Los guitarristas más importantes de la carrera de David Bowie

Por Sergio Ariza

Cuando se cumplen dos años de la desaparición de David Bowie, desde Guitars Exchange queremos homenajear a este gigante de la música a través de algunos de los guitarristas más importantes de su carrera, desde el fundamental Mick Ronson al experimental Robert Fripp, pasando por el sabor blues de Stevie Ray Vaughan.  

Mick Ronson
 

Mick Ronson no es solo el guitarrista más importante de su carrera sino la persona con más influencia en su música en una carrera llena de colaboradores brillantes como Tony Visconti, Brian Eno o Carlos Alomar. Ronson le electrificó y le transformó en una estrella de rock, convirtiéndose en su mano derecha durante su etapa cumbre en los tiempos de Ziggy Stardust. Su aportación va más allá de ser su guitarra solista, siendo el encargado de algunos de los arreglos de muchas de las canciones, como las maravillosas cuerdas de Life On Mars?, pero su Les Paul es uno de los elementos más míticos del 'universo Bowie', con momentos cumbre como The Width Of A Circle, Life On Mars?, Moonage Daydream (que se convertía en su gran momento en directo), Sufragette City, Ziggy Stardust o The Jean Genie. Cuando Bowie quiso dejar atrás la sombra de Ziggy no dudó en romper, como éste, a su banda, las Arañas de Marte capitaneadas por Ronson. Pero antes de su muerte se produjo el reencuentro más deseado cuando, en el tributo a Freddie Mercury, Mick Ronson y David Bowie volvieron a tocar juntos. Para ese momento Ronson ya tenía cáncer, lo que no le impidió tocar en en el Black Tie White Noise de Bowie en una versión de I Feel Free.
 

  

Earl Slick
 

En 1974 Bowie sacó Diamond Dogs, el primer disco post-Ronson, en vez de sustituirle decidió grabar casi todas las guitarras él mismo (incluido el riff de Rebel, Rebel) pero también sabía que necesitaba a un guitarrista solista y así es como apareció Earl Slick que tocó en pequeñas partes del disco y se quedó con el puesto de guitarra principal para su presentación en vivo que daría como resultado su primer álbum en directo, David Live. Pero lo mejor llegaría con Station To Station publicado en 1976 donde Bowie le empujaría a nuevas cotas y Slick respondería con un increíble trabajo de guitarra que se puede comprobar en la increíble canción titular, uno de los mejores solos de la carrera del artista. Su impecable trabajo en Stay, complementándose a la perfección con Carlos Alomar, es otro de los puntos fuertes de un disco para el que utilizó una Les Paul y una Stratocaster a través de unos cuantos Marshall con el volumen subido al máximo. A pesar de que no participó en la trilogía berlinesa Bowie volvería a contar con él en el siglo XXI para los discos Heathen, Reality, además de en esa gira, y en su disco de regreso de 2013 The Next Day donde se le puede escuchar en Dirty Boys o Valentine's Day.
   

Carlos Alomar
 

Pero si alguien cogió el testigo de Mick Ronson fue el guitarrista puertorriqueño Carlos Alomar que es el guitarrista que ha tocado en más discos de Bowie, contabilizando 12. Su comienzo no pudo ser más prometedor con Young Americans, inaugurando la fase conocida como 'plastic soul' en la carrera del cantante. Su experiencia como músico de R&B tocando para gente como James Brown o saliendo de gira con los Ohio Players fue perfecta para el nuevo sonido del artista. Su trabajo le confirma como uno de los mejores guitarristas rítmicos de todos los tiempos y su huella es indudable en mucha de la música del artista, siendo el responsable del mítico riff de Fame, la canción que le dio su primer número uno en EEUU, o participando en la composición de temas como The Secret Life of Arabia o DJ de la trilogía berlinesa. Su estilo funky se puede apreciar a la perfección en discos como Station To Station, Low (atentos a cosas como Breaking Glass o Speed Of Life), Heroes o Scary Monsters.
 

Robert Fripp
 

Cuando estaban grabando Heroes Brian Eno le pidió a su amigo Robert Fripp que se pasara por los estudios Hansa de Berlín y este lo hizo, surgiendo así uno de los grandes momentos de la carrera de Bowie. El líder de King Crimson, que llevaba tres años retirado, le dio su distintivo sonido de guitarra a la canción que abre el disco, la amenazante The Beauty And The Beast, y a la brillante Joe the Lion pero lo mejor estaba por llegar. En la que posiblemente sea su grabación más famosa, la canción titular, Fripp conseguirá un sonido único y magistral, adelantándose más de diez años a los experimentos de My Bloody Valentine con el ‘feedback’. Tras escuchar una vez la canción, enchufó su Les Paul a su Hiwatt con un pedal fuzz y se fue moviendo por la habitación subiendo el volumen para conseguir sostener la nota con el ‘feedback’. Tras tres tomas, Tony Visconti, el productor, vio que lo había hecho perfecto pero decidió utilizar las dos primeras y poner las tres a la vez. Como siempre, Bowie supo conjugar la brillantez de mucha gente para dar lo mejor de sí mismo y en esa canción consiguió la mejor canción de su trilogía berlinesa, (y junto a Life on Mars? de toda su carrera). La colaboración resultó tan exitosa que tres años después, en 1980, Bowie y Fripp volverían a asociarse con brillantes resultados en algunas de las mejores canciones de Scary Monsters, como la canción titular, Fashion, It's No Game, Kingdom Come, Up the Hill Backwards y Teenage Wildlife.
   



Adrian Belew
 

La aportación de Fripp a Heroes fue tan notable que Bowie se vio con la necesidad de encontrar a alguien capaz de hacer sus partes en directo cuando volvió a la carretera en 1978. El elegido lo encontró en el lugar menos esperado, en la banda de Frank Zappa. Adrian Belew no dudó un instante en marcharse con Bowie y su carrera dio un nuevo impulso durante aquella gira. El resultado fue tan bueno que Bowie sacó su segundo disco en directo, llamado Stage, y decidió contar con él para el disco que cerró su trilogía berlinesa, Lodger, en el que la guitarra de Belew se puede disfrutar en canciones como Boys Keep Swinging o el espléndido solo de DJ. 12 años después volvería con Bowie como director musical, además de guitarrista, para su gira Sound+Vision de 1990. Para entonces ya llevaba nueve años como parte de la nueva formación de King Crimson junto al hombre por el que le fichó en primera instancia Bowie, Robert Fripp.
 

Pete Townshend
 

David Bowie comenzó su carrera como David Jones (su verdadero nombre) en varias bandas mod como The King Bees a mediados de los 60. Como parte de la escena Mod, Bowie era un gran fan de los Who de los que incluiría dos versiones (I Can´t Explain y Anyway, Anyhow, Anywhere) en su disco de versiones de 1973 Pin Ups. Por eso no es de extrañar que Pete Townshend aparezca en un par de ocasiones como guitarrista principal en canciones del camaleón, la primera en Because You're Young de Scary Monsters y la segunda, 22 años después, en Slow Burn de Heathen.
 

 

Nile Rodgers
 

Nile Rodgers era uno de los mejores guitarristas rítmicos del mundo pero, también, un destacado productor y compositor de éxitos por sí mismo cuando David Bowie le enseñó el esqueleto de Let's Dance y le dijo "creo que tengo un éxito". Cuando Rodgers le puso el funk con su inimitable Fender Stratocaster del 60, a la que se apoda 'The Hitmaker' por razones evidentes, se pudo decir que Bowie tenía razón. Fue Rodgers el encargado de producir todo el disco y poner su toque a canciones como la citada, Modern Love o China Girl que convertirían a este disco en el más vendido de su carrera. Volverían a repetir diez años después con Black Tie White Noise aunque con peores resultados.
 



Stevie Ray Vaughan
 

El 17 de julio de 1982 David Bowie se encontraba entre los que presenciaron la legendaria actuación de Stevie Ray Vaughan y su banda Double Trouble en el Festival de Montreux. Según sus propias palabras no había visto un guitarrista igual desde que vio por primera vez a Jeff Beck antes de estar en los Yardbirds. No lo dudó y se acercó a aquel tejano con sombrero de cowboy para decirle que recibiría noticias suyas. En diciembre de ese mismo año el legendario guitarrista estaba en Nueva York añadiendo sus increíbles solos blues rock con sabor a Albert King en las canciones diseñadas para romper la pista de baile que habían preparado Bowie y Nile Rodgers. En ese momento Vaughan todavía no había sacado su primer disco y era prácticamente desconocido. Eso sí, su Stratocaster ya había alcanzado la maestría por la que sería recordado como se puede apreciar en canciones como Let's Dance, Modern Love, China Girl, Criminal world o, sobre todo, en los dos increíbles solos de Cat People (Putting Out Fire).
 



Reeves Gabrels
 

Los dos discos (Tonight de 1984 y Never Let Me Down de 1987) que siguieron al exitoso Let's Dance están considerados, casi con unanimidad, entre lo peor de la carrera de Bowie. El hombre que abría nuevos caminos se había convertido en una figura comercial tratando de repetir el éxito bailable de Let's Dance. Pero a uno no le llaman el camaleón por cualquier cosa, así que a finales de los 80 decidió mandar el éxito a la mierda y seguir su propio instinto. Para entonces Bowie ya había descubierto a los Pixies y el rock alternativo le devolvió su amor por las guitarras eléctricas. En todo ello mucho tuvo que ver el incendiario guitarrista Reeves Gabrels junto al que formó Tin Machine a finales de los 80. La banda la completaban los hermanos Sales en la sección rítmica y dio como resultado un notable primer disco al que algunos vieron como una mezcla entre Sonic Youth y Station To Station, Gabrels y su guitarra, una Steinberger a través de un Mesa Boogie Quad Preamp y un Boogie Simul-Class Stereo 295, daban el sonido distintivo. Llegaría un segundo disco en 1991 que no igualaría al primero y Bowie reanudaría su carrera en solitario pero el sonido de la guitarra de Gabrels sería una parte fundamental de su sonido en los 90 en discos como Outside (1995), Earthling (1997) y Hours (1999). Actualmente es el guitarrista de los Cure de Robert Smith.
 



Gerry Leonard
 

El sonido experimental y ambiental de la guitarra de Gerry Leonard ha sido parte fundamental del Bowie del siglo XXI, apareciendo en Heathen, Reality y The Next Day, además de en las subsiguientes giras. Entre sus aportaciones se puede hablar de la espectral guitarra de The Loneliest Guy, el guiño a Fripp en The Next Day o el arreglo para la versión acústica de Loving The Alien en la gira de Reality de 2003.


(Imágenes: 
©CordonPress)

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