ha ido tan de la mano de la evolución en la técnica propia de los instrumentistas de la época como ocurrió a finales de los años 60.  



La dualidad Hendrix-Kramer ejemplifica eso a niveles que quizá no se hayan repetido desde entonces. El mayor genio de la historia de las seis cuerdas hasta la fecha era además el tipo que más ganas tenía en el planeta Tierra de experimentar con todo tipo de nuevos efectos y nuevas formas de grabación en el estudio. Y fue a dar con un ingeniero de sonido que llevaba años absorbiendo las diferentes técnicas e influencias de grupos como los Stones, los Small Faces o los Beatles y que quería ir un paso más allá en cuanto la grabación en estudio se refería.
 



Eran dos aventureros explorando tierra desconocida y la cosa parece que funcionó. A todos los efectos y la maestría de Hendrix en sus interpretaciones hay que sumarle maravillas que provenían de la 'mesa de mezclas' como los solos paneados de izquierda a derecha que ahora nos parecen tan cotidianos pero que no lo eran en absoluto o ¿qué me decís de los solos reproducidos al revés? También tenemos que darle nuestros más sinceros agradecimientos por ayudar a Jimi Hendrix a crear algunos de los tonos de guitarra más increíbles jamás captados, ¿cuantas veces habéis querido imitar el tono de Little Wing? ¿Cuantos wahs habéis comprado intentando aproximar vuestro sonido al de Voodoo Child Slight Return? ¿Hay alguien por ahí que todavía no da con el fuzz adecuado porque cuando escucha a Hendrix el suyo le parece una copia barata? Pues en todos estos aspectos los fans de Hendrix le debemos mucho al señor Eddie Kramer.
 



El que escribe estas líneas no es una estrella del rock precisamente pero tuve la oportunidad de grabar algunas de mis canciones con mi banda Última Experiencia a las órdenes de Eddie Kramer en los estudios La Frabrique de Francia. No eran los 60; corría el año 2013 y el señor Kramer pasaba ya de los 70. Pues bien, no os podéis imaginar la energía que ponía en cada micro colocado, en la búsqueda de cada tono de cada segmento de cada tema, verle tirar y colocar cables y micros a nuestro alrededor como si fuese un chaval que está empezando ya era un espectáculo; algunos de esos micros estaban colocados en espacios a muchos metros de distancia de donde tocábamos solo para captar la reverb de un rincón que le gustaba especialmente o trucos como poner una piedra dentro del bombo sin explicarnos muy bien por qué. Nosotros creemos que realmente lo hacía para que el bombo no se moviese pero cuando nos dijo que eso mismo hacía con unos tal Led Zeppelin con los que se enganchó en el 69 pues decidimos callarnos y seguir disfrutando...
 

Así que amigos tenemos que empezar a asumirlo. Podemos comprarnos la Strato del 68, el Dual Showman y el Cry baby... pero no podemos comprarnos a Eddie Kramer.


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