El rey del Glam

Por Sergio Ariza

El mejor rock and roll siempre se ha construido sobre espectaculares riffs y estribillos adictivos, desde "Go, Johnny, Go" hasta "No Future, no future, no future for you" pasando por "Talking about My Generation" o "Get It On, Bang A Gong, Get It On". Marc Bolan sabía lo suyo sobre eso, puede que su técnica como guitarrista dejara mucho que desear pero su Les Paul Custom era puro rock and roll, volviendo a traer la energía, sencillez y diversión pura de los pioneros de los 50 al rock de comienzos de los 70, esta vez con un poco de maquillaje, haciendo que a los adolescentes les volviera a afectar “la neumonía del rock y la gripe del boogie woogie”.  



Mark Feld
, que así se llamaba, siempre supo que sería una estrella, como escribiría más adelante en Cosmic Dancer: "Salí bailando fuera del útero ¿Es extraño bailar tan pronto?". Nació en Londres un 30 de septiembre de 1947, ya de niño su familia le tenía como alguien muy especial, por lo que no es de extrañar que cuando vio The Girl Can´t Help It y descubrió a Little Richard y Eddie Cochran su madre no dudara en comprarle una guitarra. Con 12 años ya tenía su propia banda, un año después vestía con trajes hechos a medida e iba por su cuenta a ver a sus artistas favoritos. El que más ilusión le hizo fue el propio Cochran, al que esperó a la salida, llevando su mítica Gretsch 6120 naranja hasta el coche.
 



Pero la carrera de Feld no había hecho sino empezar. Fue dando bandazos hasta encontrar su sitio. En agosto de 1965 consiguió su primer contrato discográfico y adoptó el nombre por el que sería recordado, Marc Bolan. Sacó un par de singles sin mucho éxito y al año siguiente se plantó con su guitarra en casa de Simon Napier-Bell, uno de los mánagers más famosos del Reino Unido, y le dijo que iba a ser una estrella. Napier-Bell vio en él potencial, con su belleza, su cuidada imagen mod y sus canciones, y decidió meterlo en alguna de las bandas que llevaba, como los Yardbirds. Al final se decidió por John's Children, donde sería una especie de Pete Townshend, encargado de escribir las canciones y tocar la guitarra. Para ello le consiguió una Gibson SG que Bolan utilizó para crear una auténtica tormenta de distorsión. Además les puso en bandeja la estupenda Desdemona pero, a pesar de su calidad, la canción no entró en las listas, en parte por el veto de la BBC ante la frase "lift up your skirt and fly".
 



Bolan decidió seguir camino por su cuenta y formar una banda. Su primera intención es que fuera eléctrica pero la SG era propiedad del sello discográfico, así que formó un dúo acústico junto a Steve 'Peregrin' Took a la percusión y lo llamó Tyrannosaurus Rex. Su principal influencia literaria era Tolkien, sus letras eran una mezcla de mitología y poesía, su música folk y psicodélica. Bolan era ahora un trovador hippie. Pronto se encontró con dos personas fundamentales para lograr su objetivo, Tony Visconti y John Peel. El primero se convirtió en su productor de confianza. El segundo, uno de los locutores de radio más importantes del país, en fan absoluto, dándole exposición al público, haciendo que su primer single, Debora, se colara en las listas inglesas.
 

Pero tras tres discos Took le pidió meter alguna de sus canciones y Bolan se negó. Solo podía haber una estrella en la banda, además el traje de trovador se le estaba empezando a quedar corto y la fiebre de la electricidad le volvía a picar el gusanillo. Se compró una Fender Stratocaster blanca y sustituyó a Took por Mickey Finn. A Beard Of Stars se puede considerar como el punto de inflexión en su carrera, con Elemental Child y sus guiños a Hendrix.
 



Poco después se compró una Les Paul de finales de los 50 y en verano grabó lo que iba a ser su siguiente disco, en cuya portada aparecería. En esas sesiones grabó Ride A White Swan, con su Stratocaster grabada con un fuerte eco, recordando a los primeros discos de Elvis en Sun Records. Visconti añadió una pequeña sección de cuerda y le prestó su bajo Fender Precission. Aparecería publicada bajo el nombre acortado de la banda, T. Rex.
 



En enero de 1971, tres meses después de ser publicada, Ride A White Swan subió hasta el número 2 de las listas. Bolan había actuado con rapidez y para ese momento ya había fichado a Steve Currie al bajo. Ese mismo mes Bolan y Visconti volvieron al estudio para grabar su continuación, esta vez Visconti trajo un batería, Bill Legend, y a los ex Turtles, Howard Kaylan y Mark Volman para hacer los coros. Bolan llevaba la canción adecuada, Hot Love, y el sonido T. Rex estaba a punto de quedar inmortalizado. Suntuosas cuerdas, la voz más sexy de todos los tiempos, guiños al rock & roll de los 50 y unos estribillos que se pegaban como chicle. En marzo subió hasta el número uno de las listas y Marc Bolan apareció en el Top Of The Pops con su Les Paul, unas gotas de brillo en sus mejillas y una camisa de satén verde. Había nacido el Glam Rock.
 

Ese mismo mes la banda se marchó a EEUU para una gira. En unas jornadas mágicas graban Jeepster, Monolith y Bolan les enseña Get It On, cuando vuelven a Inglaterra, con el material suficiente para el esperado nuevo disco, Hot Love sigue en lo más alto de la lista de singles, seis semanas después. Ha comenzado la T. Rextasy, la fiebre que contagiaría al Reino Unido durante los dos siguientes años, haciendo de T. Rex lo más parecido a los Beatles desde los lejanos días de la Beatlemanía.
 



Si el rock and roll había perdido la efervescencia de sus inicios y las ganas de divertirse, Bolan y sus T. Rex la iban a traer de vuelta. Su siguiente single, Get It On, se convertirá en el himno oficial del movimiento y en su segundo número uno consecutivo. Para que queden claros sus referentes, Bolan admitirá que le salió mientras tocaba el Little Queenie de Chuck Berry. La canción se incluiría en Electric Warrior, su primera obra maestra, y el disco más vendido del año en Reino Unido. El Guerrero Eléctrico había llegado a la cima y Marc Bolan ya era lo que siempre había sabido, una estrella. Exultante comienza a utilizar altos sombreros de copa, bufandas de boas de plumas... Su música combina un ritmo básico, que algunos comenzarán a llamar 'Bolan´s Boogie', con maravillas acústicas, potenciadas por las cuerdas de Visconti. Para redondear el año en EEUU Get It On alcanza el top ten de las listas y T. Rex se convertirá en referencia de la escena Glam americana, como los New York Dolls.
 



Llegamos a 1972, el año en el que el Glam domina el Reino Unido y T. Rex reina en el movimiento. Ringo Starr, fan confeso de Bolan, le pide permiso para grabar los dos conciertos del grupo en el Wembley Empire Pool para marzo (unos conciertos que terminaban con una versión de su adorado Cochran, claro que a la persona a la que seguía adorando por encima de todas era a sí mismo, no en vano salió al escenario con una camiseta con su propio rostro). En esa época las ventas de discos de T. Rex en el Reino Unido suponían el 6% del total de la industria. ¡6 de cada 100 discos que se vendían eran de Bolan! Aprovecha para marcharse a EMI y crear su propia compañía de discos. A lo largo del año, Telegram Sam y Metal Guru, dos increíbles himnos, serán números 1 en la listas de singles y Children Of The Revolution y Solid Gold Easy Action se quedan a las puertas de serlo. Además se publica su segunda obra maestra consecutiva, The Slider, se hace una reedición de sus dos primeros discos que se cuela en el número uno, donde le sucedería Bolan Boogie, un recopilatorio de su antigua compañía.
 

Por si fuera poco el 14 de diciembre se estrena la película de Ringo, Born to Boogie (donde aparece tocando una Gibson Hummingbird en la casa de Lennon) y David Bowie escribe el himno definitivo del Glam con All The Young Dudes. Su letra no podía dejar más claro el signo de los tiempos: "El hombre de la televisión está como loco diciendo que somos desechos y delincuentes juveniles, pero ¿para qué quiero televisión cuando tengo a T. Rex?".
 



Pero sería precisamente su amigo Bowie quien acabaría destronándole y poniendo fin al movimiento. 1973 confirmaría esto, ese año seis discos de Bowie aparecieron en las listas y fue el artista más vendido del año. A pesar de este ‘sorpasso’, Bolan seguía en forma como prueban dos de sus mejores canciones 20th Century Boy, con uno de los mejores riffs de la historia, y The Groover, número 3 y 4, y Tanx un disco en el que Bolan mantenía el nivel de Electric Warrior y The Slider, completando su trilogía más representativa. No estaba nada mal, pero para alguien con el ego de Bolan, su autoestima se veía afectada. Para colmo el 3 de julio del 73 Bowie mató a Ziggy Stardust, su alter ego glam y muchos lo vieron como punto final. No ayudó que el siguiente disco de Bolan, Zinc Alloy and the Hidden Riders of Tomorrow, fuera visto como una copia del The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars. Su narcisista personalidad sufrió un severo golpe y lo pagó bebiendo, comiendo y tomando drogas en exceso. En poco tiempo el resplandeciente rey del glam se había convertido en una caricatura de sí mismo, engordando y siendo casi olvidado. Bolan había vivido una especie de versión reducida de la carrera de Elvis Presley, con una decadencia artística, física y de repercusión similar.
 



Pero tras el nacimiento de su hijo, comenzó a ponerse en forma otra vez, perdiendo peso y dejando drogas y comida basura. Musicalmente vio en el surgimiento del punk una reivindicación a su obra. Mientras el resto de estrellas de rock huían de la nueva generación, Bolan decidió llevarse de gira a The Damned. Verse a sí mismo como el 'Padrino del punk' volvió a hacer maravillas por su autoestima y Dandy In The Underworld fue el mejor disco que sacaba desde Tanx. Además la cadena de televisión Granada le ofreció un programa de televisión, a la hora de Barrio Sésamo, simplemente titulado Marc. Fue allí donde el Glam vivió su epílogo. El 7 de septiembre de 1977 hizo su aparición en el show su amigo Bowie. Convertido en una estrella internacional interpretó una de sus mejores canciones Heroes, luego Marc subió al escenario para interpretar juntos "una nueva canción". Las dos más grandes estrellas del glam comenzaron a tocar el riff de Roadrunner y de repente fue como si estuviésemos otra vez en 1972. Pero a la historia le gusta jugar con la ironía y cuando Bolan se acercó al micro para cantar se tropezó y desapareció del plano. Bowie se quedó solo en la cima. El programa tenía tan poco presupuesto que no se hizo otra toma y se quedó con esta. Bolan nunca la llegaría a ver emitida.
 

El 16 de septiembre de 1977, un mes después del rey del rock, moría en un accidente de tráfico el verdadero rey del Glam, en cuatro años había pasado de ser los nuevos Beatles a presentar un programa infantil de televisión. Pero por lo menos vio como la llama que había prendido en el rock, de vuelta a la sencillez y a la diversión de los primeros tiempos, enganchaba a una nueva generación y estilo, el punk. Eso sí, no llegó a ver como cada banda de rock posterior, de U2 a Oasis, pasando por R.E.M., Nirvana o Guns N’ Roses, no se ha podido resistir a su Boogie.


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